Un grupo de astrónomos ha concluido que Próxima Centauri podría tener otro planeta a su alrededor. Se sumaría al ya descubierto Próxima b. Aunque, en este caso, si finalmente se confirma, no albergar esperanzas de que fuese habitable…

Próxima Centauri podría tener otro planeta a su alrededor… pero sería muy diferente a Próxima b

Hay que dejar claro, antes de profundizar más en esta noticia, que solo estamos ante un posible candidato. Es decir, no está claro que haya, realmente, un planeta más que haga compañía a Próxima b. De ser así, se convertiría en el segundo exoplaneta más cercano. Relegaría a Ross 128b al tercer lugar. Pero, de momento, lo único que sabemos es que Próxima Centauri es el hogar de un planeta terrestre, con un tamaño similar a la Tierra, dentro de su zona habitable. De existir un segundo planeta, lo conoceremos como Próxima c.

Próxima Centauri podría tener otro planeta a su alrededor
Concepto artístico del planeta, Próxima b, orbitando alrededor de su estrella, con Alfa Centauri A y B al fondo. Crédito: ESO/M. Kornmesser

Pero por ahora solo sabemos que hay motivos para pensar que podría estar ahí. Así lo ha anunciado un grupo de investigadores de la Universidad de California y la Universidad de Creta. Se basan en las observaciones hechas con el instrumento HARPS, que está instalado en un telescopio del Observatorio Austral Europeo. Así, se ha llegado a la conclusión de que Próxima Centauri podría tener otro planeta a su alrededor. Algo que se puede intuir a partir del tirón gravitacional ejercido en su estrella. Es una de las técnicas para descubrir exoplanetas.

Ese mismo instrumento es el que permitió descubrir la existencia de Próxima b. De este mundo sabemos muchas más cosas. Está en la zona habitable, a la distancia apropiada para poder tener agua líquida en su superficie. Sin embargo, no está claro que tenga las condiciones apropiadas. Su estrella es muy activa. Es posible que, por tanto, no haya sido capaz de retener su atmósfera. Si es así, no podría tener agua líquida en su superficie. Y, por supuesto, podemos olvidarnos, sin esos requisitos, de la idea de que pueda tener vida…

Muchas dudas en el aire

Lo que sí está claro, es que estas cuestiones no serán importantes en el caso de Próxima c, si es que finalmente existe. Por un lado, se calcula que debería tener al menos seis veces la masa de la Tierra. También debería orbitar a 1,5 unidades astronómicas de su estrella. Es decir, incluso más lejos de lo que nuestro planeta lo está del Sol. Teniendo en cuenta que Próxima Centauri es una estrella más pequeña y fría, las consecuencias de esa distancia son obvias. Estaría muy alejado de la zona habitable de su estrella. No sería habitable.

Concepto artístico de la superficie de Próxima b. En el horizonte se puede ver a Próxima Centauri y, en la lejanía, al sistema binario que forman Alfa Centauri A y B. Crédito: ESO/M. Kornmesser

Su temperatura, con toda probabilidad, oscile alrededor de los -234ºC. Esa distancia, además, es la que hace que sea tan difícil confirmar si Próxima c existe realmente. Su influencia gravitacional en la estrella es muy débil. Los investigadores creen que tienen motivos para pensar que están en lo cierto, pero por ahora solo es una sospecha. Sus resultados ya han sido publicados en un estudio que, en estos momentos, todavía está bajo revisión. Por lo que, probablemente, en no mucho tiempo tendremos más información sobre este hipotético exoplaneta.

Para confirmar su existencia, es posible que el telescopio Gaia pueda ayudar. Se cree que debería poder detectar el planeta en las observaciones que está llevando a cabo. No hay que olvidar que el objetivo de Gaia es muy ambicioso. Busca crear un mapa de tres dimensiones de la Vía Láctea. No hace mucho tiempo, se publicó su segundo catálogo de datos. Contiene la información de unos 1 700 millones de estrellas. Así como de observaciones de algunas galaxias cercanas a la nuestra. Podría ser una herramienta perfecta para comprobar si está ahí.

Un lugar de estudio ideal

No es sorprendente que Próxima Centauri siga siendo un foco de estudio. No solo por todo lo referente a Próxima b y las cuestiones sobre si podría ser habitable o no. En estos momentos, hay más motivos para creer que no es así. Los últimos estudios son poco prometedores. Por su cercanía, a solo 4,24 años-luz del Sistema Solar, es un lugar perfecto para buscar posibles nuevos mundos. A esa distancia, nuestros telescopios podrían observarlos y estudiar su atmósfera, por poner un ejemplo.

Concepto artístico de Breakthrough Starshot. Crédito: Breakthrough Initiatives

Próxima b, por sí mismo, es un objetivo más que interesante. Pero descubrir otros exoplanetas, en torno a la misma estrella, abriría muchas otras posibilidades. Podríamos analizar mundos muy diferentes al nuestro. Así como comprender, también, cuál fue el proceso de formación del sistema planetario que rodea a esta pequeña enana roja. Por lo que cada descubrimiento, en ese sentido, será de gran ayuda. También tenemos en el horizonte, aunque lejano, la misión de Breakthrough Starshot. Busca visitar el sistema de Alfa Centauri en las próximas décadas.

Si se convierte en realidad, veremos pequeñas sondas viajando a un 20% de la velocidad de la luz para alcanzar el sistema estelar más cercano en apenas algo más de dos décadas. Así que todos los descubrimientos que se puedan realizar en los próximos años serán muy interesantes. Nos permitirán estar mejor preparados. Quizá, incluso, en no mucho tiempo podamos aspirar a obtener una imagen directa de Próxima b o, si existe, Próxima c. No será una imagen espectacular, pero la idea no deja de ser muy intrigante…

Referencias: Space