El satélite más grande de Saturno, siempre ha sido una fuente de incógnitas. Ahora, un nuevo estudio plantea que Titán podría estar creando los bloques de la vida. Al menos, eso es lo que se plantea en un nuevo estudio presentado recientemente…
Un satélite repleto de misterios
Titán ha captado nuestra atención desde su descubrimiento. Con la llegada de la misión Cassini-Huygens, en 2004, las preguntas y misterios a su alrededor no han hecho más que aumentar. Gracias a esa misión, descubrimos evidencias de que existe un ciclo de metano. Es idéntico al del agua en la Tierra, solo que con otro elemento. Además, existen condiciones para propiciar el desarrollo de química orgánica.
Pero ahora, a todo esto, hay que sumarle que la sonda Cassini ha descubierto más cosas. Titán podría estar creando los bloques de la vida. Al menos, eso es lo que se desprende de un estudio presentado por un equipo internacional de científicos. La conclusión es el producto de los datos obtenidos por la sonda en su última visita al satélite. En ellos, se observa la presencia de una molécula cargada negativamente en la atmósfera.
Se trata de cadenas de aniones de carbono (no he logrado encontrar el término específico en castellano, pero esa es su traducción aproximada). Se cree que estás moléculas son los bloques esenciales para dar lugar a moléculas más complejas. De hecho, podrían haber desempeñado un papel fundamental en la aparición de la vida en la Tierra. No es un descubrimiento, por tanto, no mucho menos menor.
Titán podría estar creando los bloques de la vida en lo alto de su atmósfera
En el estudio, publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters, se comenta que las moléculas fueron detectadas durante el sobrevuelo de Cassini de la parte más alta de la atmósfera de Titán. En concreto, las detectaron a una altura de entre 950 y 1.300 kilómetros de la superficie. La presencia de estas moléculas es una sorpresa, y obliga, también, a replantearse las teorías sobre cómo funciona la atmósfera del satélite.
Desde hace algún tiempo, sabemos que en la ionosfera de Titán, el nitrógeno, carbono e hidrógeno reciben luz solar y partículas energéticas procedentes de la magnetosfera de Saturno. Así, se provoca el desencadenamiento de un proceso de transformación. Los tres elementos se convierten en compuestos prebióticos mucho más complejos. Después, caen hacia la atmósfera baja, donde forman una densa capa de aerosol orgánico. Con el paso del tiempo, terminan depositándose en la superficie.
Todo este proceso ha sido un tema de gran interés. A fin de cuentas, no comprendemos demasiado bien qué sucede exactamente para provocar que las moléculas simples se conviertan en compuestos orgánicos complejos. La detección de estas cadenas de aniones de carbono podría despejar la incógnita. Irónicamente, a pesar de que su descubrimiento ha sido algo con lo que pocos contaban.
La antesala de moléculas más complejas
Estas moléculas son muy reactivas, así que no deberían permanecer mucho tiempo aisladas en la atmósfera de Titán. En su lugar, deberían combinarse con otros materiales con cierta rapidez. Según el estudio, los datos muestran que las cadenas de carbono escaseaban cerca del satélite, mientras los precursores de moléculas más grandes crecían rápidamente. Así que podría haber una relación estrecha entre ambas. Las cadenas podrían actuar como cimientos de esas moléculas más grandes.
Los científicos ya han planteado que estas moléculas fueron una parte importante del proceso que llevó a la aparición de la vida en la Tierra. Su descubrimiento en Titán tiene una lectura muy amplia. Si el mismo proceso que sucedió en la Tierra está pasando en este satélite, es posible que se trate de un mecanismo universal. Es decir, que estemos viendo el mecanismo que hace que la vida aparezca en otros lugares.
De hecho, el descubrimiento de estas cadenas y la aparición de moléculas más complejas no es ni mucho menos nuevo. Ya lo habíamos observado en el medio interestelar, en nebulosas, pero es la primera vez que se detecta en una atmósfera similar a la de un planeta. Así que podría tratarse de un proceso universal que tiene lugar en diferentes entornos…
¿Una imagen de la joven Tierra?
La atmósfera de Titán es muy densa, rica en nitrógeno y metano, y tiene alguna de la química más compleja que hemos observado en el Sistema Solar. Por eso, muchos consideran que su atmósfera podría ser similar a la de nuestro planeta en su juventud. Hace miles de millones de años, es posible que la atmósfera estuviese compuesta por nitrógeno, dióxido de carbono y gases inertes. La situación cambió con la llegada de los primeros microorganismos, que desencadenaron la acumulación de oxígeno.
Desde esa perspectiva, podemos pensar en Titán como una especie de laboratorio. Un lugar en el que poder estudiar las reacciones químicas que quizá provocaron la aparición de vida en la Tierra. Además, la lectura de que esto podría ser un proceso universal tiene implicaciones importantes. No es descabellado pensar que otros astrónomos puedan empezar a buscar estas moléculas en exoplanetas distantes. Podría permitirnos descubrir cuáles podrían dar pie a la aparición de la vida.
Pero incluso en nuestro Sistema Solar, es inevitable hacerse la pregunta. ¿Es posible que este mismo proceso esté teniendo lugar en otras atmósfera de nitrógeno y metano? Tritón y Plutón podrían ser buenos candidatos si ese el caso. No es una detección de vida, ni mucho menos. Pero ver que Titán podría estar creando los bloques de la vida invita a pensar que podría estar sucediendo en muchos otros lugares.
Una gran despedida para Cassini
La sonda Cassini está llegando al final de su misión. Después de 13 años alrededor de Saturno y sus satélites, su trabajo finalizará el 15 de septiembre de 2017. Tras hacer un último paso entre los anillos de Saturno, la sonda se estrellará en su atmósfera. De esta manera, se evitará contaminar los satélites a su alrededor. Quizá alguno de ellos tenga alguna forma de vida simple, algo que no esperamos en el caso de los planetas gigantes.
Por suerte, la despedida de Cassini no es el final de la investigación de Saturno y sus satélites. Los próximos telescopios y misiones, así como algunos de los que ya están activos, seguirán proporcionándonos más datos para comprender mejor lo que está sucediendo en uno de los lugares más intrigantes del Sistema Solar. Quizá Titán nunca llegue a desarrollar vida, pero puede que nos ponga en el camino correcto para dar con los exoplanetas que sí lo están haciendo…
El estudio es R. T. Desai, A. J. Coates, A. Wellbrock et al.; «Carbon Chain Anions and the Growth of Complex Organic Molecules in Titan’s Ionosphere». Publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters. Puede ser consultado en este enlace.
Referencias: Universe Today
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