Esta semana, en Astrobitácora 4×07, hablamos de cómo se puede utilizar el telescopio James Webb para detectar vida más allá del Sistema Solar. Además, en YouTube, comentamos un estudio que plantea que algunas supernovas podrían ser más peligrosas de lo que se pensaba inicialmente…

Astrobitácora 4×07: La búsqueda de vida con el telescopio James Webb

Desde que entrase en funcionamiento, el telescopio James Webb se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la astronomía moderna. En los últimos meses, hemos asistido a la publicación de diferentes estudios, en torno a la búsqueda de vida extraterrestre, que plantean cómo se podría utilizar el nuevo observatorio de la NASA para encontrar posibles señales de seres vivos más allá del Sistema Solar. Para ello, es necesario detectar la presencia de elementos que nos puedan permitir deducir que hay vida en ese mundo lejano.

Las supernovas peligrosas y Astrobitácora 4x07
Concepto artístico de un exoplaneta visto desde su luna. Crédito: IAU/L. Calçada

A esas señales se las conoce como biofirmas. Algunas nos pueden parecer muy obvias, como el oxígeno. Otras, podrían apuntar directamente a la presencia de civilizaciones. El telescopio James Webb tiene la capacidad de detectar algunos elementos en las atmósferas de planetas que no sean demasiado lejanos. Así que, en los últimos meses, se han hecho planteamientos de diferentes tipos. Desde la detección de oxígeno, y cómo podría determinarse si es de origen biológico o geológico, hasta la detección de diferentes gases al mismo tiempo.

El caso más sencillo es el del dióxido de carbono y el metano. Si ambos son abundantes, podría ser una señal de un planeta habitado. A fin de cuentas, el metano desaparece, de una atmósfera, con el paso del tiempo. Si su concentración se mantiene elevada, algo lo estará reponiendo. De esto, y de muchos otros aspectos, hablamos en el programa de esta semana. Puedes escuchar Astrobitácora 4×07 en iVoox, a través de su aplicación en iOS y Android o, si lo prefieres, en su propia web, en este enlace, o aquí mismo:

YouTube: Las supernovas más peligrosas de lo esperado

Además, en YouTube, como cada semana, abordamos un nuevo tema. En esta ocasión hablamos de un estudio que explica que algunas supernovas podrían ser más peligrosas de lo que se planteaba inicialmente. Generalmente, se plantea que las supernovas pueden ser peligrosas a una distancia de hasta 150 años-luz, aproximadamente. Cabe destacar que, en el caso de la Tierra, no hay ninguna estrella, en esa distancia, que vaya a convertirse en supernova en un futuro próximo. Así que no tenemos de qué preocuparnos.

Estos son los restos de la supernova SN 1987 A (que explotó en 1987 en la Gran Nube de Magallanes). Era una supernova de Tipo II-P. Crédito: NASA, ESA, P. Challis, y R. Kirshner

Sin embargo, un grupo de investigadores explica que un grupo de supernovas podría ser más peligroso de lo creído hasta ahora. Se trata de las supernovas de Tipo II luminosas en rayos X. Un tipo de supernova producido por el colapso de una estrella masiva (es decir, forma parte del grupo de supernovas de tipo II). Analizando las supernovas observadas en las últimas décadas, explican que este tipo de fenómenos podrían llegar a afectar a un planeta a más de 200 años-luz. Es algo que resulta interesante porque permite profundizar en este fenómeno.

No en vano, las supernovas están entre los fenómenos más violentos que podemos observar en el cosmos. Entre los eventos estudiados, nos encontramos con algunos que forman parte del pasado reciente de la Tierra. Se trata de la supernova SN 1987 A, que tuvo lugar en el año 1987 y pudo observarse en el hemisferio sur. Destaca por ser una supernova de muy poca potencia, en comparación a otras de la lista. De esto, y de muchas otras cosas, hablamos en el vídeo de esta semana. Puedes verlo en este enlace o, si lo prefieres, al principio de este artículo.