Un grupo de científicos, liderado por el polémico Abraham Loeb, ha anunciado el nacimiento del Proyecto Galileo. Una misión que buscará indicios de tecnología fabricada por posibles civilizaciones extraterrestres. Ya ha recibido las primeras inversiones de donantes privados…

El Proyecto Galileo se fijará en cosas como los OVNIs

De los nombres del Proyecto Galileo, sin duda, destaca el de Abraham Loeb. Este profesor de Harvard no es ajeno a la polémica. A principios de 2021, fue protagonista de diversos enfrentamientos sobre la búsqueda de vida extraterrestre inteligente. Ahora, vuelve a la carga en una iniciativa que buscará encontrar indicios de tecnología fabricada por civilizaciones extraterrestres. El proyecto busca crear una red global de telescopios, de mediano tamaño, cámaras y ordenadores para investigar objetos voladores no identificados (OVNIs).

Proyecto Galileo: Abraham Loeb vuelve a la carga
Concepto artístico de una vela solar impulsada por un haz de radio generado en la superficie de un planeta. Crédito: M. Weiss/CfA.

Por ahora, ya ha recibido una inversión de 1,75 millones de dólares, procedentes de inversores privados. La iniciativa ha sido presentada por el propio Abraham Loeb con un discurso en lo que viene siendo su línea habitual en los últimos tiempos. Así, aseguraba que no se puede ignorar la posibilidad de que las civilizaciones tecnológicas sean anteriores a nosotros. Se podría discutir este punto sobradamente. En cuanto a que sí, seguramente haya habido civilizaciones anteriores a la nuestra, pero eso no quiere decir que hayan enviado su tecnología a la Tierra

En cualquier caso, Loeb añadía que el descubrimiento de cualquier tipo de tecnología extraterrestre tendría un impacto enorme en nuestra ciencia, tecnología y visión del mundo. Algo que ciertamente no se puede poner en duda. En el Proyecto Galileo, Abraham Loeb contará con la colaboración de investigadores de Harvard, Princeton, Cambridge, Caltech y la universidad de Estocolmo. Además, llega apenas un mes después de que se presentase un informe desde el Pentágono. En él, se concluía que la naturaleza de los fenómenos aéreos no identificados no es clara.

El informe del Pentágono no apuntaba a la vida extraterrestre inteligente…

No es menos cierto, sin embargo, que el informe del Pentágono no mencionaba en ningún momento la posibilidad de que los fenómenos fuesen de origen extraterrestre. O, por lo menos, no lo colocaban entre sus primeras preocupaciones. De hecho, una de las ideas que más resuena en el informe es que podría tratarse de algún avance tecnológico de una nación enemiga. Es decir, el informe muestra la preocupación por que alguna nación enemiga de Estados Unidos haya podido lograr un desarrollo tecnológico que ellos no poseen.

El informe explica que es necesario disponer de un proceso detallado. Así se podrá recopilar la información precisa sobre estos avistamientos. En ocasiones, ni siquiera la información sobre el fenómeno era fiable. De ahí que, en los últimos años, según explicaban, se hayan esforzado por instruir a parte del personal militar de EE. UU. Esperan, así, que sean capaces de centrarse en los datos necesarios. No en vano, insistían en que, en algunos casos, simplemente no había mucho a lo que aferrarse. La información era demasiado vaga o confusa.

Quizá por ello, Abraham Loeb argumenta que lo que se observa en el cielo no debería ser interpretado por políticos o personal militar. A fin de cuentas, no han recibido formación científica. Es la comunidad científica la que debería explicar qué es lo que se observa. Por otro lado, el gobierno de Estados Unidos tiene la capacidad de recurrir a los investigadores que consideren necesarios. Ciertamente, disponen de los recursos y el alcance para poder contar con quien les plazca. Es decir, es un argumento válido, pero no parece plenamente convincente.

El proyecto Galileo también analizará objetos interestelares

El proyecto Galileo no se va a centrar únicamente en el estudio de OVNIs. También va a prestar atención a los objetos interestelares que se detecten en el interior del Sistema Solar. Además, persigue, entre sus objetivos, buscar si pudiera haber satélites alienígenas que estén analizando la Tierra. Es algo que el propio Loeb considera una nueva rama de la astronomía, a la que denomina arqueología espacial. La búsqueda de vida inteligente extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) se centra en la búsqueda de señales de radio extraterrestres.

El observatorio Vera Rubin. Crédito: Rubin Observatory/NSF/AURA

La arqueología espacial sería un complemento para ampliar los campos de búsqueda. Sea como fuere, para poder llevar a cabo este tipo de observaciones, será imprescindible colaborar con campañas de observación presentes y futuras. El observatorio Vera C. Rubin, en Chile, entrará en funcionamiento en 2023 y es uno de los más esperados por la comunidad científica. Veremos si, realmente, el Proyecto Galileo logra encontrar alguna señal prometedora, aunque no parece haber motivos para ser especialmente optimista en este sentido.

Eso no quiere decir, ni mucho menos, que la iniciativa sea absurda. Es necesario analizar aquellas oportunidades que surjan, y puedan ser interesantes, para determinar si hay vida más allá de nuestro sistema. Veremos en qué desemboca todo esto. El proyecto apenas acaba de comenzar su andadura. Sin duda, escucharemos más sobre su trabajo en el campo de los objetos interestelares que se observen en el futuro. En cuanto a los OVNIs, quién sabe, quizá en el futuro también den con algún avistamiento que resulte intrigante…

Referencias: Phys