Un grupo de investigadores ha descubierto un exoplaneta a través de un radiotelescopio. Es la primera vez que se utiliza un radiotelescopio para realizar un hallazgo que, por otro lado, no tendría demasiado que resaltar. A fin de cuentas, se han descubierto miles de exoplanetas…

Un exoplaneta visto a través de un radiotelescopio

A lo largo de los años se han desarrollado múltiples técnicas para descubrir exoplanetas. El más popular, sin duda, es el método de tránsito. Permitió al telescopio Kepler descubrir miles de exoplanetas. El telescopio TESS continúa sus observaciones, descubriendo más exoplanetas. La técnica es de lo más sencilla. Consiste en observar la luz de una estrella, en busca de pequeñas caídas en su brilla, provocadas por el paso de un objeto por delante, desde la perspectiva de la Tierra. Es, sin duda, la técnica más prolífica que se ha utilizado hasta ahora.

Descubren un exoplaneta a través de un radiotelescopio
Concepto artístico del exoplaneta descubierto con un radiotelescopio. Crédito: Luis A. Curiel Ramírez.

También existen otras técnicas que han resultado más o menos exitosas. Como la microlente gravitacional, que utiliza un objeto intermedio para poder analizar objetos más lejanos. Pero en esta ocasión la técnica que más nos interesa es la astrometría. Consiste en observar el movimiento de una estrella, en busca del efecto que produce la gravedad de los planetas que tenga a su alrededor. Es necesario observar el astro con gran precisión, durante un período muy largo. Es necesario verlo durante meses o incluso años.

Lo positivo de esto, sin embargo, es que es capaz de captar la presencia de planetas masivos incluso en órbitas lejanas. Algo que el resto de técnicas solo pueden conseguir con mucha dificultad. Por eso, este descubrimiento es muy interesante. La detección del exoplaneta ha sido posible a través del Very Long Baseline Array (VLBA) un radio telescopio que ha estudiado la estrella TVLM 513-46546. Es una enana roja ultrafría. Se encuentra a unos 35 años-luz del Sistema Solar y ha sido observada durante algo más de un año y medio.

La utilidad del radiotelescopio VLBA

Lo más interesante es que el VLBA es un radiotelescopio cuyos componentes están muy separados entre sí. Algunos están a más de 8000 kilómetros. En esencia, lo que permite es disponer de un radiotelescopio mucho más grande de lo que realmente es. Algo que, a su vez, permite que tenga una capacidad de resolución muy superior a lo que se consigue con otros telescopios convencionales. Es una de las ventajas de la interferometría, que permite a la radioastronomía alcanzar resoluciones que serían muy complicadas con otros métodos.

Construir un telescopio con espejos de varios metros de diámetros es complicado y caro. El propio peso del espejo provoca que se deforme por el efecto de la gravedad. Es posible compensar esa deformación, y poco a poco el tamaño de los espejos ha ido aumentando. Un gran telescopio puede estar compuesto, en realidad, por multitud de espejos más pequeños, pero nos encontramos en tamaños que resultan modestos al compararlos con algo como el VLBA. El Telescopio Extremadamente Grande tendrá unos 39 metros de diámetro.

EN el caso de un radiotelescopio, es necesario disponer de tamaños mucho más grandes. La longitud de la onda que analizan (en el espectro de radio) es más larga que en, por ejemplo, el espectro visible. Es decir, la resolución que puede ofrecer un telescopio es mucho menor. Para compensarlo, sería necesario construir un espejo muchísimo más grande, pero lo anteriormente descrito nos hace ver que sería extremadamente complejo poder hacer operar algo así. La interferometría es una tecnología que permite resolver estos problemas.

Un exoplaneta del que no hay mucho que decir

En esencia, es una técnica que permite que varios telescopios puedan operar como uno solo. En ese caso, la limitación pasa a ser, literalmente, la distancia entre los dos telescopios más lejanos que formen parte de la red. Podríamos, por tanto, tener un radiotelescopio tan grande como la Tierra, sin necesidad de construir un espejo tan grande. No hay nada de nuevo en el uso de la interferometría. Tampoco en el uso de los radiotelescopios. Pero, hasta ahora, nunca se había logrado observar un exoplaneta a través de un radiotelescopio.

Una de las antenas del radiotelescopio VLBA. Crédito: Cumulus Clouds/Wikimedia Commons

Ahora, el hallazgo de un exoplaneta en torno a la estrella TVLM 513-46546 sirve para entender que, al menos en determinadas situaciones, es posible utilizar uno de estos radiotelescopios para detectar mundos alrededor de otros astros. Con solo la décima parte de la masa del Sol, nos encontramos ante una estrella que es similar a TRAPPIST-1, muy popular por tener siete planetas a su alrededor, de los que tres están en la zona habitable de la estrella. En este caso, sin embargo, no hay gran cosa que destacar, solo se ha captado un exoplaneta.

Tiene, aproximadamente, el mismo tamaño que Saturno, y orbita alrededor del astro más cerca de lo que lo hace Mercurio alrededor del Sol. De hecho, podríamos decir que es hasta decepcionante. Los investigadores esperaban que fuese un planeta mucho más masivo y en una órbita mucho más lejana. Es donde la astrometría resulta particularmente interesante y la distancia en la que mejor funciona. Pero, en cualquier caso, es la primera vez que un radiotelescopio logra descubrir un exoplaneta alrededor de una estrella. Llegarán otros hallazgos mucho más interesantes…

Estudio

El estudio es S. Curiel, G. Ortiz-León, R. Torres y A. Mioduszewski; «An Astrometric Planetary Companion Candidate to the M9 Dwarf TVLM 513–46546». Publicado en la revista The Astronomical Journal el 4 de agosto de 2020. Puede ser consultado en arXiv.

Referencias: Universe Today