Esta semana, en Astrobitácora 5×17, hablamos de diferentes métodos para propulsar naves que puedan embarcarse en viajes interestelares. Algo que se ha planteado en diferentes ocasiones a lo largo de las últimas décadas. Además, en YouTube, hablamos del origen del «corazón» de Plutón…

Astrobitácora 5×17: Métodos de propulsión interestelar

El estreno de la serie de los tres cuerpos ha dejado una agradable sorpresa. En ella, se muestra una nave que utiliza un sistema de propulsión basado en la detonación de cargas nucleares para darle más velocidad. Aunque la idea podría parecer completamente descabellada, tiene su origen en ciencia real, y en planteamientos realizados en la segunda mitad del siglo XX. Es algo de lo que hablamos en Astrobitácora 5×17, repasando algunas ideas que, a diferencia de los conceptos típicos, están basados en tecnología no mucho más avanzada que la nuestra.

El origen del corazón de Plutón y Astrobitácora 5x17
Un concepto tan futurista como podríamos imaginar. Este es un diseño de una nave propulsada por un agujero negro, un concepto desarrollado por Jeff Lee. Crédito: Adrian Mann.

Así, nos encontramos con conceptos como el de Medusa, que consistía en una nave impulsada por una sucesión de detonaciones nucleares, por detrás de la misma, para ganar velocidad y llegar a viajar a un pequeño porcentaje de la velocidad de la luz. Sería una nave mucho más rápida que cualquiera de las que se ha fabricado hasta el momento. Otra idea planteada, y relativamente popular, consiste en que una nave vaya recogiendo combustible en su viaje hasta su destino. Ese combustible puede tener diferentes orígenes.

En algunos planteamientos, se sugiere que ese combustible sea el hidrógeno del propio medio interestelar. En otros, que sea colocado de antemano por una nave que se lance con anterioridad, que dejará todo preparado. Son solo algunas de las ideas que se han mencionado a lo largo del tiempo. No quiere decir, por supuesto, que ninguna de ellas se vaya a convertir en realidad en las próximas décadas. De esto, y mucho más, hablamos en Astrobitácora 5×17, que puedes escuchar en iVoox, en la app de iOS o Android; en su web, en este enlace, o aquí mismo:

YouTube: El origen del «corazón» de Plutón

Desde la visita de la sonda New Horizons en 2015, una de las características más populares de Plutón recuerda a un corazón. Su presencia, naturalmente, es un misterio que necesita explicación, porque no puede ser un producto de la formación del planeta enano en la infancia del Sistema Solar. Tuvo que ser algún otro proceso el que, posteriormente, dio lugar a la formación de la Tombaugh Regio (que es el nombre que recibe). Un grupo de investigadores ha querido buscar la respuesta a este dilema, y ha encontrado un escenario que resulta muy plausible.

La Sputnik Planitia, de Plutón, observada por la sonda New Horizons. Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute.

Concretamente, plantean que, poco después de su formación, Plutón sufrió la colisión de un objeto de unos 700 kilómetros de diámetro. Debió ser a baja velocidad y en ángulo oblicuo. Esto permitiría explicar las particularidades de la región y, además, restaría credibilidad a la idea de que Plutón pueda ocultar un océano bajo su superficie. O, por lo menos, uno que sea considerable. Si Tiene un océano, será de muy poca profundidad. El motivo es que, simplemente, su presencia ya no es necesaria para explicar lo que se observa.

La ubicación de la Tombaugh Regio, cerca del ecuador, no encaja con lo que cabría esperar. Esa región, con menos masa que su entorno, debería haberse desplazado hacia el polo. Por lo que, entre las posibles explicaciones, se planteaba la posibilidad de que hubiese un océano. Algo que, si los investigadores están en lo cierto, queda descartado con el trabajo que se ha presentado ahora y que, en cualquier caso, no se llegó a plantear que pudiese ser habitable. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana en YouTube, que puedes ver en este enlace o al principio del artículo.