Esta semana, en Astrobitácora 4×14, hablamos del diseño de una misión que busque usar el Sol como un gigantesco telescopio para estudiar exoplanetas. En YouTube, además, repasamos el descubrimiento de un sistema de anillos en torno al planeta enano Quaoar, que resulta desconcertante…

Astrobitácora 4×14: El diseño de una misión para usar el Sol como un telescopio

Aunque todavía no hay una fecha definida, desde hace ya unos años se está trabajando en dos misiones con un concepto muy similar. El objetivo es lograr enviar una nave a más de 500 unidades astronómicas para, desde allí, usar el Sol como lente gravitacional. Esto permitiría observar exoplanetas, en un entorno de unos 100 años-luz con un nivel de detalle similar a ver un planeta del Sistema Solar. Sin embargo, la distancia a cubrir es gigantesca. Con la tecnología actual el viaje duraría demasiado tiempo como para ser práctico.

Concepto artístico del Sol. Crédito: NASA

Por ello, se está trabajando en diferentes aspectos. Por un lado, la misión en sí. Es decir, cómo se utilizaría el Sol y qué requisitos debe cumplir la misión para poder observar esos mundos lejanos durante un tiempo razonable. Otra parte, y no menos interesante, es pensar en cómo reducir el tiempo de viaje y cómo debe ser la nave que se envíe. Un grupo de investigadores, participante en una de las misiones, explica que el tiempo de viaje podría ser de unos 28 años. Sería sensiblemente más rápido que las sondas Voyager.

Sin embargo, para alcanzar la velocidad necesaria, tendría que tratarse de una nave muy pequeña. Así que también es necesario pensar en aspectos como la nave necesaria y las posibles formas de construirla. Uno de los aspectos más interesantes es la posibilidad de fabricar una nave más grande en pleno vuelo. De esto, y de muchas otras cosas, en torno a estas misiones, hablamos en Astrobitácora 4×14. Puedes escuchar el programa en la aplicación de iVoox en iOS y Android, así como en este enlace y aquí mismo:

YouTube: Los anillos de Quaoar

En YouTube, además, hablamos de un nuevo tema. En esta ocasión, ponemos la atención en el planeta enano Quaoar, en el cinturón de Kuiper. El descubrimiento de un sistema de anillos a su alrededor ha resultado toda una sorpresa. Si bien es cierto que no es la primera vez que se descubren sistemas de anillos en torno a objetos pequeños. El asteroide centauro Cariclo, y el planeta enano Haumea son conocidos, precisamente, por tener sus propios sistemas de anillos. Ambos tienen algo común, también con los gigantes gaseosos.

Concepto artístico de Quaoar y su satélite, Weywot. Crédito: Kheider/Wikimedia Commons

Hay que recordar que Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno tienen anillos a su alrededor. Saturno es, naturalmente, el más conocido por ser el más espectacular. Pero en todos estos casos, incluyendo Cariclo y Haumea, los anillos están aproximadamente a tres veces el radio del objeto en torno al que orbitan. Quaoar, sin embargo, se sale de este patrón. Sus anillos están a siete veces el radio del planeta enano. La cifra podría parecer una mera anécdota, pero va mucho más allá. Es demasiado grande. Dicho de otro modo, los anillos están demasiado lejos como para explicar exactamente su origen. Es un descubrimiento que obliga a revisar lo que se sabe al respecto.

Su ubicación está tan lejos que, en principio, la interacción gravitacional con Quaoar no sería suficiente para impedir que se formase un satélite con ese material. La distancia a la que se encuentra obliga a pensar en posibles alternativas. Si bien, por ahora, no se ha planteado ninguna por parte de los investigadores. Será interesante ver qué es lo que se plantea en el futuro como posible explicación. De esto, y de otras coas, hablamos en el vídeo de esta semana. Puedes verlo en YouTube, en este enlace, o al principio de este artículo.