China ha comenzado el despliegue de sus propios satélites para proporcionar acceso a Internet. Con este movimiento, siguen los pasos de compañías como SpaceX, de Elon Musk, que utiliza la órbita baja de la Tierra para dar acceso a Internet a la población del planeta…
La red de satélites de internet de China comienza a dar sus primeros pasos
En 2019, Elon Musk y SpaceX comenzaban el despliegue de satélites de acceso a internet de banda ancha. A mediados de 2023, la constelación de satélites Starlink ya cuenta con más de 4000 satélites en operación en la órbita baja de la Tierra. Generalmente, se define así a la región a entre 200 y 2000 kilómetros de la superficie del planeta. En estos momentos, la compañía cuenta con un millón y medio de clientes en todo el planeta. Otras empresas, competidoras, llevan incluso más años lanzando sus propios satélites de acceso a internet.
A esto hay que sumarle la aparición de otras, como HughesNet, OneWeb o Kuiper (esta última de Amazon). El último rival de Starlink, sin embargo, podría ser el más temible. Se trata de una compañía china que cuenta con el apoyo del gobierno del país. El pasado 9 de julio, se lanzó un prototipo de satélite de internet a bordo de un cohete Long March 2C desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, de China (si bien se encuentra en Mongolia). El satélite ya está en su órbita, donde realizará diferentes pruebas.
Esto permitirá validar la tecnología de banda ancha por satélite. A largo plazo, el objetivo del proyecto es crear una constelación de 13 000 satélites, apodada Guo Wang. Aproximadamente, en chino mandarín significa red estatal. Algo que refleja la visión de Pekín de tener una parte del mercado de satélites de internet llevado a cabo por el estado. El proyecto lo ha creado la Comisión estatal para la supervisión y administración de las activos del Estado (SASAC).
Un proyecto liderado por una empresa china
Lo lidera una compañía china llamada SatNet. Según se ha publicado en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), la compañía tiene planeado crear dos constelaciones diferentes. GW-A59 y GW-2, con una cobertura de 37,5 a 42,5 Ghz (del espacio a la Tierra) y de 47,2 a 51,4 GHz (de la Tierra al espacio). Según explican desde Universe Today, tras consultar con diversas fuentes, la constelación es parte de un esfuerzo más global, por parte de China, de adentrarse en el creciente mercado de satélites de acceso a internet.
Según un informe publicado por la compañía Gran View Research, Inc., el mercado de satélites de internet estaba valorado en 8230 millones de dólares en 2022. Se espera que, en 2030, llegue a los 22 570 millones de dólares. El ritmo de crecimiento anual se estima en un 13,6%. La cifra de usuarios de acceso a internet por satélite, a nivel mundial, ha crecido desde los 43 millones en 2020 (alrededor del 1% del total de usuarios) y se espera que llegue a 110 millones a finales de esta década (supondría el 1,4% del total de usuarios de la red).
Pese a su éxito, la cuota de mercado de Starlink es de apenas un 3,5% y su crecimiento en el futuro, se espera, estará provocado principalmente por los países en desarrollo en África, Asia, Latinoamérica y otros lugares. El gobierno de China abrió el mercado de satélites de Internet a la inversión privada en 2014. Aproximadamente, desde entonces se han iniciado dos docenas de proyectos, incluyendo GalaxySpace, el primer proveedor de acceso a Internet por satélite en China, gracias a la financiación de diferentes compañías y el propio gobierno.
Los gobiernos se implican cada vez más
Es una tendencia que también se está observando a nivel mundial. Los gobiernos están proporcionando financiación, cada vez más significativa, a las compañías de acceso a internet por satélite para proporcionar servicio a los mercados donde no hay suficiente cobertura. China está embarcada en diferentes programas muy ambiciosos desde hace unos años. Esto incluye cosas como la creación de una base lunar china que rivalice con el programa Artemisa. También disponen de un avión espacial del que se sabe poco, que compite con el X-37B de Estados Unidos.
También han establecido plataformas de aterrizaje en el mar y han comenzado el desarrollo del cohete Long March-9. A esto hay que sumarle que están planteando realizar misiones tripuladas a Marte, a partir del año 2033. Si cumplen su objetivo, esos lanzamientos se realizarían, aproximadamente, en los mismos años en los que la NASA espera llevar a cabo sus misiones. Este último movimiento apunta a que China también quiere dejar sentir su presencia en el sector espacial comercial. Están trabajando en diferentes vías.
No solo han mostrado interés en los satélites de acceso a internet. También están trabajando en cohetes reutilizables y han mostrado diseños que recuerdan a los de Starship y Super Heavy (de SpaceX). Al igual que en otros casos, parece que el desarrollo está recibiendo la financiación del estado, con las compañías privadas encargándose de cumplir con las peticiones y objetivos definidos por el gobierno. Está claro que el gigante asiático no va a cejar en su empeño por demostrar que es uno de los grandes actores de la industria aeroespacial a nivel mundial…
Referencias: Universe Today