Hace 66, ó 65 millones de años, un evento cataclísmico terminó con la existencia de los dinosaurios. Hoy día, la comunidad científica está de acuerdo en que se debió al impacto de un asteroide en la península del Yucatán. Pero, ¿qué sabemos de ese asteroide y de lo que sucedió en nuestro planeta al final del cretácico?

No sólo perecieron los dinosaurios

Recreación artística del impacto de un meteorito de 10 kilómetros en la península del Yucatán. Crédito: Don Davis

Recreación artística del impacto de un meteorito de 10 kilómetros en la península del Yucatán.
Crédito: Don Davis

El registro fósil nos muestra que fue un evento de extinción masiva (y aunque pueda parecerlo, no es el más masivo de la historia de nuestro planeta, aunque eso lo dejaré para las muchas páginas especializadas en paleontología, que pueden cubrir ese campo de una manera infinitamente mejor a lo que yo podría hacer aquí). No sólo desaparecieron los dinosaurios, si no también muchas otras especies de la época, provocando un cambio repentino en el entorno que hizo que la evolución cambiase para siempre. De hecho, no es descabellado decir que, con toda probabilidad, quizá fue ese meteorito el que permitió que nosotros estemos hoy en día aquí. Quién sabe cómo hubiera sido el curso de la vida si aquello no hubiera sucedido…

En cualquier caso, la idea principal es que un asteroide (de unos 10 kilómetros de diámetro) se estrelló en la Península del Yucatán (en México), creando un cráter de más de 180 km de diámetro y 20 km de profundidad. La fuerza del impacto generó tantos escombros que taparon la luz del Sol en todo el planeta, provocando la muerte de los supervivientes por falta de alimentos.

El cráter de Chicxulub

En esta imagen (modificada) de la NASA se muestra la ubicación del cráter de Chicxulub. Crédito: NASA/JPL-Caltech

En esta imagen (modificada) de la NASA se muestra la ubicación del cráter de Chicxulub.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

El lugar en el que impactó el asteroide es conocido como el cráter de Chicxulub (y en caso de que te lo preguntes, sí, hay una población en la zona con ese nombre, Chicxulub Puerto). Es el tercero más grande conocido del planeta (el más grande, el cráter de Vredefort, en Sudáfrica, tiene más de 300 kilómetros de diámetro y se formó como producto de una colisión hace unos 2.000 millones de años), pero quizá te llame la atención saber que, a pesar de sus considerables dimensiones, no fue descubierto hasta 1978. ¿Por qué? Dos motivos, principalmente. Primero, el cráter está enterrado bajo una capa de un kilómetro de sedimentos y rocas más jóvenes, lo que dificulta que sea reconocible a simple vista (y también preserva su estado original bastante bien), y segundo, la mayor parte está bajo el mar.

Su descubrimiento se debe a una compañía mexicana que estaba buscando petróleo en la región en aquella época. Los geólogos, al analizar el terreno, detectaron la estructura e intuyeron que debía ser un cráter de impacto. A partir de ahí, las mediciones magnéticas, gravitacionales y las observaciones espaciales de la NASA sirvieron para corroborarlo.

Las consecuencias en el planeta

Esta es una recreación del mapa de anomalía gravitacional de la zona del cráter de Chicxulub. ¿Reconoces dónde está?

Esta es una recreación del mapa de anomalía gravitacional de la zona del cráter de Chicxulub. ¿Reconoces dónde está?

Teniendo en cuenta toda la información de la que disponemos hoy en día, se cree que el impacto debió provocar algunos de los tsunamis más potentes de la historia de nuestro planeta. El impacto creó una nube de polvo, ceniza y vapor a temperaturas elevadísimas a medida que el meteorito se hundía en la superficie del planeta. ¿Cuánto tardó en hundirse? Menos de un segundo.

Todo el material que fue expulsado (así como los restos del propio meteorito) fueron enviados en todas direcciones, y una buena parte salió de la atmósfera del planeta, volviendo a caer en la superficie como material incandescente, a causa de la reentrada. Ese material, que cayó sobre una superficie muchísimo más amplia que la zona del impacto, dio lugar a multitud de incendios. Pero no sólo eso, el impacto dio lugar a una colosal onda de choque que viajó por la superficie del planeta (tanto aire como tierra) provocando terremotos y erupciones volcánicas.

Es posible que este ambiente tan hostil (incendios, volcanes, una atmósfera prácticamente obstruida por las partículas de polvo en suspensión que tardan muchísimo en volver a depositarse en la superficie) durase hasta una década, haciendo que la vida para los seres vivos de aquella época fuesen tremendamente complicadas.

En 2.008, un estudió de la Universidad de Texas desveló que el meteorito cayó en una zona de agua mucho más profunda de lo que se había pensado en un principio. Si están en lo cierto, la principal diferencia sería que hubo una gran cantidad de sulfato en la atmósfera. El sulfato en las capas altas de la atmósfera provoca lluvia ácida y también funciona como refrigerante. Dicho de otro modo, tanto si cayó en más agua de la que se pudo pensar en un principio, como si no, las condiciones de vida en el planeta cambiaron de manera drástica y repentina. 

La teoría del impacto

Todavía no está muy claro cuál es el origen del asteroide. De hecho, ha habido diferentes candidatos. En 2.007 se propuso que una colisión en el cinturón de asteroides, hace 160 millones de años, creó la familia baptistina (llamamos familia al grupo de asteroides que comparten ciertas propiedades, como su órbita, excentricidad y otros parámetros). Pero esa hipótesis terminó siendo descartada poco tiempo después, al descubrirse que la colisión en el cinturón de asteroides sucedió mucho más tarde, hace «tan solo» 80 millones de años (hacen falta decenas de millones de años para que los asteroides fruto de una colisión así puedan terminar chocando con los planetas interiores).

En 2010 también se sugirió que un asteroide descubierto recientemente, llamado P/2010 A2 era un posible resto del cuerpo que provocó la extinción de los dinosaurios, pero tampoco se ha demostrado nada en este sentido.

Esta imagen muestra los efectos calculados de la colisión en Chicxulub. Desde el punto negro (el cráter) hacia fuera, lo que ves es: Cráter, zona en la que cayó el material eyectado, zona afectada por la radiación térmica, zona afectada por terremotos, y zona afectada por tsunamis. Crédito: Ron Blakey, NAU Geology

Esta imagen muestra los efectos calculados de la colisión en Chicxulub. Desde el punto negro (el cráter) hacia fuera, lo que ves es: Cráter, zona en la que cayó el material eyectado, zona afectada por la radiación térmica, zona afectada por terremotos, y zona afectada por tsunamis.
Crédito: Ron Blakey, NAU Geology

Es más, el cráter de Chicxulub no es el único que existe en el planeta con una edad de 66 millones de años. Se han descubierto otros cráteres con una edad similar, y todos entre las latitudes 20ºN y 70ºN, como el de Silverpit (en el Mar del Norte, justo enfrente de las costas de Reino Unido), o el de Boltysh (en Ucrania). Son mucho más pequeños que el de Chicxulub (y por tanto fueron creados por meteoritos más pequeños, como ya habrás deducido), pero hacen pensar que quizá todos sean parte de un grupo de impactos que sucedieron más o menos al mismo tiempo y que pudieron contribuir (en conjunto) a la extinción de los dinosaurios a través de un cúmulo de cambios a escala más pequeña.

En 1.994, el cometa Shoemaker-Levy 9 se estrelló en Júpiter, y nos permitió observar que las interacciones gravitacionales pueden destrozar un cometa y provocar que sucedan varios impactos durante un período de varios días, así que la teoría no es completamente descabellada, ni mucho menos (pero no goza de mucha popularidad entre los científicos hoy en día).

¿Fue realmente el responsable de la extinción de los dinosaurios?

Los "traps" del Decán, vistos desde Matheran (India). Crédito: Usuario "Baajhan" de Wikipedia

Los «traps» del Decán, vistos desde Matheran (India).
Crédito: Usuario «Baajhan» de Wikipedia

Aquí viene la parte más enrevesada de todo este asunto. Hasta ahora habrás oído (y has leído aquí también) que este meteorito fue el que terminó con los dinosaurios… Pues bien, quizá no fue el único culpable (aunque sí uno de los factores clave para provocarlo). En aquella misma época, surgió lo que hoy conocemos como la meseta del Decán, una gigantesca formación volcánica en el sur de la India, que contribuyó a bajar en 2ºC la temperatura global del planeta, así como el Cráter de Shiva (que también tiene la misma edad que los que he mencionado anteriormente).

El cráter de Shiva es fuente de muchas polémicas. Parece un cráter típico de impacto, pero presenta un aspecto casi rectangular (o mejor dicho, tiene una forma más semejante a la de una lágrima), y tiene un tamaño descomunal (600 kilómetros de largo por 400 kilómetros de ancho), por lo que, si realmente fue producido por un asteroide, tuvo que ser uno con un tamaño de alrededor de… ¡40 kilómetros!. A día de hoy no está reconocido como un cráter de impacto de meteorito.

En definitiva, tenemos claro que hubo un impacto en Chicxulub, y todo apunta a que es el gran responsable de la extinción del Cretácico, pero no es el único factor de ese fenómeno, y es posible que la actividad volcánica y/u otros impactos en aquella misma época sirviesen como la gota que colmó el vaso para provocar que desapareciese gran parte de la vida de nuestro planeta.

¿Es posible que en el futuro próximo se estrelle algún asteroide así en la Tierra? No tenemos conocimiento de ninguna posible colisión durante los próximos dos siglos, pero sin ninguna duda, terminará pasando tarde o temprano…

Referencias: Wikipedia, Live Science, Universe Today