Esta semana, en Misterios del Universo 1×28, hablamos de quásares y blázares y ponemos el punto final a esta serie de mecenas en la que hemos hablado del universo en general. En YouTube, mientras tanto, hablamos de la próxima gran misión de la Agencia Espacial Europea: Encélado.
Misterios del Universo 1×28 (y final): los quásares y blázares
A grandes distancias del Sistema Solar, en los confines del universo, podemos encontrarnos con objetos tremendamente luminosos. Son capaces de superar en brillo a la galaxia en la que se encuentran. Los quásares y blázares, en realidad, son producto del mismo mecanismo. El disco de acreción, en torno a un agujero negro supermasivo, puede tener mucho material (en ciertas condiciones). Ese material se precipita al agujero negro y su temperatura se dispara enormemente, brillando con una intensidad enorme.
El brillo de un quásar, o un blázar, es tan potente que supera en unas 100 veces al de todas las estrellas de una galaxia como la Vía Láctea. No solo eso, la conversión de energía de este proceso es mucho más eficiente, incluso, que el de fusión realizado en el interior de estrellas como el Sol. Todo esto, junto al descubrimiento del primer quásar, a mediados del siglo XX, provocó que los astrofísicos de la época tuviesen muchas dudas al respecto. A fin de cuentas, en aquel momento, todavía no se había confirmado que existiesen los agujeros negros.
Desde entonces, en apenas unas décadas, el catálogo de quásares ha crecido enormemente. En la actualidad se sabe de la existencia de más de un millón de estos objetos, siempre en distancias muy grandes. El quásar más cercano está a más de 600 millones de años-luz. Este es el último capítulo de la serie Misterios del Universo. Como siempre, está disponible para mecenas de Astrobitácora en iVoox, en su aplicación de iOS y Android. También puedes escucharlo en este enlace, en la web, o aquí mismo, si lo prefieres.
YouTube: La próxima gran misión de la ESA
Como siempre, en YouTube, tratamos un nuevo tema. En esta ocasión, hablamos de la Agencia Espacial Europea y su programa Voyage 2050. Con él, la ESA busca establecer cuál será su próxima gran investigación. Una misión que se desarrollará en las próximas décadas. El objetivo elegido ha sido Encélado, uno de los satélites de Saturno y, por supuesto, uno de los objetos más interesantes del Sistema Solar. Entre las opciones también se encontraban Europa, que será explorado en las misiones Europa Clipper y JUICE, o Titán.
Sin embargo, como ya podemos intuir por la fecha, estamos hablando de una misión que no se llevará a cabo hasta dentro de mucho tiempo. De hecho, la misión en sí ni siquiera está en proceso. El primer paso es comprender qué tecnología podríamos tener de aquí a 2040. La intención es lanzar la misión en esa década, pensando en una llegada al entorno de Encélado en la década posterior. Después, comenzaría el estudio del satélite, a fin de encontrar respuestas a las preguntas más interesantes sobre este pequeño satélite.
Cuestiones como, naturalmente, si el océano que Encélado oculta en su interior podría tener las condiciones necesarias para albergar vida microbiana. Además, esto la convertirá en la siguiente misión que explora el entorno de Saturno, algo que no sucede desde la visita de la sonda Cassini… La parte negativa es que, a pesar de que la misión resulta de lo más interesante, todavía tendremos que esperar una buena temporada. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana. Puedes verlo en este enlace o, si lo prefieres, al principio del artículo.