Un nuevo estudio ha intentado analizar si hay suficiente agua en la atmósfera de Venus para el desarrollo de la vida. La conclusión parece muy clara. Los cielos del planeta más parecido a la Tierra, en cuanto a características físicas, no son ni remotamente hospitalarios para la vida tal y como la conocemos…

La presencia del agua en la atmósfera de Venus

En 2020, un estudio dio mucho que hablar al asegurar que en la atmósfera de Venus se había detectado fosfano. Algo que provocó que se escribiesen ríos de tinta, porque cabía la posibilidad de que su origen fuese biológico. Sin embargo, los propios autores del estudio pusieron en duda sus hallazgos. A fin de cuentas, los gigantes gaseosos (Júpiter y Saturno) también tienen fosfano y su origen es no biológico. Pero, aunque ese estudio no produjese un hallazgo revolucionario, sí animó a otros investigadores a enfrentarse a la misma cuestión.

No hay agua en la atmósfera de Venus para la vida
Recreación artística de la superficie de Venus. Crédito: ESA

Un grupo de investigadores ha querido entender si la atmósfera de Venus podría tener suficiente agua como para que la vida pudiese echar a andar. Algo motivado por un hallazgo llevado a cabo, en 2017, por el microbiólogo John Hallsworth, que descubrió un hongo terrestre capaz de sobrevivir con tan solo un 58,5% de humedad relativa. Son las condiciones más secas en las que se ha logrado detectar actividad biológica. Por lo que, partiendo de esa base, quizá Venus pudiese tener unas condiciones lo suficientemente similares.

Pero la realidad es bastante más dura de lo que quizá pudiésemos imaginar. La cantidad de agua en la atmósfera de Venus es muy inferior a la de la Tierra. Es la cantidad de agua equivalente a un 0,4% de humedad relativa. Es decir, más de 100 veces por debajo del mínimo. Es una distancia demasiado grande respecto a lo que necesita la vida para poder activarse. Es un estudio que, en realidad, lo que hace es descartar una de las pocas esperanzas que quedaba de poder encontrar vida en el planeta, porque la superficie es un lugar infernal…

No es un resultado definitivo, pero…

Para determinar la concentración de agua, los investigadores han recurrido a las mediciones de diferentes misiones enviadas por Estados Unidos y la Unión Soviética en las décadas de los 70 y 80. Por lo que, como indican los investigadores en su estudio, las conclusiones se basan en un conjunto de observaciones directas limitado y, por tanto, incompleto. Sin embargo, añaden que hay pocos motivos para creer que estos resultados pudiesen cambiar, de forma significativa, con la exploración que se lleve a cabo en el futuro. También se han fijado en otras observaciones.

Han analizado las mediciones realizadas por sondas que visitaron otros lugares, descubriendo que las nubes de Júpiter, por ejemplo, podrían tener la cantidad de agua necesaria para que pudiese albergar vida. Los resultados son mucho más optimistas porque hay una capa de nubes, en el gigante joviano, que tendría los requisitos necesarios, en cuanto a agua. Aun con todo, explican que es más fácil descartar la vida en la atmósfera de Venus que demostrar que podría ser posible encontrar algún tipo de vida en Júpiter.

A fin de cuentas, para demostrar que esa capa es habitable, deberían revisar el resto de requisitos imprescindibles para la vida y ver si están presentes. Determinar aspectos como la exposición a luz ultravioleta, o las fuentes de energía disponibles, obligarían a un análisis mucho más pormenorizado y, por tanto, a más exploración. En los próximos años, ya sabemos que habrá nuevas misiones rumbo a Venus. Pero lo único que debería suceder, en este sentido, es que se confirmarán las mediciones que ya se han utilizado en el estudio.

Queda otra pregunta por responder sobre la presencia de agua en Venus…

En el presente no hay nada que haga pensar que venus pudiese albergar vida. Pero se sabe que, al igual que Marte, Venus no siempre fue igual. Hace miles de millones de años, fue un lugar mucho más parecido a nuestro planeta. Es posible que tuviese agua y que, incluso, reuniese las condiciones necesarias para poder albergar vida. Es posible que, en aquel entonces, la vida si llegase a encontrar una oportunidad para desarrollarse. Una de las misiones analizará la atmósfera de Venus y analizará su composición, permitiendo entender su evolución.

Venus, observado en luz ultravioleta en 1979. Crédito: NSSDC Photo Gallery

Es algo que permitiría entender si, en algún momento, la atmósfera se pareció más a la de nuestro planeta y qué sucedió. Al margen de esto, los investigadores esperan que su método pueda ser utilizado en otros entornos. Creen que se podrá aplicar para determinar si algunos exoplanetas, mundos más allá del Sistema Solar, podrían tener la cantidad de agua apropiada. A fin de cuentas, el telescopio James Webb tendrá la capacidad de analizar las atmósferas de exoplanetas rocosos. Por lo que se podrá analizar su cantidad de agua.

En cualquier caso, nos encontraríamos ante el mismo problema que el análisis de la atmósfera de Júpiter. Solo se podría determinar si la proporción de agua es la suficiente. Ni mucho menos bastaría para concluir que pudiese haber vida. Pero no dejaría de ser un primer paso intrigante. Algo que, seguramente, es cuestión de tiempo que termine sucediendo en la búsqueda de vida más allá del Sistema Solar. En cuanto a nuestro pequeño rincón de la Vía Láctea, sigue existiendo la posibilidad de que la hubiese en Marte, Europa, Encélado…

Estudio

El estudio es J. Hallsworth, T. Koop, T. Dallas et al.; «Water activity in Venus’s uninhabitable clouds and other planetary atmospheres«. Publicado el 28 de junio de 2021 en la revista Nature Astronomy. Puede ser consultado en este enlace.

Referencias: Phys