Un grupo de investigadores ha anunciado la detección de nuevos compuestos orgánicos en las columnas de material que se expulsan al espacio desde el interior de Encélado. Algo que hace que se vuelva aun más interesante en lo referente a que pueda albergar algún tipo de vida en los océanos bajo su superficie…
Los nuevos compuestos orgánicos son los ingredientes de los aminoácidos
Lo más interesante, sin duda, es que estos nuevos compuestos orgánicos, observados en las columnas de material que Encélado expulsa al espacio, son los bloques que dan lugar a la aparición de aminoácidos en la Tierra. La observación ha sido posible gracias a los datos recogidos por la prolífica sonda Cassini. Aunque su misión terminó en 2017, sus datos seguirán siendo estudiados durante los próximos años. Las fuentes hidrotermales expulsan material desde el núcleo del satélite, mezclándose con el agua oculta bajo su superficie.
Esas columnas pueden llegar a alcanzar una altura de 500 kilómetros, liberándose en el espacio en forma de vapor de agua y granos de hielo. Las moléculas, condensadas en los granos de hielo, se ha determinado que son compuestos con nitrógeno y oxígeno. Son similares a los que, en la Tierra, forman parte de las reacciones químicas que dan lugar a la aparición de los aminoácidos. Los bloques de la vida tal y como la conocemos. En el lecho oceánico de nuestro planeta, las fuentes hidrotermales aportan energía para provocar esas reacciones.
En Encélado, las fuentes hidrotermales que oculta en su interior podrían funcionar exactamente de la misma manera. Por lo que estarían aportando la energía necesaria para provocar la producción de aminoácidos. Las implicaciones son muy intrigantes. Si las condiciones son las apropiadas, esas moléculas podrían estar siguiendo las mismas reacciones que se producen en la Tierra. Aunque, eso sí, los investigadores avisan de que no sabemos si, en realidad, los aminoácidos son necesarios para la vida en otros lugares.
Un hallazgo muy interesante pero no concluyente
El hallazgo es otro punto a favor de la tentadora idea de que Encélado pueda albergar algún tipo de vida en el océano bajo su superficie. Se añade a otros descubrimientos realizados por estos mismos investigadores. En 2018, descubrieron que en la superficie del océano del satélite de Saturno, había grandes moléculas orgánicas complejas, insolubles. Ahora, además, añaden que estos ingredientes, necesarios para la vida, estarían disueltos en el océano. Las condiciones podrían permitir que se formen aminoácidos y otros ingredientes necesarios para la vida.
¿Cómo se han podido detectar estos nuevos compuestos orgánicos? EN primer lugar, se disolvieron en el océano de Encelado. Posteriormente, se evaporaron desde su superficie, para condensarse y congelarse en los granos de hielo contenidos en las múltiples fracturas que se pueden observar en la corteza de Encélado. Con la ayuda de una columna de material, procedente del interior, esos granos fueron expulsados al espacio, permitiendo que la sonda Cassini, durante su estudio del polo sur del satélite de Saturno, los detectase.
De hecho, este material no se pierde por completo, va a parar al anillo E del gigante gaseoso. Pero hay que mantener la perspectiva clara. El descubrimiento de los precursores de los aminoácidos es muy interesante. Sin embargo, no está claro, ni siquiera en nuestro caso, cómo llegó a surgir la vida en la Tierra. El proceso no se conoce completamente bien. Por lo que es posible que, en realidad, falte algún otro ingrediente más. O unas condiciones muy específicas que, ahora mismo, no se estén dando en Encélado pero sí se dieron en la Tierra.
Los nuevos compuestos orgánicos de Encélado son un motivo para seguir
Lo que sí hacen, sin duda, es aumentar todavía más la percepción de que Encélado podría ser habitable. No para los seres humanos, pero sí para seres vivos que puedan ser capaces de adaptarse a las condiciones de ese océano. El camino para descubrir, sin embargo, si realmente hay vida en el satélite de Saturno será largo. Los datos de la sonda Cassini seguirán siendo, durante los próximos años, y quizá décadas, una gran fuente de información para tener una mejor imagen del océano en su interior y de sus características.
Para poder afirmar que Encélado tiene vida, habrá que encontrar pruebas irrefutables de que es así. Quizá se logre encontrar en los datos de la sonda Cassini. O quizá haya que construir un pequeño robot capaz de sumergirse en su océano (aunque atravesar su corteza, de kilómetros de profundidad, no será una tarea nada sencilla). Pero es innegable que, en estos momentos, Encélado, y en menor medida Europa, parecen representar las mejores oportunidades que tenemos de saber si la vida podría ser abundante en otros rincones de la Vía Láctea.
Si Encélado resultase albergar vida, por simple que sea, nuestra percepción de nuestro lugar en el universo cambiará profundamente. Sería, con toda probabilidad, un indicativo muy fuerte de que la vida podría ser muy abundante en la galaxia, ya que implicaría que dos objetos celestes, en el Sistema Solar, están habitados. Parecería lógico suponer que, por tanto, muchos otros mundos de la galaxia deberían tener sus propias formas de vida. Esa respuesta todavía no ha llegado, pero parece que cada vez estamos un paso más cerca de conseguirla…
Estudio
El estudio es N. Khawaja, F. Postberg, J. Hillier et al; «Low-mass nitrogen-, oxygen-bearing, and aromatic compounds in Enceladean ice grains». Publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society el 2 de octubre de 2019. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: NASA