La misión del telescopio Kepler ha anunciado el descubrimiento de 1.284 nuevos exoplanetas. Es la mayor cantidad de exoplanetas confirmados de una sola tirada y nos permite aumentar la cantidad de mundos que conocemos, más allá del Sistema Solar, en un 60 por ciento…
Mejorando nuestra percepción del universo
Con la inclusión de estos nuevos objetos, ya conocemos alrededor de 3.200 exoplanetas y, de ellos, 2.235 han sido observados por el telescopio Kepler. Destacan especialmente nueve mundos rocosos que podrían ser capaces de permitir la presencia de vida en su superficie o, dicho de otro modo, que están en la zona habitable de sus estrellas.
Todo esto es importantísimo. En las últimas décadas, nuestra percepción del universo ha ido cambiando a pasos agigantados. Hace cosa de treinta años, creíamos que los planetas eran raros, y que la mayoría de estrellas estaban solas en la galaxia. A medida que ha ido pasando el tiempo, esa concepción ha ido cambiando, hasta llegar al presente. Ahora, sabemos que la mayor parte de estrellas de nuestra galaxia tienen sistemas planetarios, y que el 25% de todas las estrellas normales (es decir, las que están en su secuencia principal) de la Vía Láctea tienen planetas, con un tamaño similar al de la Tierra, en su zona habitable.
En nuestra galaxia hay unos 70.000 millones de estrellas en su fase de secuencia principal, así que es fácil hacer el cálculo. Estamos hablando de que, en toda la Vía Láctea, podría haber decenas de miles de millones de planetas, con un tamaño similar a la Tierra, potencialmente habitables. Este dato, de por sí, no es suficiente para saber si estamos solos en el Universo, pero sirve para añadir más madera para dar con la respuesta a la pregunta del millón.
Un telescopio de récord
El telescopio Kepler, con un coste aproximado de unos 600 millones de dólares, fue lanzado en marzo de 2009 con la tarea de determinar hasta qué punto son comunes los planetas, similares a la Tierra, en la Vía Láctea. Para ello, detecta la posible presencia de planetas alienígenas por medio de la pequeña reducción de brillo que provocan al pasar por delante de su estrella (algo a lo que llamamos tránsito), desde nuestra perspectiva.
Esto también esconde otra lectura que puede resultar no muy evidente. No sabemos cuantos planetas hay, alrededor de otras estrellas, que no podemos ver desde la Tierra porque, simplemente, su órbita nunca les lleva a pasar por delante de ella desde nuestra perspectiva. Quizá sean muy pocos, o quizá sean incluso muchos más de los que sí podemos ver, lo que afectaría enormemente a la cantidad de planetas que podría haber en la galaxia.
En cualquier caso, la misión principal de Kepler terminó, en mayo de 2013, cuando dos de las cuatro ruedas de reacción fallaron, eliminando la capacidad del telescopio de mantener su lente apuntando con precisión para poder observar el paso de los planetas. Ahora, con un objetivo diferente, el telescopio Kepler sigue en operación en una nueva misión. En la original se encontraron más de 4.000 candidatos a planetas que debían ser confirmados en estudios posteriores.
Una nueva técnica
Lo más importante del anuncio de ayer no es tanto la cantidad de planetas descubiertos, si no el hecho de haber empleado una técnica nueva para verificar su existencia. Hasta el momento, los astrónomos solían validar los hallazgos de Kepler observando los candidatos a través de instrumentos ubicados aquí en la Tierra. Es un método efectivo, pero más bien lento. Ahora, el equipo de investigadores ha explicado que han utilizado un análisis estadístico que les ha permitido dar con un método de confirmación basado en la probabilidad.
Esta técnica se apoya en las simulaciones por ordenador para determinar cuál es la posibilidad de que una reducción de brillo en particular fuese producida por el paso de un planeta, en lugar de por algún impostor, como una estrella o una enana marrón. En este sistema, cualquier candidato con más de un 99 por ciento de posibilidades de ser un exoplaneta se considera validado y pasa a formar parte del catálogo de planetas descubiertos hasta el momento.
¿La ventaja de todo esto? Pues que el equipo ha cogido el método y lo ha aplicado a todos los candidatos que fueron descubiertos por Kepler durante su misión original. De ahí, se han confirmado 984 exoplanetas que ya habían sido validados, y se han identificado 1.284 nuevos mundos. Hay otros 1.327 que, probablemente, sean planetas pero que necesitan más investigación porque no llegan a ese 99% de certeza, y otros 707 que son, muy probablemente, falsos positivos.
De estos 1.284 nuevos planetas, 550 son lo suficientemente pequeños como para poder ser rocosos, podría tratarse de supertierras o mini-neptunos, y nueve de ellos podrían ser capaces de albergar vida, lo que eleva el número de planetas confirmados por Kepler, que se encuentren en la zona habitable de sus estrellas, a 21. Hay otros 15 mundos, aproximadamente, que también podrían ser rocosos y estar en la zona habitable pero que todavía necesitan confirmación.
Comenzamos a ver las líneas generales
De todos modos, no hay que perderse en las cifras. Sí, es impresionante que hayamos confirmado más de mil planetas de una tacada, pero en el fondo, lo que nos permite es comenzar a comprender las líneas generales de cuál es la población de planetas de la galaxia. Gracias a los datos del telescopio Kepler nos hemos encontrado con muchas supertierras y mini-neptunos (planetas más grande que la Tierra pero mucho más pequeños que los gigantes gaseosos que podemos encontrar en el Sistema Solar).
Kepler nos ha enseñado que hay muchos planetas de este tipo que, curiosamente, no tienen un análogo en la Tierra (a menos que el Planeta Nueve realmente exista y sea como creemos que podría ser). El descubrimiento de estos 1.284 planetas también nos sirve para dar más fortaleza a algo que ya se venía viendo en anteriores descubrimientos: los planetas pequeños, rocosos, como la Tierra, son el tipo de planeta más común de la Vía Láctea.
La misión K2 puede ser fuente de más descubrimientos
Aunque el telescopio Kepler ya no puede buscar planetas con la capacidad que tuvo hasta 2.013, sigue analizando el firmamento. Ahora, en una nueva misión llamada K2, sobre la que puedes leer más información aquí, la nave seguirá buscando planetas, pero también estudiará otros objetos y fenómenos cósmicos, como las supernovas, cometas y asteroides. De momento, tiene suficiente combustible para operar hasta mediados de 2018.
Y esto, como diría aquél, sólo es el principio. En el horizonte ya está el lanzamiento del telescopio James Webb, y otros instrumentos, que nos permitirá observar estos mundos con mucho más detalle y obtener más información sobre ellos. Quizá, incluso nos acerque aun más a dar con la respuesta a la eterna pregunta… ¿Estamos solos en el Universo?
¿Quién es ‘aquel’?
cada semana ,hay noticias de nuevos planetas, me pregunto que noticias nos deparara el futuro, dentro de unos 20 o 30 años excitante