En Astrobitácora 1×26, la atención se centra en uno de los temas más populares del mundo de la ciencia ficción: la terraformación de planetas. Además, en YouTube, nos hacemos una pregunta intrigante: ¿cómo se mide la altura en otros planetas?

Astrobitácora 1×26: ¿es posible terraformar planetas?

La terraformación es, sin duda, uno de los aspectos más populares de la ciencia ficción. Permite imaginar cómo sería un Marte que haya sido transformado para ser habitable por el ser humano. O un Venus que no tiene nada que ver con el infierno que conocemos en la actualidad. Si nos llevamos únicamente por lo que vemos en los medios (ya sea vídeo o escrito) podría parecer hasta sencillo. Pero, ¿es realmente posible transformar un planeta para hacerlo habitable para la vida que podemos encontrar en la Tierra?

Astrobitácora 1x26: la terraformación de planetas
Marte terraformado podría tener un aspecto similar a éste. Crédito: Daein Ballard/Wikimedia Commons CC BY-SA 3.0.

En las últimas décadas, diferentes personas (y organizaciones) han intentado enfrentarse a la pregunta de la terraformación desde el punto de vista científico. Carl Sagan fue uno de los primeros en adentrarse en ese mundo. Propuso dos métodos para terraformar Marte y Venus. La NASA, en 1976, también se sumó con su propia idea sobre cómo se podría llevar a cabo. Incluso se ha hablado de si sería posible terraformar lugares tan dispares como Mercurio, la Luna, Ganímedes o Encélado, el popular satélite de Saturno.

Por otro lado, también hay una pregunta que no podemos evitar hacernos. Si un mundo estuviese habitado por algún tipo de forma de vida… ¿debería ser terraformado igualmente? ¿Y si el ser humano estuviese en peligro de extinción de no hacerlo? No es una discusión sencilla, pero es otra cara de un campo que es más complejo de lo que se podría pensar. Todo esto, y mucho más, te espera en Astrobitácora 1×26, que puedes escuchar, como siempre, en iVoox. Tanto a través de su aplicación como en la web, en este enlace.

YouTube: ¿cómo se mide la altura?

En la Tierra estamos muy acostumbrados, al hablar de la altura de una montaña, por ejemplo, a la coletilla de sobre el nivel del mar. Pero si nos vamos a Marte… ¿cómo sabemos que el Monte Olimpo tiene una altura de casi 22 kilómetros? ¿En referencia a qué? Allí no podemos recurrir al nivel del mar para establecer una referencia. De hecho, no podemos hacerlo en ningún otro lugar del Sistema Solar. A decir verdad, ni siquiera en la Tierra podemos fiarnos del nivel del mar. No es el mismo en un lugar y otro del planeta.

La Luna llena cerca de las montañas. Crédito: Eberhard Grossgasteiger/Pexels

Esto es la pista de que, en realidad, se trata de una tarea mucho más compleja de lo que podría parecer. Pero también muy útil. Para poder medir la altura de, por ejemplo, el monte Everest, es necesario asegurarse primero de que la referencia que se tenga no va a cambiar con el paso del tiempo. Además, no es lo mismo la altura del nivel del mar en la India que en Nueva Guinea. De hecho, en India es unos 100 metros inferior. Por si no fuera suficiente, hasta hace poco se usaban referencias de forma local.

Por ejemplo, en España, se decía que la altura de un monte en particular, era en comparación al nivel del mar en Alicante. De forma que, para poder establecer un criterio válido para todos, en cualquier circunstancia, era necesario establecer una referencia diferente. Aquí es donde entra en juego la figura del geoide. Una representación diferente de la Tierra (y cualquier objeto celeste). Pero, ¿cómo funciona exactamente y qué usos tiene? ¿Cómo se define? Lo puedes descubrir en el vídeo de esta semana, al principio del artículo o en mi canal de YouTube.