HD 21749c es un exoplaneta muy especial para el telescopio TESS. El sucesor del exitoso Kepler ha descubierto su primer mundo similar a la Tierra. Pero, a pesar de que tiene un tamaño similar, sus condiciones son muy diferentes a las de nuestro hogar…

HD 21749c es un mundo infernal

Hay que recordar que el telescopio TESS (por las siglas en inglés de Transiting Exoplanet Survey Satellite) tiene por delante una tarea monumental. Su misión es suceder al telescopio Kepler, responsable del 70% de los más de 4 000 exoplanetas descubiertos hasta la fecha. Por delante tiene una tarea monumental. Pero se espera que sus resultados sean todavía mejores. A fin de cuentas, se lanzó en 2018 y tiene tecnología sensiblemente más avanzada que la de su predecesor. Debería ser cuestión de tiempo que logre buenos resultados.

Concepto artístico del telescopio TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite). Crédito: MIT

Por eso, el hallazgo de HD 21749c es una buena noticia. Es el primer mundo, de un tamaño similar a la Tierra. Orbita en torno a la estrella HD 21749, a 53 años-luz del Sistema Solar. Se trata de una enana naranja. Una estrella con alrededor del 68% de la masa del Sol. En realidad, no es la primera vez que oímos hablar de este sistema. Ya en enero de 2019 se anunció el descubrimiento de HD 21749b, un mundo más masivo que el nuestro. Tiene un tamaño ligeramente inferior al de Neptuno. En aquel momento ya se sugería que podría haber otro planeta.

Lo cierto es que todavía no hay demasiada información sobre HD 21749c. Su existencia se ha confirmado y se sabe que tiene un tamaño similar al de nuestro planeta. Pero eso no es suficiente para afirmar que sea habitable. De hecho, también se conoce su órbita, y es el primer varapalo en ese sentido. Apenas tarda 7,8 días en completar una vuelta alrededor de su estrella. Dicho de otro modo, está demasiado cerca y se encuentra lejos de la zona habitable. Se trata de un mundo infernal. Pero su hallazgo no deja de ser una buena noticia…

El complicado trabajo de TESS

Porque TESS tiene por delante una misión complicada. Cabe recordar que este telescopio utiliza el método de tránsito. La técnica consiste en observar la luz de una estrella y observar posibles caídas en su brillo. Se trata de variaciones pequeñísimas que, lógicamente, van en función también del tamaño del objeto que pase por delante. Dependiendo de la intensidad de esa caída, se puede deducir si estamos observando un planeta de un tamaño u otro. En el caso de TESS, el objetivo es encontrar mundos cercanos al Sistema Solar.

HD 21749c: primer exoplaneta similar a la Tierra de TESS
Concepto artístico de HD 21749c en primer plano y, en la distancia, HD 21749b. Crédito: Robin Dienel, courtesy of the Carnegie Institution for Science

Lugares que, después, podrán ser analizados con herramientas como el telescopio James Webb. Su lanzamiento está planeado para 2021 y se espera que tenga la capacidad de analizar las atmósferas de muchos de esos exoplanetas. Todos los descubrimientos que se puedan hacer hasta entonces serán de gran ayuda. Especialmente en el caso de planetas que tengan un tamaño similar al de la Tierra. Aunque TESS por sí mismo no será suficiente para extraer toda la información necesaria. Por ejemplo, no se puede calcular la masa con esa técnica.

Para conseguir ese tipo de información es necesario recurrir a otros instrumentos y observatorios. Es el caso del Planet Finder Spectrograph, un instrumento instalado en el telescopio Magallanes II en el observatorio de Las Campanas, en Chile. Se trata de un espectrógrafo, que separa la luz procedente de un objeto celeste (como una estrella) y permite analizar sus diferentes longitudes de onda. De esta manera, es posible determinar cuál es la influencia gravitacional que ejerce, por ejemplo, un planeta sobre su estrella.

¿Qué sabemos de HD 21749c y HD 21749b?

En el caso de HD 21749c, de momento no se sabe gran cosa, como ya veíamos anteriormente. Tiene un tamaño similar a la Tierra y su órbita es muy pequeña, tardando casi 8 días en completar una vuelta alrededor de su estrella. No se sabe qué masa podría tener. Pero es algo que se espera determinar próximamente. No está en la zona habitable y su temperatura en superficie será muy elevada. Algo fácilmente deducible de su distancia a su estrella y el tipo de astro en torno al que orbita. De HD 27149b sí que se ha logrado obtener más información.

Concepto artístico del telescopio TESS observando exoplanetas. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center, edited by MIT News

Se trata de un planeta con un tamaño ligeramente inferior a Neptuno. Tiene una órbita de 36 días y es, por ahora, el planeta con la órbita más larga de todos los detectados por TESS. Es 2,7 veces más grande que nuestro planeta y tiene unas 23 veces su masa. Por su distancia a la estrella HD 21749, se calcula que debe tener una temperatura de unos 150ºC. Ninguno de los dos objetos parecería, por tanto, especialmente interesante. A pesar de eso, se va a seguir estudiando HD 21749c para conseguir definir sus características. Es un mundo pequeño y similar al nuestro.

Porque, aunque no sea habitable, permitirá compararlo mucho mejor con nuestro planeta. Cada paso, en ese sentido, será útil para la misión de TESS. No solo se espera que consiga descubrir muchos más mundos que Kepler. También que muchos de ellos sí sean planetas rocosos en la zona habitable de sus respectivas estrellas. Por lo que cada paso, que permita conseguir ese objetivo, será una gran ayuda para la misión. Todavía queda mucho camino por recorrer, en cualquier caso, para saber si TESS está cumpliendo con su misón como se esperaba…

En busca de conocer mejor nuestro entorno

Tras el éxito del telescopio Kepler, las esperanzas en TESS son muy elevadas. Su búsqueda se centra en exoplanetas más cercanos al nuestro, que serán estudiados, después, con nuevas herramientas. No es fácil saber cuántos mundos descubrirá este nuevo observatorio de la NASA, pero si todo sale según lo previsto, supondrá un gran empujón para comprender mejor cómo es el entorno del Sol. ¿Con qué frecuencia podemos encontrar planetas en las estrellas a nuestro alrededor? ¿De qué tipo son esos planetas? ¿Rocosos como el nuestro?

Recreación de un atardecer en el exoplaneta Gliese 667Cc. La estrella más cercana es la enana roja Gliese 667 C, en la derecha aparecen Gliese 667 A y Gliese 667 B, las tres forman parte de un sistema solar triple. Crédito: ESO/L. Calçada

Los investigadores esperan que, en el caso de las estrellas más brillantes y cercanas a la nuestra, se logre encontrar hasta una docena de planetas con un tamaño similar al de la Tierra. Ese solo será un requisito para saber si podrían albergar algún tipo de vida. Después de detectarlos, habrá que determinar si están en la zona habitable. También si tienen una masa similar a la de nuestro mundo. Y, finalmente pero no menos importante, estudiar la composición de su atmósfera, si es que la tiene. Es un camino muy largo con un objetivo claro.

Encontrar otros planetas con condiciones similares a las de la Tierra, hará que sea más fácil estudiarlos y comprobar si podrían tener algún tipo de vida o no. Si en algún caso no es así, pese a ser muy parecido al nuestro, podremos concluir que debe hacer falta algo más para que un planeta parecido a la Tierra esté habitado. Si es al revés, quizá se concluya que la vida, en planetas como el nuestro, podría ser muy abundante. La única forma de saber todo esto, sin embargo, es seguir adelante con las observaciones. No solo de TESS, sino la de otros telescopios que están por llegar…

Estudio

El estudio es D. Dragomir, J. Teske, M. Günther, D. Ségransan et al.; «TESS Delivers Its First Earth-sized Planet And A Warm Sub-Neptune». Publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters el 15 de abril. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Space