Un grupo de investigadores plantea que los asteroides (y otros objetos) podrían esparcir la vida a lo largo y ancho de una galaxia. Además, no sería algo casual. Sus datos apuntan a que podría ser un fenómeno muy frecuente y abundante…
Asteroides que podrían esparcir la vida
A decir verdad, el escenario no es ni mucho menos nuevo. La idea de que la vida pudo llegar a un mundo en particular, sea la Tierra o cualquier otro, desde algún lugar diferente es conocida como panspermia. Tradicionalmente, se suele restringir a regiones pequeñas. Por ejemplo, la panspermia pudo llevar la vida, hace miles de millones de años, desde la Tierra a Marte e, incluso, Venus. Sin embargo, sus respectivas evoluciones los transformaron en mundos inhóspitos. El escenario inverso es también posible, que la vida llegase así a la Tierra.
Pero, aunque quizá con menos frecuencia, también se habla de un escenario mucho más grande. La panspermia galáctica. El mecanismo no deja de ser similar. Un asteroide es expulsado de su sistema natal y vaga por la galaxia. Con el tiempo, termina siendo atrapado por la gravedad de alguna estrella. De esa forma, la semilla de la vida, a través de los asteroides, podría esparcir la vida por toda la galaxia. Especialmente si sucede con una frecuencia lo suficientemente elevada. No debemos pensar, en cualquier caso, en organismos vivos.
O por lo menos, no exclusivamente. Es posible que la panspermia pueda transportar organismos simples de un sistema a otro, pero incluso transportar los bloques de la vida es lo suficientemente intrigante. Con todo esto en mente, los investigadores Idan Ginsburg, Manasvi Lingam y Abraham Loeb han intentado determinar cuál es la frecuencia con la que podría producirse la panspermia galáctica. en sus palabras, es el primer estudio que intenta calcular, con tanto detalle, cuál es la probabilidad de que suceda en la Vía Láctea.
La panspermia galáctica podría ser muy frecuente
Según sus cálculos, podría haber hasta 10 billones de objetos, con tamaño similar al de los asteroides, que podrían esparcir la vida. Su estudio también sugiere que 100 millones de objetos podrían ser incluso más grandes, del tamaño del satélite Encélado, de Saturno (unos 500 kilómetros, aproximadamente). Por si fuese poco, creen que hasta 1000 objetos, con un tamaño como el de la Tierra, podrían estar moviéndose por la galaxia con los bloques de la vida. Es un escenario que resulta fascinante, porque sabemos que pueden ser expulsados de sus sistemas natales.
Como comentan los propios investigadores, no son los primeros en hablar de la panspermia galáctica. Ni mucho menos. Pero sí son los primeros en intentar analizar con tanto detalle cuál podría ser su frecuencia. Las cifras son tan grandes que invitan a pensar, para ellos, que no solo es un mecanismo posible, sino probable. Además, sabemos que hay organismos (como los extremófilos) que son capaces de sobrevivir a las duras condiciones del espacio durante largos períodos de tiempo. Pero, ¿durante tanto tiempo? Parece que creen que sí.
Uno de los ejemplos más célebres, sin ir más lejos, es el de los tardígrados. Los populares ositos de agua han demostrado una capacidad de supervivencia inigualable. Expuestos al vacío del espacio, simplemente, son capaces de hibernar. Pueden, incluso, vivir durante períodos muy prolongados sin necesidad de agua. Se ha planteado que podrían sobrevivir hasta a la mismísima muerte del Sol. Es una muestra de que la vida puede adaptarse a condiciones que resultan inimaginables para un ser humano. Por lo que pueden viajar por el espacio.
Buscando el caldo de cultivo apropiado
Así que la imagen es relativamente simple. Si un organismo, con unas características similares a las de un tardígrado (o algunas bacterias) se ve expulsado al espacio, podría sobrevivir al viaje y, al aterrizar en su nuevo hogar, continuar su existencia en su nuevo entorno. Sin embargo, hace falta un factor más para que este mecanismo pueda funcionar. Un lugar caótico. Porque el Sistema Solar, hoy por hoy, es de lo más tranquilo. Su período más convulso sucedió poco después de su formación, hace miles de millones de años, con episodios como el bombardeo intenso tardío.
Y por eso, los investigadores han puesto su punto de mira en el centro de la galaxia. Allí las condiciones son mucho más inestables. Es más sencillo que haya objetos, en los sistemas planetarios de sus estrellas, que puedan terminar viéndose expulsados. Objetos de todos los tamaños. Asteroides, satélites, planetas… Por lo que el centro de la galaxia podría actuar como una suerte de aspersor que los envía a diferentes regiones de la Vía Láctea. Todo ello con la ayuda de la gigantesca influencia gravitacional del agujero negro supermasivo en el centro.
Esa interacción es, en esencia, una asistencia gravitacional que aumenta la velocidad del objeto. Es una maniobra que, de forma intencionada, utilizamos constantemente en el Sistema Solar para que nuestras naves alcancen sus objetivos más rápidamente. Aprovechamos la gravedad de los planetas, haciendo que las naves pasen muy cerca de ellos, para acelerar sin necesidad de emplear combustible. Con un agujero negro, las velocidades alcanzadas pueden ser enormes. Hasta 10 000 kilómetros por segundo.
Los asteroides y planetas expulsados podrían esparcir la vida muy lejos
A pesar de esas velocidades, muy elevadas como para que la gravedad de una estrella pueda retenerlos, los investigadores están convencidos de que podría haber casos en los que terminen siendo atrapados. En su estudio, han intentado determinar cuántas estrellas visitaría un objeto antes de terminar perdiendo la velocidad suficiente para ser atrapado. En ese cálculo, además, hay que tener en cuenta cuánto tiempo puede sobrevivir la vida en el espacio. Aunque no se han detallado los cálculos, explican que han sido muy complejos.
Suponiendo la cantidad de variables, es fácil imaginar que, desde luego, no basta una simple suma. Pero lo importante es que, al final, el resultado les hace pensar que la panspermia galáctica podría funcionar de esta manera. Los asteroides, y muchos otros objetos de diferentes tamaños, serían una herramienta que podría esparcir la vida por la galaxia. Es un planteamiento mucho más concreto de lo que se ha hecho hasta ahora. Generalmente, siempre se ha hablado de estas teorías en términos muy generales, sin entrar en los aspectos específicos.
Así que, ahora, los investigadores quieren ver si podría suceder realmente. Esperan poder observar este proceso en acción algún día. De momento no está muy claro cómo. Pero creen que con los avances en las próximas décadas, es posible que se pueda comenzar a buscar señales de la panspermia galáctica en funcionamiento. De encontrar algo, supondría que toda la Vía Láctea podría servir como caso de estudio para comprender el origen de la vida. Y, por extensión, también se podría deducir cuál es su abundancia. Una de las grandes preguntas de la ciencia…
Estudio
Aunque no se menciona en el artículo de Harvard, parece que es más información sobre el estudio I. Ginsburg, M. Lingam y A. Loeb; «Galactic Panspermia». Publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y que puede ser consultado en arXiv.
Referencias: The Harvard Gazette
Me parece que ya habías hablado de esto en otro artículo.