La misión Plato, de la Agencia Espacial Europea, se ha convertido en un foco de actualidad. El motivo llega en forma de buenas noticias. Ha recibido el permiso para seguir con su desarrollo, después de una revisión llevada a cabo a principios de 2022…

La misión Plato se dedicará al estudio de exoplanetas

La revisión de la misión Plato ha permitido comprobar el estado del segmento espacial completo. Es decir, la plataforma de la nave y el módulo de instrumentación. Algo que ha permitido confirmar la solidez de la conexión entre la nave y ese módulo, así como el calendario de desarrollo de los instrumentos, que tendrá una atención especial en la producción de 26 cámaras. Así como la solidez del calendario de desarrollo de la propia nave. Cuando entre en funcionamiento, Plato usará esas 26 cámaras para la búsqueda de exoplanetas.

La misión Plato avanza a la siguiente fase
Ilustración de varias estrellas y exoplanetas. Crédito: NASA/Tim Pyle

Se dedicará al descubrimiento y análisis de exoplanetas que orbiten en torno a estrellas similares al Sol. Este paso crítico se definió, en el caso de Plato, cuando se decidió realizar la misión. Todo se debe a los riesgos que entraña el desarrollo de las cámaras. La revisión se llevó a cabo entre los meses de julio y diciembre de 2021. El equipo de revisión estuvo compuesto por más de 100 empleados de la Agencia Espacial Europea. Se dividieron en dos grupos, uno encargado de la nave y otro del módulo de instrumentación. Después, enviaron sus conclusiones.

La reunión de análisis se llevó a cabo el 11 de enero de 2022. Casi todos los aspectos de la producción, ensamblaje y pruebas, se han llevado a cabo exitosamente. Lo más interesante es que, tras cumplir este paso, puede comenzar la segunda fase del contrato industrial. Ahora, la empresa OHB System AG, junto a Thales Alenia Space (Francia) y RUAG Space System (Suiza), puede comenzar su trabajo. Por delante les esperan un año de mucho trabajo, para poder establecer la base de una de las misiones más interesantes de los próximos años.

El próximo paso no llegará hasta 2023

Habrá que esperar a 2023 para que la misión Plato de su próximo gran paso. En ese momento se llevará a cabo el análisis crítico de diseño de la nave. Permitirá verificar el diseño, detallado, de la nave Plato. Después, se podrá avanzar al ensamblaje de la nave. Así que todavía estamos en una etapa temprana. Desde luego, es destacable que la nave se construirá con la participación de empresas europeas. Es algo que, de vez en cuando, vale la pena recordar. No solo Estados Unidos, Japón, Rusia o China, son capaces de construir naves espaciales.

Europa también está haciendo un gran trabajo en este sentido. La Agencia Espacial Europea espera que la misión permita que se siga acumulando conocimiento sobre los planetas de la Vía Láctea. Todavía queda un camino muy largo por delante, en cuanto a retos, para que la misión Plato pueda aspirar a despegar. De momento, la fecha de lanzamiento está prevista para 2026. La misión seguirá los pasos del telescopio James Webb, porque viajará al punto de Lagrange L2. Allí estará en compañía, entre otras, de naves como el propio James Webb o la sonda Gaia, que está creando un mapa muy detallado de la galaxia y de multitud de objetos en nuestro entorno.

Desde allí, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, y observando en dirección opuesta al Sol, la misión Plato estudiará 200 000 estrellas. Su misión principal tendrá una duración de cuatro años. Utilizará el método de tránsito, consistente en analizar la luz de una estrella, en busca de caídas periódicas en su brillo. Así, se puede determinar la presencia de un exoplaneta alrededor de la estrella que se esté estudiando. El análisis de esos tránsitos permitirá determinar las propiedades tanto de los planetas como de las estrellas.

Un campo que va a avanzar mucho en la década de 2020

Plato es una misión que resulta interesante porque se unirá a TESS, que también está buscando exoplanetas. En los próximos años, el catálogo de mundos descubiertos, en otros lugares de la Vía Láctea, seguirá creciendo. Además, también se está empezando a realizar la transición hacia la caracterización de exoplanetas. Es decir, hacia determinar cómo son esos mundos. No solo para entender cuáles podrían tener condiciones similares a la de la Tierra y, por tanto, ser habitables. También para profundizar en el estudio de otros mundos.

Concepto artístico del telescopio TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite). Crédito: MIT

A fin de cuentas, se descubren desde gigantes gaseosos (incluso más masivos que Júpiter) a mundos más pequeños que la Tierra. Las diferencias entre esos mundos, y los que vemos en el Sistema Solar, permitirán también entender mejor hasta qué punto es común lo que vemos aquí. Por supuesto, la búsqueda de mundos que puedan ser habitables será la gran protagonista. Cabe la esperanza de que, en esta misma década, se logre detectar algún planeta que pueda tener vida. Pero para que eso pueda llegar a convertirse en realidad, hacen falta misiones como esta.

Por eso, que Plato siga adelante es una gran noticia. Los hallazgos realizados hasta ahora ya nos han dejado entrever mundos extremos. Desde planetas gigantes, como Júpiter, en órbitas más pequeñas que la de Mercurio alrededor del Sol, a planetas rocosos más masivos que la Tierra. Son los conocidos como júpiteres calientes y supertierras (respectivamente). Dos ejemplos de cómo lo que observamos en el Sistema Solar es, en realidad, solo una pequeña muestra de la variedad de mundos que alberga la galaxia…

Referencias: Agencia Espacial Europea