Si hace una semana hablábamos de que hemos detectado una actividad extraña en una estrella llamada KIC 8462852, ahora ya podemos decir que estamos prestándole atención de manera activa a la caza de posibles señales de vida extraterrestre. Los primeros en ponerse manos a la obra han sido los astrónomos del proyecto SETI…

Sólo ha hecho falta una semana para prestarle atención

El Allen Array Telescope, en California (Estados Unidos). Crédito: SETI Institute

El Allen Array Telescope, en California (Estados Unidos).
Crédito: SETI Institute

Sólo ha pasado una semana desde que los astrónomos anunciasen el fascinante descubrimiento: la estrella KIC 8462852, a 1.481 años-luz de distancia de nuestro planeta, sufre reducciones de brillo que son muy difíciles de explicar (es muy recomendable que leas la noticia que publiqué en su momento si no conoces la historia). Por ello, han surgido diferentes hipótesis, y hasta se ha llegado a considerar la posibilidad de que se pueda tratar de algún tipo de estructura alienígena (como una esfera de Dyson) en proceso de construcción alrededor de la estrella.

El próximo oscurecimiento de la estrella (si es que hay algún tipo de periodicidad que podamos predecir) está previsto para principios del año 2.017. Tanto si sucede en esa fecha, como si no, nos servirá para tener alguna idea más sobre qué está sucediendo allí de forma visual. Sin embargo, mientras tanto, podemos fijarnos en las señales de radio que puedan proceder de las inmediaciones del sistema estelar, y los astrónomos del equipo SETI han anunciado que el Allen Telescope Array (una matriz de 42 radio telescopios ubicado en California, que es el producto de un esfuerzo conjunto de la Universidad de California y el propio proyecto SETI) ya está apuntando a KIC 8462852.

No esperamos detectar señales de vida

Concepto artístico de una esfera de Dyson. Crédito: Levy Wang

Concepto artístico de una esfera de Dyson.
Crédito: Levy Wang

Aun con todo, no hay que dejarse llevar por el entusiasmo por el simple hecho que haya radiotelescopios a la escucha. Es muy improbable que SETI vaya a detectar señales de radio que podamos identificar como pertenecientes a vida extraterrestre (y eso partiendo de la base de que lleguen a detectar algo inusual, que no tiene por qué ser el caso), y no es descartable que, incluso si las detectásemos, tengamos grandes dificultades para saber si son de origen artificial o no…

Sea como fuere, esta investigación seguramente nos ofrezca resultados interesantes porque, de momento, todo lo que sabemos desafía a cualquier hipótesis que podamos plantear para intentar explicar qué está sucediendo. Las opciones más obvias, como ya comenté, no terminan de encajar porque no vemos características que sí deberían estar presentes, y las menos obvias no son, ni mucho menos, fáciles de corroborar (además de tener fundamentos científicos más o menos discutibles).

De momento, el Allen Telescope Array ya está escuchando en la dirección del sistema estelar en el que puede estar esa posible megaestructura alienígena en proceso de construcción, esperando captar algún tipo de señal de radio en más de 9 mil millones de canales diferentes, en longitudes de onda de 1 a 10 gigahercios. Si se encontrase algo interesante, la intención es pasar a utilizar el Very Large Array de Nuevo México, en una propuesta muy similar a la que está preparando el equipo de astrónomos que publicó sus resultados la semana pasada.

Ha surgido alguna hipótesis nueva

El radiotelescopio Very Large Array de México. Crédito: Hajor

El radiotelescopio Very Large Array de México.
Crédito: Hajor

Todas las teorías que planteamos hace una semana siguen en pie, pero además se han añadido algunas más que podrían explicar qué está sucediendo. Ninguna de ellas es plenamente satisfactoria, pero pueden servir para orientarnos un poco más hacia la que, finalmente, resulte ser la respuesta correcta. De momento, a las posibilidades que ya enumeramos la semana pasada toca añadirles las que mencionamos a continuación…

Podría tratarse de un campo de asteroides que haya sido capturado recientemente por la estrella. También se está contemplando la posibilidad de que el oscurecimiento se deba a al tránsito de una serie de planetas gigantes con anillos muy grandes, o al tránsito de una estrella joven, que sea parte del mismo sistema estelar, y que tenga un disco protoplanetario. Otra opción es que la estrella (KIC 8462852) sea más joven de lo que sugeriría su posición y su velocidad. Si fuese así, entonces todavía podría tener material a su alrededor que la oscurecería cada cierto tiempo.

El problema, sin embargo, es que estas hipótesis sólo se suman a las que ya existen y siguen sin ser explicaciones totalmente satisfactorias. En gran parte, todo estriba en esa aparente falta de periodicidad, y para hacer las cosas aun más enrevesadas, la estrella no pudo ser observada en Abril de este año (cuando se esperaba que el oscurecimiento se repitiese) por una avería en el telescopio Kepler…

SETI sólo es el primero en observar

Recreación artística de una hipotética exoluna

Recreación artística de una hipotética exoluna

En definitiva, aunque los astrónomos del proyecto SETI han sido los primeros en poder prestar atención a esta estrella, no hay que olvidar que el resto de propuestas en las que se estaban trabajando siguen adelante. Así que, probablemente, en las próximas semanas (o meses) seguramente tengamos más radiotelescopios (como el de Green Bank) observando el sistema, y con mucha probabilidad habrá más recursos y medios que ahora intentando desentrañar la incógnita.

Es muy difícil que se trate de señales de vida alienígenas, pero puede que estemos a las puertas de algún descubrimiento que ayude a que la ciencia, y nuestra comprensión del universo, siga avanzando. A fin de cuentas, el primer púlsar descubierto recibió el alias de pequeños hombres verdes porque, en aquel momento, los astrónomos no estaban seguros de que las señales de radio que estaban recibiendo fuesen de origen natural. Hizo falta encontrar otros púlsares que nos permitiesen entender que estábamos observando la radiación emitida por algunas estrellas de neutrones, que rotan a una velocidad altísima.

Quién sabe, puede que en este caso suceda algo similar, y que lo que hemos observado en esta estrella sea sólo el primer paso para descubrir algún fenómeno natural en el Universo que hasta ahora nos era completamente desconocido. En el peor de los casos, quizá se añada a otras señales que, al menos por ahora, no hemos conseguido explicar satisfactoriamente, como la señal Wow! que fue captada hace varias décadas…

Referencias: IFLscience