Tras el descubrimiento de fosfina en la atmósfera, hay mucha atención puesta en las misiones a Venus que, en los próximos años, ayudarán a entender mejor qué está sucediendo. Parece que podemos esperar ver mucha más atención puesta en el planeta en un futuro no muy lejano…

Las misiones a Venus serán un gran interés

El descubrimiento de fosfina en las capas altas de la atmósfera de Venus ha sido una gran noticia. En la Tierra, la fosfina es de origen biológico, por lo que es una señal de la presencia de vida. Si su origen no es ese, es necesario una gran cantidad de energía para poder crearlo. En lugares como Júpiter o Saturno, sus atmósferas tienen la suficiente energía para lograrlo. Por lo que no es sorprendente que esté presente allí. Venus, sin embargo, es un planeta mucho más pequeño. En teoría, no debería haber ninguna fuente lo suficientemente potente para crear fosfina.

Concepto artístico de la detección de fosfina en la atmósfera de Venus. Crédito: ESO/M. Kornmesser/L. Calçada/ NASA/JPL-Caltech/Royal Astronomical Society

No hace falta ninguna genialidad, teniendo esto en cuenta, para concluir que enviar misiones a Venus sería tremendamente útil. La fosfina se destruye con facilidad gracias a la radiación ultravioleta. Por lo que, para esté presente en Venus, algo debería estar reponiéndola. Podría ser algún tipo de microorganismo. No es la posibilidad más plausible, como explicaron los investigadores, o bien podría ser el producto de algún proceso químico que todavía no se ha descubierto. Pero, sea como fuere, para encontrar las respuestas habrá que ir allí.

Aquí es donde Breakthrough Initiatives se convierte en un actor inesperado e intrigante. Hay que recordar que se trata del proyecto de Yuri Milner, un millonario ruso, físico y filántropo, que ha utilizado parte de sus enormes recursos para financiar las actividades de Breatkhrough. En ellas se encuadran la interesante Breatkhrough Starshot, que quiere enviar pequeñas sondas a Alfa Centauri en las próximas décadas, o Breakthrough Listen, que es una de las búsquedas de señales de vida inteligente extraterrestre más ambiciosas de los últimos tiempos.

Breakthrough Initiatives se apunta a la búsqueda

En una nota de prensa, Breakthrough Initiatives ha explicado que van a financiar la investigación de búsqueda de vida en las nubes de Venus. Algo que no debería resultar sorprendente, porque la búsqueda de vida extraterrestre es uno de los grandes objetivos del conjunto de iniciativas de Breakthrough. No parece, además, que se trate de una simple ocurrencia. Su objetivo es estudiar el descubrimiento de fosfina. El equipo de investigadores estará liderado por la doctora Sara Seager, científica planetaria y profesora del MIT.

Planean misiones a Venus para estudiar su atmósfera
Concepto artístico de un róver propulsado por viento en Venus. Crédito: NASA/JPL-Caltech

El equipo estará compuesto por físicos, astrónomos, astrobiólogos, químicos e ingenieros. Su objetivo será profundizar en qué sucede en la atmósfera del planeta. En la Tierra, es producto de microorganismos y de seres humanos que usen una fuente de energía. Aunque no se conoce el mecanismo biológico exacto, está asociado con la ruptura de materia orgánica llevada a cabo por bacterias. La fosfina está presente en ciénagas y marismas, así como en las tripas de los animales. Pero, hay que incidir en ello, eso es en la Tierra.

No hay ningún motivo por el que la fosfina en Venus tenga que estar, obligatoriamente, conectado con la vida. Lo único que se plantea es que, en el caso del planeta, no se sabe qué otro método podría provocarlo. Por lo que lo lógico es llevar misiones a Venus que permitan entender qué está sucediendo. A fin de cuentas, cómo decían los investigadores del estudio, la detección de fosfina no es una evidencia robusta de vida. Solo es una señal de que en Venus hay química anómala y que todavía no ha sido explicada.

¿Cómo obtener la información necesaria a través de próximas misiones a Venus?

La única forma de obtener respuestas es, simplemente, obtener más datos. Para ello, habrá que enviar naves a la atmósfera de Venus. Lo interesante es que servirá, además, para compensar la falta de atención, por llamarlo de alguna manera, respecto a Venus en las últimas décadas. Marte, y satélites como Encélado y Europa, han sido nuestro principal objetivo. A lo largo de los años, a pesar de todo, ha habido propuestas sobre misiones que podrían llevarse a cabo en Venus. Una de las más recientes, seguramente, es VERITAS.

Concepto artístico de la misión BREEZE. Crédito: CRASH Lab, University at Buffalo.

La misión de la NASA, que todavía no ha sido aprobada, se lanzaría en 2026. Su objetivo en la actualidad, sin embargo, sería explorar la superficie para entender la geología e historia de Venus. No se centraría en la atmósfera. BREEZE, otra posible misión, planteada por el Crashworthiness for Aerospace Structures and Hybrids Laboratory de la Universidad de Búfalo. Se trataría de una nave capaz de imitar el comportamiento de una mantarraya. Sacudiría sus alas, como una mantarraya sus aletas pectorales, para generar sustentación en la atmósfera de Venus.

BREEZE daría una vuelta al planeta, cada entre cuatro y seis días, en las capas altas de la atmósfera. Utilizaría energía solar y estudiaría los patrones atmosféricos y la actividad volcánica. Además, recogería muestras de la atmósfera. Además, la compañía Black Swift Technologies, también ha recibido financiación de la NASA para desarrollar un vehículo capaz de navegar la atmósfera de Venus. Aprovecharía su viento para volar. DAVINCI es otra iniciativa. Un aterrizador que, en su viaje a la superficie, podría analizar la atmósfera.

Venus no ha sido completamente ignorado en los últimos años

A pesar de todo, Venus no ha caído en el olvido. La sonda Venus Express, de la Agencia Espacial Europea, terminó su misión en 2014, tras pasar nueve años en órbita. La sonda Akatsuki, de Japón, sigue estudiando el planeta. Lleva diez años en funcionamiento alrededor de Venus. Antes de este descubrimiento, ya se estaban planteando otras misiones, por parte de agencias como Roscosmos. El mayor inconveniente, probablemente, es que se diseñaban con el objetivo de entender otras cuestiones, muy alejadas del hallazgo de fosfina.

DAVINCI es solo uno de los conceptos de las posibles misiones a Venus que podríamos ver en el futuro.
Concepto artístico del aterrizador DAVINCI. Crédito: NASA/GSFC

De ahí que nos encontremos conceptos, como algunos de los ya mencionados, que centran su atención en la superficie. Para poder estudiar la atmósfera, será necesario diseñar una misión diferente. Algunos de los vehículos planteados podrían ser adaptados, sin duda alguna, para poder llevar a cabo una tarea diferente a la que se propuso inicialmente. Pero probablemente haya que esperar todavía un buen puñado de años para que veamos las primeras misiones a Venus, con el objetivo de entender mejor el origen de la fosfina.

Sea como fuere, lo importante es que no debería pasar mucho tiempo hasta que veamos la aparición de misiones con ese objetivo específico en mente. El descubrimiento ha provocado que Venus suba muchos puestos en la lista de lugares más interesantes que explorar del Sistema Solar. Ni mucho hay que esperar que se vaya a encontrar vida allí. El primer paso es comprender cómo son las condiciones en un mundo tan diferente al nuestro. Después, llegará el momento de profundizar, ahora de verdad, en cómo funciona un mundo que todavía es un desconocido…

Referencias: Universe Today