En las anteriores entregas, hemos hablado de nuestro pequeño hogar cósmico. Ahora, toca centrarnos en la exploración del Sistema Solar. Desde mediados del siglo XX, vamos conociendo cada vez mejor el mundo que nos rodea…
El inicio de la exploración del Sistema Solar
Nuestro conocimiento del Sistema Solar se benefició enormemente de la llegada de las naves, satélites y sondas. Fue a partir de mediados del siglo XX, con la llegada de la Era Espacial. La exploración del Sistema Solar comenzó con naves robóticas y tripuladas, visitando planetas, asteroides y cometas tanto en la región interior como la exterior del Sistema Solar. Todos los planetas han sido visitados de una forma u otra. Gracias a esa naves hemos obtenido imágenes. Además, con las sondas y rovers, hemos hecho pruebas de sus atmósferas y suelos.
El primer objeto artificial enviado al espacio fue el satélite soviético Sputnik 1. Fue lanzado en 1957 y orbitó alrededor de la Tierra durante meses. Trabajó en recoger información sobre la densidad de la parte superior de la atmósfera y la ionosfera. Solo dos años después, en 1959, la sonda americana Explorer 6 fue el primer satélite en capturar imágenes de nuestro planeta visto desde el espacio.
Los sobrevuelos de las diferentes naves nos ha servido para obtener mucha información sobre las atmósferas, geología y superficies de los planetas. La primera sonda en sobrevolar exitosamente otro objeto fue la sonda soviética Luna 1. Sobrevoló la Luna en 1959. El programa Mariner también nos dejó múltiples sobrevuelos planetarios. Así, Mariner 2 sobrevoló Venus en 1962. Mariner 4 hizo lo mismo en 1965 con Marte. La sonda Mariner 10, finalmente, sobrevoló Mercurio en 1974.
El avance de la exploración del Sistema Solar
En la década de los 70, se lanzaron diferentes sondas a los planetas exteriores. Así, en 1973, la misión Pioneer 10 sobrevoló Júpiter. La sonda Pioneer 11 visitó Saturno en el año 1979. Las sondas Voyager visitaron los planetas exteriores tras su lanzamiento en 1977. Ambas sobrevolaron júpiter en 1979, y Saturno en 1980 y 1981. La sonda Voyager 2, además, se acercó a Urano en 1986 y a Neptuno en 1989. La sonda New Horizons fue la primera nave en explorar el Cinturón de Kuiper. Sobrevoló Plutón en julio de 2015.
Las naves, rovers y sondas, claves en la exploración del Sistema Solar, entraron en uso en la década de los 60. El primero fue el satélite Luna 10, que entró en órbita de la Luna en 1966. Cinco años después, en 1971, le siguió el lanzamiento de la sonda Mariner 9, que orbitó alrededor de Marte. Finalmente, la sonda soviética Venera 9 orbitó Venus en 1975. La sonda Galileo, por su parte, se convirtió en el primer satélite en orbitar un planeta exterior al alcanzar Júpiter en 1995.
A ella le siguió la sonda Cassini, que entró en la órbita de Saturno en 2004. La sonda MESSENGER, en 2011, entró en la órbita de Mercurio. La nave Dawn exploró Vesta en 2011. Es el segundo objeto más grande del cinturón de Asteroides. De hecho, es el asteroide más grande que conocemos. En 2015, Dawn entró en órbita del planeta enano Ceres, también en el cinturón de asteroides.
La exploración del Sistema Solar con sondas, rovers y misiones tripuladas
La primera sonda en aterrizar en otro objeto del Sistema Solar fue la sonda Luna 2. Impactó en la superficie de la Luna en el año 1959. Desde entonces, las sondas han aterrizado, o impactado, en diferentes lugares y ocasiones. En 1966, la sonda Venera 3 en Venus. Las sondas Mars 3 y Viking 1 en Marte, en los años 1971 y 1976 respectivamente. El asteroide Eros en 2001, con la nave NEAR Shoemaker. El satélite de Saturno, Titán, con la nave Huygens, y el cometa Tempel 1 con la nave Deep Impact en 2005.
Hasta la fecha, en la exploración del Sistema Solar solo contamos con dos mundos visitados por rovers. Se trata de la Luna y Marte. El primer rover en aterrizar en la superficie de otro planeta fue Lunokhod 1, que aterrizó en la Luna en 1970. El primero en visitar otro planeta fue Sojourner, que viajó 500 metros sobre la superficie de Marte en 1997. A él le siguió el rover Spirit en 2004, el Opportunity en 2004 y Curiosity en 2012.
Las misiones tripuladas al espacio comenzaron en la década de 1950. Fueron un gran punto de atención tanto para los Estados Unidos como la Unión Soviética. Es lo que conocemos como la Carrera Espacial. Para los soviéticos, tomó forma en el programa Vostok, cuyo objetivo era enviar naves tripuladas a la órbita de nuestro planeta. La primera misión, Vostok 1, tuvo lugar un 12 de abril de 1961.
La Carrera Espacial
Yuri Gagarin, a bordo de la Vostok 1, se convirtió en 1961 en el primer ser humano en viajar al espacio. El 6 de junio de 1963, los soviéticos también enviaron al espacio a la primera mujer, Valentina Tereshkova, como parte de la misión Vostok 6. Casi al mismo tiempo, arrancaba el programa Project Mercury en Estados Unidos, El objetivo era el mismo. Enviar una cápsula tripulada a la órbita. El 5 de mayo de 1961, Alan Shepard viajó al espacio a bordo de la nave Freedom 7, convirtiéndose en el segundo ser humano en hacerlo.
Después de completar ambos programas, las dos naciones buscaron nuevos objetivos. Se centraron en el desarrollo de naves de dos y tres personas. Así como el desarrollo de misiones de vuelo de larga duración, y actividad extravehicular (los llamados paseos espaciales, que también se conocen como EVA). Así nacieron los programas Voshkod y Gemini en la Unión Soviética y Estados Unidos respectivamente.
Para los soviéticos, el objetivo era desarrollar una nave con capacidad de dos a tres personas. En Gemini, el objetivo del programa era centrarse en el desarrollo del soporte y conocimiento necesarios para realizar, eventualmente, una misión tripulada rumbo a la Luna. No hubo que esperar demasiado tiempo para vivir un momento que hoy es histórico. Llegó a finales de la década de 1960…
Los aterrizajes en la Luna y las estaciones espaciales
El 21 de julio de 1969, la nave Apolo 11 se posó en la superficie de la Luna. Los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin se convirtieron en las primeras personas en caminar sobre la superficie de nuestro satélite. Como parte del programa Apolo, se realizaron otos cinco aterrizajes hasta el año 1972. Estas misiones propiciaron el despliegue de diferentes herramientas en la superficie lunar, así como el retorno de rocas de nuestro satélite a la Tierra.
Con el aterrizaje en la Luna ya fuera del punto de mira, los dos países buscaron un nuevo objetivo. Sus programas espaciales dieron un giro hacia el desarrollo de naves espaciales y cohetes reutilizables. Así, los soviéticos desarrollaron las primeras estaciones espaciales tripuladas. Estaban dedicadas a la investigación científica y el reconocimiento militar. Se trata de las estaciones espaciales Salyut y Almaz.
La primera estación espacial orbital con capacidad para más de una tripulación fue Skylab, de la NASA. Logró albergar con éxito tres tripulaciones entre 1973 y 1974. El primer asentamiento humano en el espacio fue la estación espacial Mir. Estuvo habitada de manera constante durante casi 10 años, desde 1989 a 1999. Fue retirada en 2001. Desde entonces, su sucesora, la Estación Espacial Internacional, ha mantenido una presencia humana continuada en el espacio.
La exploración del Sistema Solar en el siglo XXI
Con el cambio de milenio, la exploración del Sistema Solar no se ha detenido. Hemos entrado en una nueva época en la que, poco a poco, son más las naciones que inician sus programas espaciales. Así, China ha enviado diversas misiones a la Luna, y ha puesto en órbita su propia estación espacial. Tampoco podemos olvidarnos de la aparición de las primeras compañías privadas dedicadas a la exploración espacial.
Entre ellas se encuentran SpaceX y Blue Origins. Su objetivo es convertir la exploración del Sistema Solar en algo más barato y accesible. Con ese fin, ambas compañías están trabajando en el desarrollo de cohetes reutilizables. Gracias a ellos, el coste de lanzamiento de futuras misiones descenderá considerablemente y, tarde o temprano, abrirá las puertas a multitud de oportunidades comerciales con el espacio como protagonista.
Además, la NASA tiene como gran objetivo la llegada de seres humanos a Marte. Su intención es lograrlo en algún momento de la década de 2030, pero ya están trabajando para conseguirlo. Así, se plantean diferentes pasos intermedios, como la posibilidad de realizar una misión de un año de duración en la órbita de la Luna en la década de 2020. De lograrlo, los objetivos a más largo plazo podrían pasar por establecer asentamientos humanos en otros objetos celestes (la Luna y Marte) de manera continuada.
Una herramienta para conocernos mejor
Las misiones tripuladas y robóticas han sido muy importantes. Gracias a ellas hemos obtenido información sobre los fenómenos geológicos de otros planetas, como cráteres y montañas. Hemos observado sus fenómenos estacionales y meteorológicos (nubes, tormentas de arena…). Todo esto nos ha llevado a entender que otros planetas experimentan fenómenos muy similares a la Tierra. La exploración del Sistema Solar nos ha ayudado a comprender su historia y su formación.
A medida que hemos viajado por las regiones interiores y exteriores, ha mejorado nuestra capacidad para clasificar los objetos que vamos descubriendo. Nuestro modelo actual del Sistema Solar incluye ocho planetas. Cuatro terrestre y cuatro gigantes gaseosos. Así como cuatro planetas enanos, y multitud de objetos transneptunianos que todavía están por clasificar. También sabemos que está rodeado por una cantidad mareante de asteroides y planetesimales.
Esta es la tercera parte, y última, de una serie de artículos sobre el Sistema Solar. Puedes leer la primera parte aquí, y la segunda aquí.
Referencias: Universe Today
Sería muy interesante que escribieras un artículo, más completo, sobre la Era espacial. De igual modo, agradezco tu intento por ilustrar a los visitantes de este blog… Cuento con la ventaja de que esta es una publicación reciente.