Esta semana, en Un viaje por la Vía Láctea 1×15, hablamos de los cúmulos abiertos. Agrupaciones de estrellas jóvenes que, durante un tiempo, permanecen unidas por su gravedad. Además, en YouTube, hablamos del mecanismo que provoca que se formen auroras en la atmósfera terrestre…
Un viaje por la Vía Láctea 1×15: Los cúmulos abiertos
En la Vía Láctea, hay miles de agrupaciones de estrellas jóvenes viajando juntas en torno al centro de la galaxia. Son los cúmulos abiertos, que son consecuencia del proceso de formación de estrellas en nubes moleculares. Su estudio resulta muy interesante porque permite entender el papel que desempeñan, tanto a nivel de evolución de la galaxia como de las propias estrellas. Sin ir más lejos, en su infancia, hace 4500 millones de años, el Sol también formó parte de un cúmulo abierto, junto a otras estrellas que se formaron en la misma región.
Con el paso del tiempo, los cúmulos abiertos se terminan descomponiendo. La cantidad de estrellas que componen un cúmulo abierto es mucho más pequeña que un cúmulo globular. Por ello, con el paso del tiempo, las interacciones gravitacionales provocan que las estrellas sean expulsadas del cúmulo. Tarde o temprano, por tanto, llega un momento en el que el cúmulo abierto termina convirtiéndose en historia. Sea como fuere, en el firmamento de la Tierra podemos observar algunos cúmulos abiertos muy populares.
El más popular, sin duda alguna, es el cúmulo de las Pléyades. Está muy presente en la historia del ser humano. Hasta el punto de haber sido utilizado, por ejemplo, para determinar la celebración de Halloween (si bien la fecha elegida ya no se corresponde con la posición de las Pléyades). Otros cúmulos muy populares son el de las Híades y el del Pesebre. Ambos están muy presentes en la historia moderna de la astronomía. Son dos cúmulos abiertos que han sido muy estudiados. Puedes escuchar Un viaje por la Vía Láctea 1×15 en este enlace, en iOS y Android, y aquí mismo:
YouTube: las auroras polares
Además, como cada semana, también abordamos un nuevo tema en YouTube. En esta ocasión, centramos la atención en las auroras polares. Es, probablemente, uno de los fenómenos más espectaculares que podemos observar en nuestro planeta. Un espectáculo que, muchas noches, ilumina el firmamento de latitudes cercanas a las regiones polares. Hay que recordar que suceden tanto en el hemisferio norte como en el sur. En su explicación más simple posible, las auroras son producto de las partículas cargadas procedentes del Sol.
Cuando llegan a la atmósfera de nuestro planeta, interactúan con los átomos de las capas altas, provocando las auroras. En realidad, la explicación es un tanto más compleja, porque es necesario tener en cuenta también el efecto del campo magnético de la Tierra, y el propio magnetismo del Sol. Las auroras son un fenómeno que no solo resulta vistoso. Permite que recordemos que nuestro planeta no está aislado en el universo. Forma parte de un sistema mucho mayor, el Sistema Solar, en el que también interactúa con otros objetos.
En ocasiones, las auroras pueden llegar a ser visibles mucho más lejos de lo habitual. Ya sucedió con el Evento Carrington, la mayor tormenta solar que haya afectado a nuestro planeta. Produjo auroras que fueron visibles muy lejos de las latitudes habituales, siendo observables incluso en el Caribe. Además, en España, también se han producido auroras visibles desde lugares como Sevilla o las Islas Baleares. En definitiva, las auroras también pueden producirse en lugares lejanos… y con colores muy variados. Puedes ver el vídeo en este enlace o al principio del artículo.