El sistema que proporciona el oxígeno de la Estación Espacial Internacional ha fallado, pero no supone ningún peligro para la tripulación. Aunque es algo que se suma a la reciente fuga de aire, que se detectó en agosto y que permite recordar que la Estación Espacial Internacional ya tiene su tiempo…

El oxígeno de la Estación Espacial Internacional se pierde gradualmente con el tiempo

En las últimas semanas, se ha hablado de la detección de una fuga de oxígeno en la Estación Espacial Internacional, que llegó a obligar a aislar a la tripulación en el módulo Zvezda, de la sección rusa, mientras se intentaba detectar dónde se estaba produciendo la fuga. Con el paso del tiempo, la Estación Espacial pierde oxígeno de forma normal. Es una cantidad muy pequeña que no supone ningún tipo de preocupación. Pero en los últimos tiempos, el ritmo de pérdida había aumentado debido a un escape en algún lugar.

Los fallos dEl suministro de oxígeno de la Estación Espacial Internacional
Imagen de la nave Progress 47 abandonando la Estación Espacial Internacional. Crédito: NASA

Curiosamente, esa filtración ya ha sido solucionada. Se encontraba en el módulo Zvezda, donde se había aislado la tripulación, y fue detectado gracias a unas bolsitas de té. Es una historia de lo más llamativa. Para detectar la filtración, el primer paso fue aislar los módulos. La primera sospecha fue que la fuga debía encontrarse en el segmento estadounidense, por lo que se decidió enviar a la tripulación al módulo Zvezda, en el segmento ruso. Después, tras determinar que era, precisamente, ese era el módulo responsable, había que encontrarla.

Así que, antes de sellarlo, la tripulación dejó varias bolsitas de té en el interior del módulo. Se desplazarían siguiendo la pequeña corriente provocada por la fuga, permitiendo determinar en qué lugar concreto del módulo se encuentra el escape. Esa incidencia ya ha sido resuelta de forma temporal, gracias a un tipo de cinta especial, capaz de aguantar todo tipo de variaciones de temperatura. Aunque, a largo plazo, se buscará una solución más permanente para que la pérdida de oxígeno de la Estación Espacial vuelva a su valor normal.

El fallo del sistema de oxígeno es una incidencia nueva

Pero, lejos de terminar ahí, los problemas con el oxígeno en la Estación Espacial Internacional han perdurado. El segmento ruso ha experimentado un fallo en su sistema, aunque no pone en peligro a la tripulación. El sistema se halla en el módulo Zvezda, y falló el pasado miércoles. Sin embargo, hay un segundo sistema de oxígeno, localizado en el segmento estadounidense, que sigue funcionando con normalidad. La incidencia coincidió con la llegada de los miembros de la Expedición 64, que había partido desde el cosmódromo de Baikonur.

Al día siguiente, el jueves, se llevó a cabo el trabajo de reparación del sistema. La estación está ocupada ahora mismo por seis personas. Si bien la cifra bajará a tres, cuando regrese la expedición 63, y aumentará de nuevo hasta 7 integrantes, ya en noviembre, con el viaje de la tripulación de la misión Crew-1 de SpaceX, que transportará a otros 4 astronautas hasta el laboratorio espacial, situado a poco más de 400 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, en lo que se conoce como la órbita baja de nuestro planeta. Allí permanecerán unos 6 meses.

Sea como fuere, estamos ante un escenario que no es ni mucho menos preocupante. La pérdida de oxígeno de la Estación Espacial Internacional, en circunstancias normales, es muy pequeña y no impide el funcionamiento normal. La pequeña fuga detectada tampoco era motivo de alarma. El fallo del sistema en el segmento ruso sí se puede ver, sin embargo, como una pequeña voz de alarma ante un hecho que no se puede ignorar. Algunos módulos de la Estación Espacial Internacional ya llevan más de dos décadas en funcionamiento…

La Estación Espacial Internacional «se hace mayor»

Los módulos del segmento ruso ya han pasado de su plazo previsto de uso. Según explicaba el cosmonauta Gennady Padalka, a la agencia de noticias rusa RIA Novosti, el equipo ruso estaba previsto que tuviese un período de utilidad de 15 años. Ya han pasado dos décadas y, en el horizonte, todavía quedan muchos años en funcionamiento para el laboratorio espacial. En estos momentos, se prevé que la Estación Espacial Internacional se mantenga operativa hasta 2030. Después, en algún momento, será reemplazada por la futura Plataforma Orbital Lunar.

La Estación Espacial Internacional, fotografiada el 23 de mayo de 2010 desde el Space Shuttle Atlantis. Crédito: NASA

Mientras tanto, los módulos de la estación seguirán acumulando años. Por lo que, probablemente, no se puede descartar que en el futuro haya más incidencias. Hay que tener presente, de todos modos, que ni mucho menos nos encontramos ante un escenario crítico. La tripulación, si fuese así, estaría de vuelta en nuestro planeta. Pero no es menos cierto que, con el paso del tiempo y a medida que se sigue usando la instalación, probablemente surgirán más inconvenientes, que no deberían poner en peligro a la tripulación que se encuentre allí.

Lo importante, en cualquier caso, es que la fuga de oxígeno debería estar resuelta. Todo ha quedado en una anécdota que no merece ser calificada de susto, pero que permite recordar que, a pesar de su robustez, la Estación Espacial Internacional lleva dos décadas en funcionamiento y algunos módulos, como Zvezda, ya acumulan o van camino de las dos décadas en funcionamiento. Es toda una obra de ingeniería, que está resultando tremendamente útil para poder avanzar en el estudio del universo y entender cómo se comporta el cuerpo humano. En algún momento, tocará retirarla en favor de su sucesora, pero por ahora, la estación sigue teniendo mucha ciencia que ofrecer…

Referencias: Phys