Curioseando los datos del blog, me he encontrado con una buena cantidad de búsquedas realizadas en Google que, en realidad, son preguntas. Así que se me ha ocurrido que podría ser una buena idea recopilarlas y responderlas, porque algunas de ellas, seguramente, no sean conocidas por todos… ¿Les echamos un ojo?
¿Qué son las ráfagas rápidas de radio?
Las ráfagas rápidas de radio son un pulso de radio procedente del espacio, con una duración de unos pocos milisegundos. Su origen no está del todo claro, pero hasta este año, hemos recibido algo más de 11 con un patrón de lo más interesante y curioso. ¿Pueden ser señales de vida extraterrestre? Pues es una posibilidad, aunque bastante remota (de la que ya hablamos en este artículo). Lo cierto es que, aunque es tentador pensar que estamos recibiendo señales alienígenas, no hay nada que indique que es así (e irónicamente, nada que indique que sí proceden de la Tierra).
¿Es cierto que la Luna estabiliza el eje de la Tierra?
Durante mucho tiempo hemos creído que sin la Luna, el eje de la Tierra giraría de manera descontrolada y la vida en el planeta nunca hubiera llegado a surgir sin su ayuda. Es cierto que nuestro satélite contribuye a que el eje esté estabilizado, pero hay estudios que indican que, en ausencia de la Luna, la variación del eje no sería mucho mayor, y que el resto de planetas (muy especialmente Júpiter) tendrían un efecto estabilizador en la Tierra. Puedes leer más al respecto aquí.
¿Es cierto que la NASA ha creado un motor warp accidentalmente?
No, pero es posible que lo que la NASA ha hecho sí pueda dar lugar, algún día, a algo así. Es todo muy teórico, pero podría funcionar (aunque estamos, muy, pero que muy lejos, tecnológicamente hablando, de poder crear algo así). Sobre la noticia hablamos en su día en este artículo.
¿Se puede medir la edad de las estrellas?
¡Claro que se puede! Y de hecho he explicado el proceso que se utiliza aquí.
¿Cuando miras al cielo, se ve algo más que estrellas?
Desde luego. Cuando miras al cielo, además de las estrellas (y la Luna), puedes ver planetas, satélites artificiales, cúmulos estelares, y hasta los brazos de la Vía Láctea (si estás en una zona que sea lo suficientemente oscura, como puede ser cualquier zona rural de tu región). ¿Cómo distinguir unos de otros? Es bastante sencillo. El brillo de los planetas es siempre constante, no oscila, mientras que el de las estrellas sí. Esto se debe a que, al estar tan lejos, la cantidad de luz que recibimos de ellas es lo suficientemente pequeña como para verse perturbada por las capas de aire turbulento de la atmósfera. Como los planetas del Sistema Solar están mucho más cerca y, en comparación, envían mucha más luz a nuestro planeta, no los vemos oscilar (en realidad sí hay una cierta oscilación, pero es tan pequeña que no la percibimos). Si las observásemos desde encima de la atmósfera, las estrellas tampoco parpadearían.
En el caso de los satélites artificiales, los geoestacionarios son un poco más difíciles de distinguir, pero el resto son fáciles de identificar porque, aunque parecen estrellas, se mueven por la atmósfera mucho más rápido y desaparecen de nuestra visión en un lapso de entre unos 20 o 30 segundos (dependiendo de lo cerca que estén del horizonte) a varios minutos. Si se mueven en una ruta Norte – Sur o Sur – Norte, entonces, con toda probabilidad, lo que estás observando es un satélite meteorológico o militar.
¿Qué es Aldebarán?
Es una gigante naranja de tipo K5III, y es conocida por ser uno de los objetos más luminosos del cielo nocturno. Su tamaño no es especialmente grande (en la escala cósmica). Es una de las estrellas de las que hablo en el artículo sobre las estrellas más grandes conocidas.
¿De dónde proviene el cinturón de Kuiper?
El cinturón de Kuiper es una región del Sistema Solar más allá de la órbita de Neptuno que está repleta de objetros transneptunianos. Es como el cinturón de asteroides interior, pero mucho más grande y más masivo (y muchísimo más distante). El origen exacto del cinturón es todavía un tanto misterioso (de hecho, es algo que los astrónomos están estudiando en la actualidad). Lo que se cree, es que consiste de planetesimales (esos pequeños objetos sólidos que aparecen en los discos protoplanetarios y que, con el paso de millones de años, terminan fundiéndose en objetos mucho más grandes, los planetas), del disco protoplanetario original del Sol, que no consiguieron llegar a unirse en planetas, y en su lugar se convirtieron en una multitud de objetos más pequeños (el mayor de ellos tiene menos de 3.000 kilómetros de diámetro).
Las simulaciones modernas sugieren que el cinturón de Kuiper se vio influenciado en gran medida por Júpiter y Neptuno, y también nos hacen pensar que ni Neptuno ni Urano pudieron formarse en sus ubicaciones actuales, ya que, en los orígenes del Sistema Solar, no debía haber mucho material en esa distancia para poder crear planetas con tanta masa como la suya. En su lugar, lo que se cree es que se formaron mucho más cerca de Júpiter, y que la dispersión de todos estos planetesimales que forman el cinturón de Kuiper, al principio de la historia del Sistema Solar, provocaron la migración de las órbitas de los planetas gigante: Saturno, Urano y Neptuno se movieron hacia fuera, mientras que Júpiter se acercó al Sol.
¿De verdad llegamos a la Luna?
Pues sí, no sólo una vez, si no unas cuantas. No sólo con el programa Apolo, si no también muchísimo más recientemente, con misiones como las de los róvers chinos que llegaron a nuestro satélite en 2014. Es tentador pensar que, si hoy en día no estamos en la Luna a pesar de tener una tecnología más avanzada que hace 50 años, entonces es que lo de los 60 debió ser un bulo, pero no es así. La realidad es que, a día de hoy, la Luna sigue siendo de lo más interesante, pero no tenemos una particular necesidad de poner a un hombre en ella. (Tarde o temprano, sin embargo, terminaremos construyendo bases lunares. Es cuestión de tiempo, porque nos permitirá poder lanzar misiones espaciales con costes infinitamente más reducidos. Ahora, si eso pasará en 100 años, en 10 o en 3.000 es otro tema…).
¿Habrá eclipses solares en España en 2.026?
¡Sí! Todavía queda más de una década, pero tendremos a falta de uno, tres: en 2.026, 2.027 y 2.028. Los tres están explicados en el artículo que escribí sobre el eclipse solar que vivimos el pasado mes de marzo de este año.
¿Es Westerlund 1-26 la estrella más grande conocida?
No, pero sí es la cuarta más grande. Tiene más de 1.500 radios solares, pero WOH G64, NML Cygni, UY Scuti son aun mayores. Si la pusiésemos en el Sistema Solar, llegaría a cubrir hasta la órbita de Júpiter.
¿Cuál es el mínimo de masa para una estrella?
No todo depende sólo de la masa, si no también de su radio, pero en cualquier caso, los astrónomos calculan que el mínimo para que un objeto celeste sea capaz de generar fusión nuclear por sí misma (y convertirse en estrella) es de 80 veces la masa de Júpiter.
¿Habrá un oscurecimiento en agosto de 2.015?
No. Categorícamente no. Es un bulo que aparece cada año o casi cada año y que siempre anuncia lo mismo. Pero no hay ningun fundamento científico ni ningún fenómeno que pudiese causar algo así. No habrá ningún oscurecimiento de varios días ni en agosto ni en septiembre ni en 2.015… Simplemente no. Si algún día lo hubiera por algún motivo que no alcanzo a imaginar, ten por seguro que lo veríamos en todos los medios con muchísimo tiempo de antelación (años). Pero hoy por hoy, es absolutamente imposible.
¿Puede Saturno destruir la Tierra?
No. Ni destruirla, ni provocar terremotos, ni nada similar. De hecho, lo mismo se aplica a Marte y otros bulos que suelen circular por ahí. Las órbitas de los planetas son increíblemente estables y su distancia nunca varía. Así que no, ningún planeta del Sistema Solar va a poner en peligro la Tierra. Los asteroides y cometas, a corto plazo tampoco, pero tarde o temprano sí.
¿Qué pasaría si un asteroide chocase contra la Tierra y crease una nube de polvo que eclipsase la luz solar?
Pues seguramente tendríamos cosas más importantes de las que preocuparnos que la nube de polvo en sí. Para crear una nube de polvo que cubra todo el planeta, el asteroide tendría que ser bastante grande (kilómetros de diámetro), y de hecho se cree que la extinción de los dinosaurios fue debida en parte a la nube de polvo que habría provocado el cometa de 10 kilómetros que dio origen al cráter de Chixculub. No hay ningún asteroide así de grande en curso de colisión con la Tierra durante los próximos siglos.
En cuanto a la nube de polvo, pues provocaría algo así como una pequeña edad de hielo. Si la luz solar no pudiese llegar al planeta, la temperatura iría bajando poco a poco, y se resentiría toda nuestra civilización (las cosechas serían escasas o nulas, por ejemplo). Dependiendo de la duración (unos meses o años) puede que la catástrofe vaya desde una crisis humanitaria al fallecimiento de gran parte de la población si no se tomasen las medidas adecuadas. Por suerte, ese escenario es ciencia ficción a día de hoy.
¿Se ha acelerado la órbita de la Tierra?
La órbita de la Tierra es siempre la misma (es decir, siempre estamos a la misma distancia del Sol en cada punto de la órbita a lo largo del tiempo, en realidad la órbita en sí no es perfectamente circular, así que el punto más cercano al Sol es de algo menos de 150 millones de kilómetros, y el punto más lejano es ligeramente superior a los 150 millones de kilómetros). Si la órbita de la Tierra acelerase, entonces nos alejaríamos del Sol.
Esto no es lo mismo, sin embargo, que el movimiento de la Tierra EN su órbita. Dentro de la órbita de nuestro planeta, la Tierra acelera y frena a lo largo del año. Cuando se acerca al punto de mayor proximidad (el perihelio) el planeta aumenta su velocidad, y va frenando en su camino al afelio (el punto más alejado), para volver a acelerar cuando vuelve a acercarse al perihelio. Ese es el funcionamiento de las órbitas. Le pasa a todos los objetos celestes, a menos que tengan una órbita perfectamente circular. Cuanto menor sea la distancia que le separa del objeto al que orbita, mayor será su velocidad orbital. En el caso de la Estación Espacial Internacional, por ejemplo, como sólo está a 400 kilómetros de altura, necesita orbitar alrededor del planeta a más 7 km/s (completa una vuelta en tan sólo 90 minutos). Sin embargo, la Luna, que también orbita alrededor de la Tierra, como está a 380.000 kilómetros, viaja a una velocidad mucho más lenta, de poco más de 1 km/s (unos 3.600 km/h).
Referencias: múltiples fuentes.
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A veces los vemos. Cuando el ángulo respecto al Sol es el apropiado, producen un brillo de satélite: https://es.wikipedia.org/wiki/Flare_de_sat%C3%A9lite
De todos modos, la gran parte de la basura espacial es muy pequeña, y los satélites geoestacionarios están a 35.000 kilómetros, así que no es que estén muy cerca.
Hay satélites que se pueden observar todas las noches con facilidad 🙂
Ha parecido más un indice de tu blog que las dudas de google, jeje.
Por cierto, si tenemos tantos satélites y/o basura espacial, por qué no vemos reflejados luz en ellos o algo que «a simple vista» nos indiquen que están ahí? Están «relativamente cerca»…