Un grupo de investigadores ha anunciado el descubrimiento de indicios de un posible planeta extragaláctico. Si se confirmase, sería la primera vez que se descubre un planeta más allá de la Vía Láctea. El método utilizado es de lo más interesante, porque les ha permitido deducir incluso su tamaño…

Un posible planeta extragaláctico en nuestro vecindario cósmico

A lo largo de los últimos años, hemos descubierto multitud de exoplanetas. Mundos, más allá del Sistema Solar, que giran en torno a otras estrellas. En todos los casos, sin embargo, nos hemos mantenido en el interior de la Vía Láctea. Detectar un exoplaneta más allá de nuestra galaxia es tremendamente complicado. Por lo que cualquier noticia de un posible hallazgo resulta intrigante. En este caso, sin embargo, hay que remarcar que nos encontramos ante un estudio que resulta muy preliminar, aunque el razonamiento de los investigadores parece muy convincente.

Descubren un posible planeta extragaláctico
La Galaxia Remolino, una galaxia espiral, y su compañera (llamada NGC 5194). Crédito: NASA y European Space Agency

El grupo de investigadores tras el hallazgo cree haber encontrado un posible planeta extragaláctico. Si se confirmase, recibiría la denominación M51-ULS-1b. El planeta se encontraría en Messier 51, también conocida como la Galaxia Remolino y se encuentra a 23 millones de años-luz. Se encuentra relativamente cerca de la Osa Mayor. A esta distancia, descubrir un exoplaneta sería poco menos que imposible. No tenemos la tecnología lo suficientemente avanzada para poder detectar la presencia de planetas alrededor de las estrellas de la galaxia.

Por ello, igual que ya ha pasado en otras ocasiones, tanto con exoplanetas muy lejanos, pero en nuestra galaxia, así como con otros posibles exoplanetas de galaxias muy distantes, todo se debe a los mecanismos indirectos. Es decir, no se utilizan los métodos más habituales. El método de tránsito, por ejemplo, que consiste en analizar la luz de una estrella en busca de caídas en su brillo, producidas por el paso de un planeta, no funciona en este escenario. No es posible aislar la luz de una única estrella de galaxias lejanas.

La utilidad de los rayos X

Pero, con un poco de ayuda, sí se puede conseguir estudiar señales aisladas. En algunos casos, gracias a la presencia de una microlente o lente gravitacional. Ambas hacen referencia al mismo fenómeno, con la diferencia de qué objeto es el que lo provoca. Una lente (o microlente) gravitacional actúa como una especie de lupa. Un objeto intermedio (una estrella, por ejemplo, si estamos observando un objeto lejano de nuestra galaxia, en cuyo caso estamos ante una microlente; o una galaxia, o cúmulos de galaxias, si observamos otras galaxias) que amplía la luz.

Concepto artístico de un telescopio de lente gravitacional. Crédito: Claudio Maccone

De esta manera, es posible ver con más detalle (o, simplemente, llegar a ver), un objeto que con nuestra tecnología no podría ser analizado. En el caso de este descubrimiento, no ha habido una lente gravitacional de por medio, algo que resulta sorprendente, pero que permite enfatizar que hay otros métodos que podrían ser útiles. En este caso, el posible planeta extragaláctico se encuentra en un sistema binario que tiene un agujero negro, o una estrella de neutrones, en el centro y está en proceso de consumir a la otra estrella del sistema.

Al hacerlo, emite una gran cantidad de rayos X. La señal es tan intensa como para ser detectada desde la Tierra. Es poco frecuente encontrar señales tan intensas. Además, la fuente de emisión de los rayos X, al analizarla, resultó ser muy pequeña. Tanto que un objeto que pasase entre ella, y nosotros, bloquearía temporalmente la emisión. Eso es, precisamente, lo que observaron los investigadores. Los indicios apuntan a que podría tratarse del tránsito de un planeta, que tuvo una duración de tres horas. Podría haber otras explicaciones, pero fueron descartadas…

No será fácil confirmar si realmente es un posible planeta extragaláctico

Hasta ahora, los investigadores han destacado la posibilidad de que el bloqueo de señales se debiese a la presencia de otra estrella. Según han explicado, el sistema binario es demasiado joven como para que esa pueda ser la explicación más plausible. Del mismo modo, creen que tampoco se debe a que haya material siendo arrastrado hasta la fuente de emisiones. Algo que, si se produjese, también sería capaz de explicar ese oscurecimiento. Sin embargo, las características de la señal no encajan con lo que se esperaría observar en ese caso.

Por ello, los investigadores consideran que podríamos estar ante un posible planeta extragaláctico. Para poder confirmarlo será necesario seguir estudiando el sistema. Si realmente estuviesen en lo cierto, han determinado que debería tener un tamaño similar al de Saturno. Es algo que resulta tremendamente intrigante. Estamos ante lo que podría ser un planeta, a 23 millones de años-luz de nuestra galaxia, del que se podría haber determinado incluso su tamaño. Sin embargo, no se puede afirmar que realmente se trate de un planeta.

Es algo que, seguramente, tardaremos una buena temporada en descubrir. Sea como fuere, lógicamente no hay motivos para creer que otras galaxias no deberían estar repletas de planetas. Por lo que es cuestión de tiempo que, tarde o temprano, comiencen a producirse descubrimientos de exoplanetas en otras galaxias. Una pregunta divertida es, probablemente, ¿en qué galaxia se encontrará? ¿Será este, en la galaxia Remolino? ¿O será alguno del Grupo Local? Por ejemplo, un planeta en Andrómeda, o en las Nubes de Magallanes. El tiempo lo dirá…

Estudio

El estudio es R. Di Stefano, J. Berndtsson, R. Urquhart et al.; «M51-ULS-1b: The First Candidate for a Planet in an External Galaxy». Puede consultarse en arXiv, en este enlace.

Referencias: Phys