Astrobitácora 1×17 nos lleva a los confines del Sistema Solar, a la búsqueda de un posible planeta, mucho más allá de la órbita de Plutón, que ayudaría a entender por qué algunos objetos describen órbitas muy parecidas. Además, en YouTube, las enanas rojas copan toda la atención…
Astrobitácora 1×17: A la caza del Planeta Nueve
En 2016, Mike Brown y Konstantin Batygin plantearon que, más allá de la órbita de Plutón, se encuentra un planeta masivo, al que se ha bautizado como Planeta Nueve. De momento, su búsqueda ha resultado infructuosa. Pero hay evidencias que apuntan a que debería encontrarse ahí. Es la explicación más sencilla para entender por qué ciertos objetos del cinturón de Kuiper muestran un comportamiento similar. Desde el planeta enano Sedna, a otros objetos descubiertos en los últimos años, parecen estar apilados en la misma región del Sistema Solar.
Sin embargo, desde entonces, no se ha logrado dar con el elusivo planeta. No está del todo claro que realmente exista. Es posible, de hecho, que su existencia no sea necesaria. Ha habido estudios en ese sentido, si bien es cierto que las conclusiones que arrojan no son demasiado satisfactorias. Por ejemplo, el comportamiento de estos objetos podría deberse al mero azar, pero la posibilidad de que suceda es extremadamente baja. También hay otras posibles explicaciones para qué podría ser el Planeta Nueve, en los objetos exóticos.
Sea como fuere, lo cierto es que el Planeta Nueve nos permite recordar que hay mucho por descubrir en el Sistema Solar. En este pequeño rincón de la Vía Láctea no está todo descubierto y explicado, ni mucho menos. ¿Se encontrará el Planeta Nueve en algún momento? ¿Qué otras explicaciones podemos utilizar para lo que se observa en el Cinturón de Kuiper? ¿Podría ser un agujero negro primordial? Esto, y muchas otras cosas, te esperan en el podcast de esta semana, que ya puedes escuchar en iVoox, Spotify, iTunes y aquí mismo:
Astrobitácora – 1×17 – La búsqueda del Planeta Nueve
YouTube: la zona habitable de las enanas rojas
Otra cuestión, no menos importante, es entender si las enanas rojas, las estrellas más abundantes del universo, podrían albergar planetas habitables a su alrededor o no. Para descubrirlo, es necesario entender cómo afectan, estos astros, a la zona habitable y los planetas que se encuentren en ella. Porque, cuanto más fría y pequeña es una estrella, más cerca estará su zona habitable. Eso hace que sea mucho más cercana que la del Sol, por ejemplo. En esos sistemas, la zona habitable está en una órbita más pequeña que la de Mercurio.
Eso conlleva ciertos problemas. A saber, al estar a solo unos pocos millones de kilómetros, los planetas se pueden encontrar en rotación síncrona. El mismo fenómeno que observamos nosotros con la Luna. Nuestro satélite tarda tanto en girar sobre sí mismo como alrededor del planeta, por lo que siempre nos muestra su mismo hemisferio. En cierto modo, para nosotros es una anécdota. Pero para un planeta, y su habitabilidad, pinta un escenario muy diferente al que conocemos en la Tierra. Es un entorno distinto y muy particular.
También hay que tener en cuenta la propia actividad de la estrella. Las enanas rojas, pese a lo que pudiera parecer, no son estrellas tranquilas. O por lo menos no todas, y tienen la capacidad de arrasar con las atmósferas de los planetas a su alrededor. Son solo algunas de las cuestiones que hacen que, siendo las estrellas más abundantes del universo, sea importante entender si sus planetas pueden tener vida. Porque la conclusión podría afectar profundamente a nuestra percepción de la vida en el cosmos. Puedes ver el vídeo al principio del artículo o en YouTube.