Un nuevo estudio concluye que Ceres podría ser un mundo oceánico. Bajo su superficie podría ocultar agua o salmuera. Si fuese así, estaríamos muy alejados de la imagen clásica del objeto más grande del cinturón de asteroides. No sería un mundo rocoso y árido, como se pensaba…

Ceres podría ser un mundo oceánico, por lo observado

La sonda Dawn, de la NASA, estuvo estudiando el planeta enano Ceres hasta finales de 2018. Fue capaz de capturar imágenes de gran resolución de su superficie. Eso ha permitido, a un grupo de investigadores de Estados Unidos y Europa, analizar los datos recopilados. La conclusión a la que han llegado, es que podría ser un mundo oceánico bajo su superficie. Las observaciones se han concentrado en el cráter Occator, de unos 20 millones de años. Bajo su superficie se oculta salmuera, indicando que podría haber mucho más en el interior del planeta enano.

Ceres podría ser un mundo oceánico
Ceres observado por la sonda Dawn en 2015, en color muy aproximado a su tono real. Crédito: NASA / JPL-Caltech / UCLA / MPS / DLR / IDA / Justin Cowart

A través de las observaciones en infrarrojo, los investigadores han detectado hidrohalita, un material común en el hielo marino en la Tierra. Es la primera vez que se detecta más allá de nuestro planeta. Indica, claramente, que Ceres tuvo agua marina en el pasado. Por lo que, en mayor o menor medida, se trata de un mundo oceánico. Podría tener un grado de parecido notable con otros lugares del Sistema Solar. Particularmente, con Europa, satélite de Júpiter, y Encélado, satélite de Saturno. Ambos podrían ocultar océanos habitables bajo su superficie.

Según los investigadores, los depósitos de sal parecen haberse acumulado durante los últimos dos millones de años. En la escala geológica, es apenas un suspiro. Por lo que, interpretan, indica que la salmuera todavía podría estar ascendiendo desde el interior del planeta. Estos elementos son muy importantes en cuanto a la búsqueda de vida extraterrestre. Son minerales esenciales para la aparición de la vida. Este estudio nos pinta una imagen de Ceres muy diferente a la que se había tenido hasta ahora. Siempre se había creído que era un mundo árido.

La naturaleza del cráter Occator

El cráter Occator ya nos es un viejo conocido de Ceres. Es el lugar en el que Dawn observó puntos brillantes. En un estudio al margen, se apunta a que las colinas del cráter podrían haberse formado por la expulsión de agua tras el impacto de un meteorito contra la superficie. La congelación del agua sucede más allá de la Tierra y Marte, y alcanza los dominios del cinturón de asteroides. Lo más interesante es que es algo que, geológicamente hablando, ha pasado en los últimos tiempos, por lo que el planeta enano podría ser muy interesante.

No parece, a priori, que sea un lugar que pueda reunir las condiciones de habitabilidad que tienen Europa y Encélado. A fin de cuentas, no parece claro que tenga una fuente de energía, para la vida que pudiese haber en su interior. Pero lo cierto es que, sin duda, habrá que esperar a las observaciones que se lleven a cabo en el futuro. Este estudio, a fin de cuentas, no deja de ser el primer paso en algo que puede ser una completa revolución. La imagen que se tenía del cinturón de asteroides, hasta ahora, era la de un lugar árido y frío.

La sonda Dawn ya no está operativa, desde finales de 2018, cuando concluyó su misión, sigue orbitando alrededor de Ceres de forma descontrolada. Sus datos, sin embargo, siguen utilizándose y, sin duda, seguirán propiciando nuevos descubrimientos en el futuro. El cráter Occator, seguramente, seguirá dando mucho que hablar. Tiene un diámetro de 92 kilómetros, y una profundidad de 4 kilómetros. En estos momentos, probablemente es el cráter más interesante que podemos encontrar en todo el Sistema Solar, y una llave para entender Ceres.

Si Ceres es un mundo oceánico, podría ser muy diferente a Encélado o Europa

De lo que no hay duda es que Ceres no sería un mundo oceánico como los demás. En el caso de Europa y Encélado, la gravedad de Júpiter y Saturno, respectivamente, son responsables de mantener un océano líquido en su interior. En este caso no nos encontramos con ningún planeta gigante responsable de su océano. Por lo que, en los próximos años, con más misiones y observaciones, se irá formando una mejor idea de en qué estado se encuentra. Las pistas que indican su presencia parecen suficientemente abundantes.

Una de las manchas brillantes observables en el cráter Occator, en Ceres. Crédito: NASA / JPL-Caltech / UCLA / Max Planck Institute for Solar System Studies / German Aerospace Center / IDA / Planetary Science Institute

No solo por el cráter Occator, también por el hecho de que, en los últimos años, se ha observado emisiones de vapor procedentes de diferentes regiones del planeta enano. Habrá que esclarecer si es de agua, como en el caso de los satélites de Júpiter y Saturno, o de salmuera. Sea como fuere, las implicaciones pueden ser muy intrigantes. Supongamos, por un momento, que se determinase que el océano de Ceres pudo ser habitable durante un tiempo. O, quizá, incluso que lo sea todavía (aunque esto no deja de ser una mera elucubración) en la actualidad.

Nuestra percepción sobre dónde podríamos encontrar entornos habitables cambiaría notablemente. La zona habitable sería solo una definición para indicar en dónde podemos esperar encontrar condiciones para la vida tal y como la conocemos. Quizá una pista para encontrar vida compleja. Pero la vida, en sí misma, podría ser muy abundante. Sea como fuere, habrá que esperar a que se encuentre vida en otros lugares. Ceres no parece un objetivo prioritario en ese sentido, pero ¿cuántos mundos podría haber ahí fuera similares al planeta enano?

Estudios

Las observaciones de Ceres están detalladas en 5 estudios, todos ellos publicados el 10 de agosto de 2020 en la revista Nature Astronomy. Son los siguientes:

C. Raymond, A. Ermakov, J. Castillo-Rogez et al.; «Impact-driven mobilization of deep crustal brines on dwarf planet Ceres». Disponible en este enlace.

A. Nathues, N. Schmedemann, J. Pasckert et al.; «Recent cryovolcanic activity at Occator crater on Ceres». Disponible en este enlace.

R. Park, A. Konopliv, A. Ermakov et al.; «Evidence of non-uniform crust of Ceres from Dawn’s high-resolution gravity data». Disponible en este enlace.

M. De Sanctis, E. Ammanito, A. Raponi et al.; «Fresh emplacement of hydrated sodium chloride on Ceres from ascending salty fluids». Disponible en este enlace.

B. Schmidt, H. Sizemore, K. Hughson et al.; «Post-impact cryo-hydrologic formation of small mounds and hills in Ceres’s Occator crater». Disponible en este enlace.

Referencias: Phys