La Luna se aleja de la Tierra a razón de 3.4 centímetros cada año. Esto provoca que el día se alargue, y, eventualmente, llegaría un momento en que la Luna escaparía a la fuerza gravitacional de nuestro planeta; de no ser porque, antes de que eso pudiera llegar a suceder, nuestro Sol se habrá expandido tanto que no quedará ni una Tierra ni una Luna que pueda escaparse… Tritón, el satélite más grande de Neptuno, sin embargo, tiene un futuro que, aunque igual de poco halagüeño, puede ser muy espectacular para el planeta al que orbita…
Tritón (probablemente) no se formó con Neptuno
La luna más grande de Neptuno tiene una órbita retrógrada (es decir en sentido contrario a la rotación del planeta), y su inclinación es muy marcada respecto al plano ecuatorial del planeta. Las lunas con movimiento retrógrado no pueden haberse originado en la misma nebulosa solar que los planetas, por lo que Tritón tuvo que ser capturado de algún otro sitio (probablemente era un cuerpo celeste del Cinturón de Kuiper). La hipótesis actual que manejan los astrónomos es que Tritón debía ser parte de un sistema binario que se topó con Neptuno, lo que provocó que el otro astro saliese disparado, y Tritón perdiese suficiente velocidad para pasar a estar atrapado por la fuerza de la gravedad del gigante gaseoso.
Es uno de los lugares más fríos (y activos) del Sistema Solar
La superficie de Tritón puede llegar a alcanzar los -235º C (puesto que el nitrógeno congelado de su superficie se presenta en forma hexagonal, en lugar de cúbica, algo que sucede por debajo de esa temperatura). A pesar de eso, tiene mucha actividad geológica, teniendo en común con La Tierra, Ío y Encélado (satélites de Júpiter y Saturno respectivamente) las erupciones volcánicas.
En el caso de Tritón, estas erupciones tienen lugar en forma de géiser (que expulsa nitrógeno). Las erupciones pueden durar hasta un año, debido a la sublimación de millones de metros cúbicos de nitrógeno congelado.
El satélite se acerca a Neptuno (poco a poco)
A día de hoy, Tritón orbita más cerca de la Neptuno que la Luna de la Tierra, y se acerca poco a poco al planeta. En unos 3.600 millones de años, alcanzará el límite de Roche (punto a partir del cual la fuerza de la gravedad del planeta es mayor que la del cuerpo celeste, provocando que se desintegre, sucede en Neptuno, en la Tierra, y en todas partes, por cierto).
Cuando esto suceda, hay dos posibilidades, o bien Tritón se estrellará contra la atmósfera de Neptuno (la opción menos espectacular), o bien se desintegrará y formará un sistema de anillos en torno al planeta muy similar al de Saturno hoy en día.
Bueno, no es nada en la escala de la vida humana. En la escala planetaria la cosa cambia. A medida que se aleja la Luna, también frena la rotación de la Tierra. En el Carbonífero un año tenía 385 días, porque la Tierra rotaba más rápido y los días duraban menos de 23 horas. 🙂
Y lo de Tritón es curioso sí, sobretodo porque lo que suele conocer la gente es eso, que la Luna se aleja (y es fácil pensar que eso es lo común en otros planetas).
Vaya, no conocía que la Luna se alejaba de la Tierra, y menos esa cantidad. Supongo que en términos de mediciones en astronomía 3.4 centímetros no es mucho, pero a mí me ha llamado muchísimo la atención, pues es un número más alto de lo que yo hubiera pensado si me dirían «¿Sabes que la Luna se aleja de la Tierra?».
Y curioso el destino de Tritón. Ya había oído hablar de su rareza en cuanto a movimiento retrógrado, pero no que se acercaba a Neptuno y sus posibles destinos.