China ha lanzado el tercer (y último) módulo para completar su estación espacial, Tiangong. Supone el momento cumbre de un plan de más de una década para establecer una estación espacial permanente y mantener una presencia constante con tripulaciones en la órbita de la Tierra…
Wentian, el tercer módulo de la estación espacial Tiangong
Este lunes, 31 de octubre de 2022, China ha lanzado el tercer y último módulo de la estación espacial Tiangong. El lanzamiento ha sido observado por multitud de aficionados en el entorno del Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang. El programa espacial se ha convertido en toda una seña de orgullo del país. Ha supuesto que la defensa del país también haya dado un paso adelante importante. Desde el gigante asiático se ha dicho que el lanzamiento ha desencadenado muestras de patriotismo y ambiente positivo entre la población.
Sea como fuere, Mengtian (que se traduce aproximadamente como sueño celeste) se une a Wentian, el segundo módulo, lanzado hace solo unas semanas. Ambos módulos son laboratorios que se unen a Tianhe, el módulo central, en el que la tripulación vive y trabaja. Todo el conjunto recibe el nombre de Tiangong (palacio celeste). Al igual que los módulos anteriores, Mengtian ha sido lanzado a bordo de un cohete Long March-5B Y4, uno de los más potentes del país. La estación alberga en estos momentos una tripulación de dos hombres y una mujer.
Se trata de Chen Dong, Cai Xuzhe y Liu Yang, que llegaron a principios de junio y permanecerán durante seis meses a bordo. En ese tiempo, terminarán el montaje de la estación espacial, realizarán paseos espaciales y llevarán a cabo más experimentos. Tras la llegada de Mengtian, también llegará una cápsula Tianzhou, en el mes de noviembre. Posteriormente, en diciembre, una nueva tripulación viajará hasta la estación. Durante un tiempo, las dos tripulaciones convivirán en Tiangong, ya que hay espacio suficiente para albergar a seis personas.
Habrá más lanzamientos importantes de China
Mengtian pesa 20 toneladas y mide 17,9 metros, con un diámetro de 4,2. Proporcionará espacio para realizar experimentos científicos en microgravedad. Así como una escotilla para salir al espacio, y un pequeño brazo robótico para dar apoyo a operaciones extravehiculares. El módulo Wentian, ya en la estación, tiene una masa de 23 toneladas y está diseñado para experimentos científicos y biológicos. No hay ningún módulo más pesado en la órbita de la Tierra en estos momentos. En 2023, habrá otro gran lanzamiento.
Se trata del telescopio espacial Xuntian. Aunque no será parte de la estación, orbitará en secuencia con ella y podrá acoplarse ocasionalmente para realizar tareas de mantenimiento. Por ahora no se ha anunciado ninguna expansión adicional de la estación espacial Tiangong. En total, tendrá un espacio interior presurizado de 110 metros cúbicos. El programa espacial chino cumple a estas alturas tres décadas. Si bien no comenzó a avanzar rápido hasta la llegada del siglo XXI. El gran salto llegó en 2003, con su primera misión tripulada.
Se unió a Estados Unidos y Rusia como los únicos países que han enviado seres humanos al espacio usando sus propios recursos. Por esto, tampoco es sorprendente saber que Tiangong es una estación espacial difícil de comparar con la Estación Espacial Internacional. A fin de cuentas, Tiangong tiene una masa total de 66 toneladas, frente a las 465 de la EEI. Su primer módulo fue lanzado en 1998 y, además, está habitada, de manera permanente, desde hace más de dos décadas. Por lo que China tiene todavía un camino largo que recorrer.
Una estación longeva
El plan de China, tras el lanzamiento del tercer módulo de la estación Tiangong, es que el conjunto esté operativo durante entre 10 y 15 años. Esto abre la puerta a la posibilidad de que, en el futuro, pueda ser la única estación espacial en órbita del planeta. Algo que dependerá de cuándo se retire la Estación Espacial Internacional. Así como, naturalmente, los planes de las compañías privadas a la hora de lanzar sus propias estaciones. Sin hablar de las estaciones que se quieren establecer alrededor de la Luna en los próximos años.
China ha sumado otros éxitos gracias a sus misiones no tripuladas y su exploración lunar. El róver Yutu 2 es, por ejemplo, el primero en visitar la cara oculta de nuestro satélite. Se ha rumoreado que el país podría estar trabajando en un avión espacial secreto. También se ha criticado duramente al gigante asiático por destruir un satélite en órbita, generando más basura espacial en el proceso.
La mayor fuente de críticas, sin duda, es la tendencia del país a permitir que las fases de sus cohetes regresen a la Tierra de manera descontrolada. Es algo que ha sucedido en varias ocasiones y que, aunque no ha supuesto un problema, no deja de ser una fuente de preocupaciones. A fin de cuentas, aunque la posibilidad es más bien pequeña, esos restos podrían caer sobre alguna zona que esté habitada, con el peligro que ello supondría. Por ahora, de todos modos, China sigue avanzando en su programa espacial sin, aparentemente, sufrir grandes contratiempos.
Referencias: Phys