China ha lanzado la misión Chang’e 5 a la Luna. Su gran objetivo es traer muestras de nuestro satélite. Algo que se hizo por última vez en la década de los 70. En aquella ocasión fue Estados Unidos a través del programa Apolo y la Unión Soviética con Luna 24. Para el país asiático, es un gran paso en su programa de exploración espacial.

Chang’e 5 sigue los pasos del programa Apolo

China ha lanzado su misión Chang’e 5 desde el Centro Espacial Wenchang, en la provincia de Hainan, a bordo de un cohete Long March 5. El lanzamiento se produjo a las 4:30 del 24 de noviembre en horario local. Si todo sale según lo previsto, la misión será capaz de traer muestras del satélite hacia mediados de diciembre. La última ocasión en la que se hizo fue con la misión Luna 24, que llevó a cabo la extinta Unión Soviética en 1976. Chang’e 5 tendrá una misión muy ajetreada por delante. Debería llegar a la órbita de la Luna el 28 de noviembre.

China lanza la misión Chang'e 5 a la Luna
Diagrama de la misión Chang’e 5 de China. Crédito: All About Space/Future

Una vez allí, enviará dos de sus cuatro módulos a la superficie lunar. Se tratará del aterrizador y el vehículo de ascenso. Aunque, como viene siendo tradicional en muchas misiones de China, las fechas exactas se han derivado a través de diferentes fuentes. El gigante asiático no ha sido especialmente específico en lo concerniente a las fechas. La misión aterrizará en la región del Mons Rumker, está en el Océano de las Tormentas, que ha sido explorado en diferentes misiones. Entre ellas, destaca especialmente la misión Apolo 12, que sucedió en 1969.

El aterrizador estudiará su entorno con cámaras, un radar y un espectrómetro. Su principal tarea, sin embargo, será recuperar 2 kilos de material lunar. Parte de esas muestras se extraerán de dos metros de profundidad. El trabajo se llevará a cabo a lo largo de dos semanas. Exactamente, en un día lunar, que es el límite del que dispone Chang’e 5 para funcionar, ya que está alimentado por energía solar y no será capaz de funcionar en cuanto llegue la noche lunar. Será un paso muy importante para el programa chino y su exploración de la Luna.

Un material lunar muy interesante

El Mons Rumker contiene rocas que se formaron hace 1200 millones de años. Por lo que la misión Chang’e 5 permitirá entender mejor, una vez traiga las muestras, qué ha sucedido en la historia más reciente (astronómicamente hablando) de la Luna. También ayudará a entender cómo ha evolucionado la Tierra y el Sistema Solar. A fin de cuentas, el material traído durante el programa Apolo, entre 1969 y 1972, es mucho más antiguo. Por lo que estas muestras ofrecerán la oportunidad de estudiar un momento diferente de nuestro satélite.

El aterrizador Chang’e 5 almacenará las muestras en el módulo de ascenso, que las enviará de vuelta a la órbita de la Luna. Allí, se reencontrará con los otros dos elementos de la misión: un módulo de servicio y la cápsula de retorno a la Tierra. El material recogido se depositará en la cápsula de retorno, que será la responsable de transportar el material hasta nuestro planeta. Poco antes de que, finalmente, toque tierra entre el 16 y el 17 de diciembre, la liberará. Después, llegará el momento de maniobrar para regresar a nuestro planeta.

Algo que hace interesante el regreso es que no va a ser como el de la mayoría de misiones que hemos visto a lo largo de las décadas. Generalmente, se hace una reentrada en la que hace falta una protección térmica para que la nave pueda soportar el ingreso en la atmósfera. La nave Chang’e 5 hará algo diferente. Se adentrará en la atmósfera, pero solo hasta unos kilómetros de altura. Después, se adentrará ya definitivamente en nuestro planeta para terminar aterrizando en el interior de Mongolia, en el mismo lugar donde regresan las misiones tripuladas de China.

Una de las misiones más ambiciosas de China

La misión Chang’e 5 es la primera de China que intentará traer una muestra de vuelta a la Luna. Es la sexta misión del programa Chang’e y la más ambiciosa de las que han llevado a cabo hasta ahora. Es un paso más en un programa que de momento ha dado grandes resultados. Las primeras, las misiones Chang’e 1 y 2, fueron lanzadas en los años 2007 y 2010, respectivamente. Ya en 2013, la misión Chang’e 3, que estaba formada por un róver y aterrizador, alcanzaron la superficie del satélite. A ella le siguió la misión Chang’e 5T1.

Imagen de la sonda Chang’e 4 tras su aterrizaje en la Luna. Crédito: Xinhua

Enviada en octubre de 2014, consistió en un prototipo de una cápsula de retorno, en un viaje de ocho días, con el objetivo de preparar la misión Chang’e 5. En enero de 2019, la misión Chang’e 4 se convirtió en la primera que lograba aterrizar en la cara oculta de la Luna. El aterrizador y el róver siguen funcionando, así como el aterrizador de la misión Chang’e 3. El róver, por su parte, finalizó su misión tras 31 meses de trabajo en la superficie de nuestro satélite. Por el momento, se puede decir que todo le está saliendo bien al país asiático.

Chang’e 5 es una misión muy interesante por la oportunidad que va a aportar el análisis de esas muestras de nuestro satélite. Pero, además, es otra misión que se une a las que han tenido lugar, en los últimos años, en las que se están recuperando muestras de diferentes lugares del sistema Solar. Por ejemplo, el 6 de diciembre, la misión Hayabusa2 traerá fragmentos del asteroide Ryugu de vuelta a nuestro planeta. OSIRIS-Rex, de NASA, traerá muestras del asteroide Bennu, que llegarán en 2023. Estamos en un gran momento para la exploración espacial.

Referencias: Space