Malas noticias para la posibilidad de que haya vida extraterrestre en otros mundos de la Vía Láctea (y del universo). El fósforo, uno de los elementos en los que se apoyan los organismos vivos de la Tierra, podría ser escaso en el cosmos…

El fósforo, uno de seis elementos vitales

La escasez de fósforo y la vida extraterrestre

La espectacular Nebulosa del Cangrejo, el primer objeto del Catálogo Messier

Hay seis elementos esenciales para la vida en la Tierra: hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, azufre y fósforo. Un nuevo estudio sugiere que el fósforo podría ser escaso en otros lugares del universo. Si es así, es posible que la vida extraterrestre tenga muy complicado llegar a desarrollarse. Este elemento es clave en la adenosina trifosfato. Su función es decir a las células cómo almacenar y transferir energía.

Los investigadores han comenzado a buscar el origen cósmico del fósforo y han descubierto varias sorpresas que pintan un panorama un tanto preocupante. El fósforo es uno de los elementos generados en la explosión de una supernova. Es decir, cuando una estrella muy masiva, mucho más grande que el Sol, llega al final de su vida. Sin embargo, las cantidades de fósforo observadas en el universo no parecen encajar con lo que dicen los modelos teóricos.

No todas las supernovas parecen producir la misma cantidad de fósforo. Así que, teniendo en cuenta que es uno de los elementos clave de la vida, puede indicar que en algunos mundos, aunque se reuniesen el resto de requisitos, es posible que los organismos nunca lleguen a existir porque tenga poco fósforo. Todo depende de cuánto pueda encontrarse en el entorno de un planeta cuando está formándose.

En busca de las diferencias

Esta imagen combina los espectros infrarrojo (en rojo), visible (verde) y ultravioleta (violeta) de la Nebulosa del Cangrejo.
Crédito: J. Greaves

Los investigadores han utilizado el telescopio William Herschel (llamado así por el célebre astrónomo), ubicado en La Palma en las Islas Canarias. Con él, han buscado la luz infrarroja del fósforo y el hierro de la Nebulosa del Cangrejo. Esta nebulosa, como quizá sepas, fue producida por la explosión de una supernova que fue visible hacia el año 1054 de nuestra era. Los astrónomos chinos de la época dieron cuenta de la observación. En el centro de la Nebulosa del Cangrejo, que está a 6.500 años-luz, en la constelación de Tauro, hay un púlsar.

Este resto de supernova es el segundo que se estudia en busca de fósforo. El primero fue Cassiopeia A (abreviado Cas A). Así que compararon ambos restos para ver si había diferentes proporciones de fósforo y hierro. El primer elemento es importante para la vida. El segundo, hasta cierto punto, también, porque es una parte importante del núcleo de la Tierra. Es ahí donde, por ejemplo, se genera el campo magnético de nuestro planeta.

 

Las observaciones de la Nebulosa del Cangrejo se realizaron en noviembre de 2017. Ahora es cuando están comenzando a obtener los resultados. La conclusión, según los investigadores, es clara. Hay mucho menos fósforo que en Cas A. Las dos explosiones produjeron proporciones diferentes. Es posible que esa discrepancia, según los investigadores, se deba a que la estrella que explotó en Cassiopeia A era muy masiva.

El papel del fósforo

Esta imagen indica la cantidad de fósforo en parte de la Nebulosa del Cangrejo y, en gris, en Cassiopeia A.
Crédito: IAC

La otra posibilidad es que, simplemente, necesiten observar de nuevo la Nebulosa del Cangrejo. El problema de las observaciones de noviembre es que hubo varias noches con niebla, que dificultaron mucho observar el firmamento. Así que es posible que la explicación sea que no detectaron regiones de la Nebulosa del Cangrejo que sí son más ricas en fósforo. Pero, si no fuese así, quiere decir que la cantidad de fósforo emitida al espacio puede ser muy diferente entre supernovas.

Así que es posible que haya regiones del espacio en el que el fósforo sea un elemento muy escaso. Encima podemos complicar las cosas un poco más. Según los investigadores, solo algunos de los minerales que contienen fósforo (y que seguramente llegaron a la Tierra a través de meteoritos) eran lo suficientemente reactivos para terminar formando parte del proceso de creación de las primeras moléculas de la vida.

 

 

El panorama en ese sentido es intrigante. La consecuencia más sencilla es que un planeta podría formarse en un entorno en el que no haya ese fósforo reactivo. Es decir, que naciese cerca de una supernova que no produjo suficiente fósforo. En ese caso, sería como si no hubiese tenido suerte en una especie de lotería cósmica. Aunque reuniese el resto de requisitos, quizá ese mundo nunca llegaría a desarrollar vida.

Hacen falta más observaciones

Imagen compuesta por el espectro de rayos X y visible de la Nebulosa del Cangrejo, en la que se muestra la emisión del púlsar en su centro.
Crédito: NASA

Pero, por otro lado, no hay que perder de vista el hecho de que estamos hablando de observaciones de dos supernovas. Es una muestra muy limitada y, seguramente, en el futuro los investigadores harán más observaciones. Es necesario para poder tener una imagen lo más aproximada posible de cuál es la abundancia de este elemento. Si realmente cada supernova produce cantidades diferentes, serán malas noticias…

En cualquier caso, no hay que olvidar que, en el fondo, tampoco sabemos cómo apareció la vida en nuestro planeta. Ni si es posible que aparezca en otros mundos. La opinión de muchos científicos es que sí, debería haber vida en otros lugares de la Vía Láctea. Sin embargo, de momento no se ha encontrado señal alguna de que haya otros planetas que contengan vida extraterrestre. Por lo menos nada que hayamos reconocido así.

Habrá que prestar atención, porque estos investigadores van a estudiar otras supernovas. Si el fósforo resulta ser un elemento raro, la vida en otros lugares de la galaxia podría ser mucho menos frecuente de lo que pensamos/nos gustaría. Por ahora, solo queda esperar y prestar atención a lo que se vaya publicando. Lo importante es que, poco a poco, vamos comprendiendo qué podemos esperar descubrir en otros sistemas planetarios, e incluso aquí, en el Sistema Solar.

El estudio todavía no está disponible, ya que será presentado por los investigadores Jane Greaves y Phil Cigan en la Semana Europa de la Astronomía y la Ciencia Espacial que se celebra en Liverpool, Inglaterra.

Referencias: Phys.org