JAXA, la Agencia Espacial Japonesa, ha anunciado que enviará una misión a Fobos, uno de los satélites de Marte, para recoger muestras de su superficie. El objetivo es traer ese material de vuelta a la Tierra para poder estudiarlo. Algo que ayudará a entender mejor sus particularidades…

Las muestras de Fobos ayudarán a entender el origen de Marte

La misión, llamada Martian Moon Exploration (MMX), tiene como objetivo conseguir traer muestras de Fobos, una de las lunas de Marte, a la Tierra, fue anunciada el 20 de febrero de 2020 de forma oficial. Es la culminación a la fase de diseño y planificación, en la que se consideró la posibilidad de llevar a cabo la misión. En esa fase se simuló, por ejemplo, el aterrizaje para definir el diseño de la nave. Ahora, según han explicado se centrarán en el desarrollo del hardware y software que se utilizará en la misión.

Japón recogerá muestras de Fobos
Fobos. Crédito: NASA / JPL-Caltech / University of Arizona

Si no hay sobresaltos, se espera que el lanzamiento se produzca en 2024. La nave entraría en órbita de Marte en 2025. La sonda visitaría tanto Fobos como Deimos, recogiendo muestras en la superficie del primero, en una visita de apenas horas. Después, llegará el momento de regresar a nuestro planeta. En 2029, la sonda volvería hasta la Tierra, permitiendo que los científicos puedan analizar ese material. ¿Qué se espera encontrar en él? Quizá más información sobre cómo se formó tanto Marte como el Sistema Solar.

De hecho, hay que recordar que no está completamente claro cuál es el origen de Fobos y Deimos. Se ha sugerido que podrían ser asteroides que fueron capturados por el planeta. Pero también se ha planteado que, en su lugar, su origen está en el propio marte. Serían fragmentos de material expulsados hace mucho tiempo. Serían el resultado, si este escenario fuese el correcto, de una gran colisión entre Marte y otro objeto. Pero a día de hoy no hay evidencias en favor de uno u otro. Esas muestras podrían aclararlo.

Una herramienta para entender Marte

El análisis de Fobos puede ayudar a entender mejor cómo era Marte en el pasado. Desde JAXA han explicado que ambos satélites deberían haber acumulado sedimentos, expulsados de Marte a lo largo de miles de millones de años. Su estudio podría ayudar a entender cómo evolucionó la superficie del planeta. Si los satélites se formaron por una gran colisión, es material permitirá entender cómo era Marte en su juventud. Si, por el contrario, fuesen asteroides capturados, su análisis también será útil.

Porque podrían ayudar a entender cómo se transportan los elementos volátiles (como el agua), necesarios para la habitabilidad. Sea como fuere, no será la primera misión de JAXA para recoger muestras. Ya en 2010, por ejemplo, la misión Hayabusa trajo pequeñas muestras del asteroide Itokawa a la Tierra. Esos mismos pasos los está siguiendo, ahora, la misión Hayabusa2. Su sucesora también trae muestras. En esta ocasión del asteroide Ryugu, que serán entregadas en nuestro planeta en diciembre de 2020.

El estudio de esas muestras (tanto de Itokawa como de Ryugu), será muy útil para ayudar a entender mejor la formación del Sistema Solar y sus características. En los próximos años, parece que a esa familia se le podrá incorporar muestras de Marte y sus satélites. Hay que recordar que la misión Mars 2020, de la NASA, también tiene como objetivo recoger muestras de la superficie del planeta rojo. Partirá hacia el planeta en julio de 2020, y llegará en 2021. Sin embargo, esas muestras permanecerán allí.

El estudio de las muestras de Marte

En el caso de Mars 2020, será una misión posterior, tripulada, la que recogerá las muestras del róver para traerlas a la Tierra para su posterior estudio. Algo que podría suceder en 2031 como mínimo. Podría demorarse unos años más. En cuanto a las muestras de la misión MMX de JAXA, los científicos tendrán que esperar a finales de 2020 para poder estudiarlos. Sea como fuere, es otra demostración de que la atención está puesta en Marte en muchos aspectos diferentes. La misión de Japón, además, suma a otro protagonista.

Concepto artístico del róver Rosalind Franklin (ExoMars 2020). Crédito: ESA

Porque, hasta ahora, tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea han estado muy centradas en el estudio de Marte. Hay otras misiones planificadas para analizar Marte. China y los Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, van a lanzar misiones también en 2020 hacia Marte. Este verano va a ser un período muy ajetreado, en el que se hablará de 4 misiones diferentes: ExoMars 2020 (ahora bautizado como Rosalind Franklin), Mars 2020, la misión HX-1 de China y, finalmente, la misión Hope Mars de EAU.

Todos ellos partirán hacia el planeta entre julio y agosto, llegando a principios de 2021. El gran objetivo en el horizonte, compartido en muchos casos, es entender si Marte pudo tener vida en su pasado. Quizá incluso conservarla en el presente. Por supuesto, el gran objeto de deseo, sin embargo, es conseguir enviar una misión tripulada. Algo que podría suceder en la década de 2030. Mientras ese deseo se convierte en realidad, algo para lo que todavía quedan muchos obstáculos que resolver, la ciencia en torno al planeta rojo no deja de parar. Quizá en unos años, por fin, sepamos cuál es el origen de las pequeñas lunas de Marte…

Referencias: Space