Un grupo de investigadores ha ideado una técnica para poder determinar la autenticidad de una posible señal, de radio, extraterrestre que se pueda captar en el futuro. A fin de cuentas, saber si realmente procede de una civilización en algún otro lugar de la galaxia es un paso importante…

La autenticidad de una señal extraterrestre es el primer paso para una detección

La mayoría de las búsquedas de vida extraterrestre que se llevan a cabo utilizan radiotelescopios en la superficie de la Tierra para captar posibles señales de otras civilizaciones. Esto implica que cualquier interferencia de radio, ya sea de un satélite o procedente de la propia superficie, puede ser un problema. Desde los satélites Starlink a los microondas, e incluso los motores de coches, hay multitud de fuentes que pueden producir una señal que se parezca a la tecnofirma de una civilización más allá del Sistema Solar.

Reconocer la autenticidad de una señal extraterrestre
Esta imagen muestra la página impresa del ordenador, íntegramente, que contiene la señal Wow! Crédito: Big Ear Radio Observatory and North American AstroPhysical Observatory (NAAPO)

No sería la primera vez que se produce una falsa alarma, y ha habido unas cuantas desde que comenzase el programa SETI (por las siglas en inglés de búsqueda de vida inteligente extraterrestre) en los años 60. Hoy en día, los investigadores verifican estas señales apuntando el telescopio en una dirección diferente en el cielo y, después, regresando varias veces al lugar en el que se captó originalmente. Así, se puede confirmar que no fue algo aislado. Incluso así, la señal podría ser algo producido en nuestro planeta y, por tanto, no es plenamente infalible.

Un grupo de investigadores del proyecto Breakthrough Listen, de la Universidad de california, ha desarrollado una nueva técnica que busca evidencias de que la señal, realmente, ha viajado por el espacio interestelar. Esto elimina la posibilidad de que se trate de una simple interferencia de radio originada en nuestro planeta. Breakthrough Listen analiza el firmamento de ambos hemisferios, con diferentes radiotelescopios, en busca de posibles señales de civilizaciones extraterrestres. También analiza miles de estrellas individuales en el plano de la Vía Láctea.

La importancia de no caer en un equívoco

El plano de la galaxia es la dirección más probable en la que una civilización emitiría una señal, especialmente hacia el centro de la Vía Láctea, por lo que es una región en la que tiene mucho sentido realizar búsquedas de posibles emisiones. La técnica ha sido muy bien recibida por Andrew Siemion, el investigador jefe de Breakthrough Listen (y director del BSRC, el Centro de Investigación de la búsqueda de vida inteligente extraterrestre de Berkeley). Es la primera vez, explica, que se dispone de una técnica que permita realizar esta distinción.

Es algo muy importante, añade Siemion, si pensamos en algo como la señal Wow!, que se produjo una única vez. A fin de cuentas, continúa, la primera detección de vida inteligente extraterrestre podría proceder de una señal que se capte una única vez. Si no se repite, no hay mucho que se pueda hacer al respecto (como sucede con la señal Wow!) y, lógicamente, la explicación más probable sería la de la interferencia de radio. Con esta nueva técnica, y la instrumentación necesaria, se puede reconocer si la señal ha viajado por el medio interestelar.

En el futuro, Breakthrough Listen utilizará la técnica, así como su ubicación en el firmamento, durante sus observaciones de posibles señales con instalaciones como el Telescopio Green Bank o MeerKAT. La búsqueda de señales es muy compleja porque hay un gran fondo de emisiones de radio producto de la actividad humana. Por lo que localizar una que proceda del espacio exterior es como buscar una aguja en un pajar. Por ahora, no se ha logrado confirmar la existencia de señal alguna que haya sido emitida desde fuera del Sistema Solar.

Las interferencias de radio y la dificultad para confirmar la autenticidad de una señal extraterrestre

No podemos olvidar que, en 2020, Breakthrough Listen encontró una señal que parecía prometedora (a la que se denominó BLC1). Sin embargo, en un análisis posterior se determinó que, con toda certeza, era simplemente una interferencia. Esto, sin embargo, permitió que los investigadores comprendiesen que una señal real, procedente de civilizaciones extraterrestres, debería mostrar ciertas características, producto del viaje por el medio interestelar. Eso debería ayudar a distinguirlas de señales producidas en nuestro planeta o nuestro entorno.

Esta ilustración es la que utiliza Breakthrough Initiatives para su iniciativa Breakthrough Listen. Crédito: Breakthrough Initiatives

Gracias a estudios anteriores, que describen cómo se ven afectadas las señales de radio por el medio interestelar (el espacio entre estrellas), ahora se tiene una buena idea de los efectos que produce. Este tipo de señales aumentan y descienden con el paso del tiempo, es decir, centellean. Se ven ligeramente curvadas (o refractadas) por el medio interestelar, así que llegan a la Tierra por diferentes caminos. El fenómeno es bien conocido porque nuestra propia atmósfera produce un centelleo similar. Es el que provoca que las estrellas parpadeen (pero los planetas no).

Ahora, un algoritmo es capaz de analizar ese centelleo para determinar si la señal ha pasado por el medio interestelar. Ya se están realizando nuevas observaciones, con el observatorio Green Bank, para confirmar que la técnica puede identificar rápidamente una posible tecnofirma. Eso sí, solo será útil para señales que se originen a más de 10 000 años-luz de nuestro planeta. De otro modo, no habrán recorrido suficiente medio interestelar para que su centelleo sea destacable. En distancias más pequeñas, no mostrarán este efecto…

Estudio

El estudio es B. Brzycki, A. Siemion, I. de Pater et al.; «On Detecting Interstellar Scintillation in Narrowband Radio SETI». Publicado en la revista The Astrophysical Journal el 17 de julio de 2023. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Universidad de California – Berkeley