El radiotelescopio de Arecibo, pese a su desplome sigue dando datos al mundo de la astronomía. Antes de que colapsase, seguía recogiendo información. Va a servir para poder comprender cómo se formó nuestro entorno de galaxias y seguir aumentando su gran legado…
Los datos que está dando Arecibo al estudio de galaxias
El radiotelescopio de Arecibo era el telescopio más grande del mundo hasta que, en 2016, fue superado por el radiotelescopio FAST, de China. A finales de 2020, el histórico observatorio se desplomó, destruyendo el telescopio. Aunque eso supuso el fin del funcionamiento del radiotelescopio, ni mucho menos supuso el fin del estudio de toda la información que se ha ido recopilando a lo largo de los años. Aunque el radiotelescopio ya ha pasado a la historia, toda la información que recopiló durante su historia sigue estando disponible para su uso.
Un equipo de investigadores ha utilizado las observaciones del radiotelescopio de Arecibo para poner a prueba algo conocido como la relación de Fall. Fue planteada originalmente por S. Michael Fall en 1983. La relación de Fall sugiere que la masa de estrellas, de una galaxia, y su rotación se correlacionan directamente. En conjunto, dictan cómo crecerá y evolucionará la galaxia. El estudio pone a prueba esta relación apoyándose en los datos recogidos en la observación de 564 galaxias de diferentes formas y edades. Es la muestra más grande de este tipo.
La investigadora jefe del estudio, Jennifer Hardwick, ha explicado que el estudio ayudará a los investigadores a comprender cómo han evolucionado, y se han formado, una gran variedad de galaxias. Eso incluye a la Vía Láctea. La relación de Fall fue sugerida hace casi 40 años y, desde entonces, se ha trabajado en ella. Pero, en estudios anteriores, la cantidad de galaxias, y tipos, analizadas eran muy reducidas. Con el nuevo trabajo, se pone a prueba la comprensión de cómo cambian las galaxias a lo largo de su existencia y permite definir límites.
La relación de Fall
Por lo que, en trabajos futuros, será posible desarrollar mejores teorías. En el estudio se observa que la relación entre la masa, de las estrellas de una galaxia, y su rotación no es la que se pensaba inicialmente. Los diferentes tipos de galaxias muestran una relación diferente entre ambas propiedades. Como las galaxia evolucionan a lo largo de miles de millones de años, es necesario trabajar con instantáneas de su evolución. Es decir, imágenes de las diferentes fases de una galaxia, que permitan reconstruir cuál ha sido su historia.
El proceso ha provocado que los astrónomos tengan muchas preguntas sin respuesta sobre el ciclo de vida de una galaxia. Al desarrollar una mejor comprensión sobre las propiedades de las galaxias, explican los investigadores, es posible incorporarlas en las simulaciones y remontarse en la historia de una galaxia. El estudio muestra, por tanto, la importancia de repasar datos e investigaciones ya realizadas, a medida que la tecnología va avanzando. Esto provoca que aparezca un ciclo de desarrollo tecnológico. Con nuevos hallazgos que propician nuevos avances.
Pero, para poder llegar a esos nuevos descubrimientos, es necesario repasar el conocimiento que se ha adquirido para garantizar que las bases son sólidas. Desde el inicio de la astronomía extragaláctica (aquella que estudia todo lo referente a otras galaxias) se había entendido que el momento angular es una pieza clave para comprender cómo se forman y evolucionan las galaxias. Sin embargo, debido a la dificultad para medirlo mediante observaciones, era difícil establecer límites que permitiesen acotar mejor las teorías planteadas.
Un estudio nacido gracias a los datos que ha ido dando Arecibo a lo largo de los años
La investigación también permite destacar la importancia del radiotelescopio de Arecibo durante más de medio siglo. Incluso tras su desplome a finales de 2020, ha seguido siendo una pieza importante en las investigaciones. De hecho, a pesar de su colapso, las observaciones de la cantidad de hidrógeno atómico, en las galaxias, llevadas a cabo con el radiotelescopio han sido tremendamente útiles. Han permitido elaborar un censo de la cantidad de gas presente en las galaxias. No solo eso, habrá que esperar una buena temporada para ver más avances.
Porque el radiotelescopio de Arecibo, en más de un sentido, todavía no ha sido superado por otras instalaciones que han llegado más tarde. De hecho, los investigadores explican que, seguramente, hasta la segunda mitad de la década de 2020, estas observaciones no se verán superadas por los datos obtenidos en otras instalaciones. El radiotelescopio FAST, así como el SKA (Square Kilometer Array) y ASKAP (Australia’s SKA Pathfinder Telescope) en Australia o MeerKAT (Karoo Array Telescope) en Sudáfrica, serán grandes referentes del futuro.
Pero, mientras tanto, el radiotelescopio de Arecibo seguirá aumentando su legado. Sus datos seguirán analizándose en los años venideros. La información que ha recopilado a lo largo de décadas, hasta casi los últimos días de su funcionamiento, permitirán que se siga avanzando en la comprensión del universo. Es algo que permite destacar la importancia, y la utilidad de los grandes telescopios que se han construido, o están en construcción. Su utilidad se sigue viendo incluso mucho tiempo después de dejar de estar operativos…
Estudio
El estudio es J. Hardwick, L. Cortese, D. Obreschkow et al.; «xGASS: characterizing the slope and scatter of the stellar mass–angular momentum relation for nearby galaxies«. Publicado el 1 de diciembre de 2021 en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: Phys