Halloween es, probablemente, una de las celebraciones que más popularidad está adquiriendo con el paso del tiempo. Aunque principalmente se celebra en Estados Unidos e Inglaterra, poco a poco se está expandiendo. Su origen, sin embargo, está en la astronomía…

Halloween servía para medir el tiempo

Hay que remontarse un buen puñado de siglos para encontrar las raíces astronómicas de Halloween. Es la derivación de un festival sagrado de los antiguos celtas y druidas. Marcaba, en su calendario, un día que estaba a medio camino entre un equinoccio y un solsticio. Resalta la llegada de noches cada vez más largas (y días más cortos) al hemisferio norte. Aquella festividad era conocida como el Samhain, un festival sagrado que celebraban los celtas y druidas de las Islas Británicas. Pero, ¿qué es lo que se conmemoraba?

El origen astronómico de Halloween
Esta ilustración muestra los puntos en los que tendrían lugar los «cross-quarter days». Crédito: NASA

Los celtas lo denominaban un cross-quarter day. Un día que, aproximadamente, está a medio camino entre un equinoccio y un solsticio. Naturalmente, hay cuatro días de este tipo a lo largo del año. Halloween, celebrado el 31 de octubre, está bastante cerca de la fecha en la que generalmente tiene lugar ese día en el hemisferio norte. Es decir, tenemos ocho subdivisiones de las estaciones. Por un lado, los dos equinoccios y solsticios. Por otro lado, los cuatro cross-quarter days, que también reciben sus denominaciones.

En la actualidad, los conocemos como el día de la Marmota (2 de febrero), el día de Mayo (1 de mayo), el día de Lammas (1 de agosto) y Halloween (31 de octubre). De ellos, este último es el más oscuro en el hemisferio norte, al llegar cuando la duración de los días se está acortando. Sin embargo, la fecha del 31 de octubre es un producto de la tradición. No se corresponde con la auténtica fecha en la que debería tener lugar ese cross-quarter day del calendario celta, que es el 7 de noviembre.

El papel de las Pléyades

Se ha sugerido que Samhain, el precursor de lo que hoy en día conocemos como Halloween, se celebraba en la misma noche en el que el cúmulo de las Pléyades, uno de los cúmulos abiertos más populares del firmamento, alcanzaba el punto más alto en medianoche. Es decir, las Pléyades llegaban a lo alto del firmamento, aproximadamente, en la misma fecha en la que coincidía la celebración de Samhain. Algo que ya no está relacionado con Halloween. Porque por un lado tenemos esa fecha del 31 de octubre, y por otra la del propio cúmulo.

El famosísimo cúmulo abierto de las Pléyades. Crédito: NASA, ESA, AURA/Caltech, Palomar Observatory

En la actualidad, las Pléyades alcanzan la máxima altura en el firmamento hacia el 21 de noviembre. Pero es posible que la fecha del 31 de octubre no sea una simple casualidad. Tanto la fecha de Samhain como el ascenso en medianoche de las Pléyades debio suceder, en algún momento, en el mismo día o con muy poca separación. Algo que sucedió en los siglos XI y XII. Fue mucho antes de que se introdujese el calendario gregoriano, que utilizamos en la actualidad. En aquel momento se utilizaba el calendario juliano y, casualmente, ese día era el 31 de octubre…

Aunque cabe recordar que el calendario juliano estaba desfasado con las estaciones. Si se hubiese usado el calendario gregoriano, la celebración habría sido el 7 de noviembre. En ese escenario, ¿quizá esa hubiera sido la fecha de Halloween en la actualidad? Sea como fuere, es un buen recordatorio de que, aunque mucha celebraciones tienen su origen en tradiciones perdidas en la antigüedad, en ocasiones sus raíces están en el firmamento y el paso del tiempo. Pero no es la única celebración que encontramos en estas fechas…

Otras tradiciones del 31 de octubre

Por supuesto, no podemos olvidarnos de la popular celebración del Día de Muertos en México. Tiene lugar en los días 1 y 2 de noviembre y su objetivo es honrar a los muertos. Su origen es anterior a la llegada de los españoles a la región, si bien no parece haber ninguna conexión astronómica en este caso. En Galicia, en el noroeste de España, existe una leyenda conocida como la Santa Compaña. Según la mitología, una procesión de ánimas con diferentes propósitos según dónde se contase la historia (aparecerse en cruces o anunciar una muerte inminente).

Halloween es, probablemente, una de las celebraciones que más popularidad está adquiriendo con el paso del tiempo. Aunque principalmente se celebra en Estados Unidos e Inglaterra, poco a poco se está expandiendo. Su origen, sin embargo, está en la astronomía...
Una procesión del Día de Muertos en Tepoztlan, Morelos (México). Crédito: María José Felgueres Planells/Wikimedia Commons

En ambos casos, y en muchos otros, incluyendo el propio Halloween, encontramos la tradición de honrar a los muertos de una u otra manera. En estas fechas, a medio camino entre el equinoccio de verano y el solsticio de invierno, en el hemisferio norte, se decía en la leyenda popular que los espíritus de los muertos vagaban desde el atardecer hasta el amanecer. Esa creencia bien podría explicar por qué nos encontramos con diferentes festividades, en torno al mismo tema, que convergen aproximadamente en las mismas fechas.

Incluso las populares calabazas talladas de Halloween parecen tener un origen más difuso del que se pensaba. La tradición de tallar calabazas con rostros parece encontrar sus orígenes en Irlanda. Al menos dentro de la cultura anglosajona. Pero parece que esta tradición, uno de los rasgos más identificativos de la celebración de Halloween, podría ser mucho más antigua y tener sus raíces en las costas del Mediterráneo y el festival romano dedicado a los difuntos. Sea como fuere, hasta la astronomía está presente en algo que podría parecer muy alejado de ella.

Referencias: EarthSky