Un grupo de científicos tiene una propuesta llamativa sobre los alienígenas. Creen que, si existen, no sabemos de ellos porque están en aestivación (hibernando). Están esperando, literalmente, a que lleguen tiempos más favorables. Pero… ¿por qué?
Una hipótesis muy exótica
A estas alturas, es muy posible que conozcas la Paradoja de Fermi. Si el universo está repleto de estrellas y planetas habitables. ¿Dónde están los alienígenas? La respuesta a esa pregunta no es sencilla. Pero cada cierto tiempo, siempre surge algún estudio que plantea diferentes respuestas. Me he hecho eco de muchas de ellas en Astrobitácora, pero esta es, sin duda, la más exótica de las que he visto.
Vayamos por partes. El universo que vemos hoy no es el que era hace miles de millones de años. Dentro de miles de millones de años, igualmente, será diferente. Así que un nuevo estudio, aceptado para su publicación en la revista Journal of the British Interplanetary Society sugiere que el inconveniente son las condiciones actuales del universo. Es, simplemente, demasiado cálido para una civilización que esté basada en los ordenadores.
Desde la perspectiva de estos seres ultra-avanzados, tendría sentido entrar en una fase de aestivación. Es lo mismo que la hibernación, pero como reacción al calor, y no al frío. Así, decidirían esperar hasta que el universo sea más frío. Estamos hablando de un futuro muy, muy lejano. En esas condiciones, el proceso de información puede hacerse de manera más rápida y eficiente. Así, una civilización avanzada podría conseguir mucho más de lo que le permiten las condiciones actuales.
Alienígenas digitales y la aestivación
¿Te ha llamado la atención eso de la civilización basada en ordenadores? Si no lo ha hecho, explicaré el concepto. No estoy hablando de una civilización con tecnología como la nuestra. Si no de algo mucho más avanzado. Criaturas que han decidido dejar atrás su existencia física, en la limitación de sus cuerpos de carne y hueso (o del material que sea), para pasar a almacenar su conciencia en algún tipo de soporte digital.
En cierto modo, para que te hagas una idea, sería algo así como un cyborg. El caso es que hay astrobiólogos y expertos en búsqueda de vida extraterrestre que creen que esa transición podría ser natural. Para una inteligencia lo suficientemente avanzada, pasar a existir de forma digital podría ser lo más plausible. Pero para poder vivir como criaturas digitales, dentro de superordenadores, hacen falta ciertos requisitos.
Entre ellos, la necesidad de acceder sin limitaciones a un potente proceso de información. Es un modo de existencia hipotético que podríamos llamar algo así como dataísmo. El caso es que el acceso a ese potencial depende de esos ordenadores. La cantidad de operaciones que puede realizar un procesador depende directamente de la temperatura. Cuanto mayor sea la temperatura, menor será la potencia de procesamiento.
Un universo (aun más) frío
Para poder enfriar un ordenador que trabaje a mucha velocidad hace falta energía. Así que en lugar de malgastar recursos en esta época, los investigadores creen que tiene mucho más sentido, desde la perspectiva de una civilización muy desarrollada, esperar a que el universo sea un lugar mucho más frío. Así que en algún momento de su existencia, habrían decidido aestivar y esperar a que llegase el momento adecuado.
La temperatura del universo es de tres grados Kelvin por encima del cero absoluto. Ese calor procede de la radiación de fondo. Puede parecer una temperatura bajísima (que lo es), pero para una civilización basada en ordenadores, podría suponer un calor intolerable. Dentro de billones (con b) de años , la radiación de fondo se habrá reducido a prácticamente nada. La expansión del universo, y la extinción de la mayoría de estrellas harán que sea más frío. En esas condiciones, el proceso de información podrá hacerse 1030 veces más rápido que en la actualidad.
¿Por qué optarían por hacer algo así? Es posible que una civilización avanzada haya explorado gran parte del universo. Quizá hayan hecho todo lo que les permite la naturaleza actual. Así que ahora solo tienen cosas culturales que hacer. Es decir, procesar información. Si quieren maximizar ese proceso, no deberían hacerlo ahora. Deberían esperar a ese futuro lejano, cuando podrán hacer muchísimas más cosas.
Podríamos detectarlos…
Así que, si los investigadores están en lo cierto, las civilizaciones extraterrestres existen. Sin embargo, ya han explorado gran parte de la galaxia y ahora son difíciles de observar. Quizá incluso estemos viviendo en una región del espacio que pertenece a una de estas civilizaciones. Lo más interesante de todo este planteamiento, es que podría ser posible detectar las señales de una civilización durmiente.
Estamos hablando de una espera de muchísimo tiempo. Así que la idea es buscar la ausencia de ciertos procesos. Es decir, todo aquello que pueda destruir recursos útiles para esa civilización. Así, los investigadores plantean que deberíamos buscar señales de interrupción de diferentes fenómenos. Por ejemplo, estrellas que han dejado de convertir masa. O estrellas que no explotan y forman agujeros negros.
También podría tratarse de viento intergaláctico que no envía gas fuera de la galaxia. O incluso algún proceso que evite los choques entre galaxias. Podemos ir aun más lejos. Podríamos, incluso, fijarnos en señales de que dos cúmulos galácticos, que deberían estar separándose por la expansión del universo, no lo hacen. De momento no hemos visto ninguna señal que indique nada de esto sucede. Pero los investigadores comentan que hay que prestar atención a zonas en las que pueda estar sucediendo.
…o podríamos enfadarlos
Otra forma es detectar a estas civilizaciones es molestarlos. Si podemos interferir con sus herramientas, nos daríamos cuenta de que algo sucede. Eso sí, la reacción quizá no nos guste. Por ejemplo, podríamos iniciar un proceso que los enfade de verdad. Como lanzar sondas auto-replicantes que lleven nuestra infraestructura por todo el universo. Si los aestivadores son una civilización competente, tendrán robots guardianes que lo detendrán. Entrar en guerra con una supercivilización no es la propuesta más atractiva…
Pero como quizá hayas supuesto, esta teoría es muy exótica. Tanto que, como es de esperar, ha encontrado detractores. Es cierto que ofrece una explicación elegante para la Paradoja de Fermi, pero tiene sus lagunas. Por ejemplo, ¿es lógico para una civilización ignorar todo este tiempo (billones de años) y dejar a un lado todos los avances computacionales que podrían conseguir si no se dedican a aestivar?
Además, es una estrategia arriesgada. Supongamos que realmente hay una civilización durmiente ahí fuera. Es de suponer que habrá otras civilizaciones igual de avanzadas (o casi). También es razonable pensar que, seguramente, no todas estén interesadas en aestivar. Así que cualquiera de esas civilizaciones podría ver la oportunidad como un momento de vulnerabilidad para atacarles. Sería el momento ideal para eliminar a una civilización rival.
La complicada respuesta a la Paradoja de Fermi
Quizá te sorprenda saber que, en realidad, los investigadores no creen en esta hipótesis. Sin embargo, piensan que hace falta revisar todas las hipótesis. Incluso las que parecen menos plausibles. Si no, no lo llamaríamos ciencia. Además, quién sabe, quizá en miles de millones de años, si es que sobrevivimos, seamos nosotros mismos los que estemos interesados en considerar la posibilidad de la aestivación…
Asimismo, el punto positivo es que este estudio también aporta nuevas cosas que buscar. Galaxias que no tengan muchas estrellas masivas. O que pierdan poco gas. O que estén siendo movidas de manera extraña. Cosas que sólo podríamos atribuir a la influencia de una civilización muy avanzada. Algo al alcance de civilizaciones de tipo III en la Escala de Kardashov. Sea lo que sea, este es solo otro paso más para, algún día, dar con la respuesta a la Paradoja de Fermi…
El estudio es Anders Sandberg, Stuart Armstrong y Milan M. Cirkovic; «That is not dead which can eternal lie: the aestivation hypothesis for resolving Fermi’s paradox». Aceptado para su publicación en la revista Journal of the British Interplanetary Society. Puede consultarse en arXiv.
Referencias: Gizmodo
Un artículo muy interesante.
No me parece probable que los extraterrestres estén hibernando. En mi opinión unos seres más desarrollados que nosotros tendrán más actividad, sobre todo intelectual, que nosotros. Quizá sean indetectables porque necesitarán mucha menos energía que nosotros para sus procesos mentales y para mantenerse vivos. Su actividad requeriría cambios de potencial tan pequeños que no los podríamos medir, o si los detectáramos no los relacionaríamos con la inteligencia. Además, podría ser que sus cuerpos no sean compactos y distinguibles, sino que estarían hechos de partículas dispersas comunicadas entre sí por señales tan débiles que no podamos sentirlas. Quizá haya átomos de nuestros cuerpos compartidos con seres dispersos.
Quizá es como si fuéramos bacterias en un cerebro, sin comprender que estamos en un ser inteligente. Este a su vez no sería consciente de que estaríamos compartiendo su espacio y quizá hasta su materia.
¡Gran artículo! Es la mejor versión en español de este tema que se encuentra en la red. Solo una correción: en inglés, «billion» significa «mil millones» (billón, en español, es un millón de millones). Por eso, cuando dices «billones (con b)» deberías decir «miles de millones».
Hola Aitor. No. Cuando digo billones con b es que de verdad se habla de billones (trilions en inglés).