Un grupo de investigadores ha determinado que, aproximadamente, solo un tercio de los planetas, en torno a enanas rojas, tendrían las condiciones necesarias para ser habitables. Aunque la proporción puede parecer decepcionante, es cierto que siguen siendo muchísimos mundos…

Un tercio de planetas en torno a enanas rojas serían habitables

Sabemos que el Sol es una enana amarilla. Es posible, incluso, que hayamos oído en alguna ocasión que nuestra estrella está en un grupo más bien poco frecuente en la Vía Láctea. A decir verdad, todos los grupos de estrellas, salvo las enanas rojas, son escasos en comparación. El Sol es una enana amarilla. Aproximadamente, se calcula que el 8,5% de todas las estrellas de la galaxia son enanas amarillas. Las enanas rojas son el grupo más numeroso, de largo. Se estima que aproximadamente el 75% de estrellas de la galaxia son enanas rojas.

Un tercio de planetas habitables en torno a enanas rojas
Un exoplaneta alrededor de una enana roja de tipo M. Crédito: M. Weiss/CfA

No es una simple cuestión de nombres. Las enanas rojas son estrellas mucho más pequeñas, menos masivas, y más frías que el Sol. En sus entornos encontraremos miles de millones de exoplanetas. Al tratarse de estrellas mucho más frías y pequeñas, esos mundos tendrán que estar mucho más cerca, en comparación a los planetas del Sistema Solar, para poder encontrarse en la zona habitable de sus sistemas. Es decir, para estar a la distancia apropiada para poder tener agua en estado líquido en su superficie. Es una condición clave para la vida.

El inconveniente es que, al estar tan cerca, los planetas se ven sometidos a fuerzas de marea extremas (producto de la interacción gravitacional entre la estrella y el planeta). En un nuevo análisis, apoyándose en los datos más recientes de telescopios, un grupo de astrónomos de la Universidad de Florida ha descubierto que dos terceras partes, de planetas en torno a estas estrellas, podrían estar siendo machacados por esas mareas extremas. Como consecuencia, serían planetas completamente estériles y no tendrían la capacidad de albergar vida.

Un tercio de planetas siguen siendo muchos posibles mundos habitables

Esto, sin embargo, deja una tercera parte de planetas, cientos de millones a lo largo de la galaxia (como mínimo) que podrían estar en condiciones mucho más apropiadas. Estarían en lo que se conoce como una órbita ricitos de oro. Lo suficientemente cerca, y amable, como para poder tener agua en estado líquido en su superficie y quizá albergar vida. Así, los investigadores cuentan que el resultado es muy importante para la próxima década de investigación de exoplanetas, porque la atención, en estos momentos, se está centrando en las enanas rojas.

Estas estrellas, recuerdan, son objetivos excelentes para buscar pequeños planetas en una órbita donde pudieran tener agua líquida y, por tanto, que se trate de un mundo habitable. De hecho, han medido la excentricidad de una muestra de más de 150 planetas alrededor de estas estrellas. Por lo general, las enanas rojas tienen un tamaño similar al de Júpiter. Es decir, están en torno a los 140 000 kilómetros, aproximadamente. Cuanto más ovalada sea la órbita del planeta, más excéntrica es. Esto es un aspecto importante.

Porque si un planeta está lo suficientemente cerca de su estrella, a la distancia que Mercurio está del Sol, en una órbita excéntrica, se puede ver sujeto a un proceso conocido como calentamiento de marea. El planeta se ve estirado y deformado por las fuerzas gravitacionales cambiantes en su órbita irregular. La fricción provoca que se caliente. En el caso más extremo, esto podría cocer el planeta, haciendo que sea imposible que tenga agua en estado líquido. Solo en torno a estas pequeñas estrellas nos encontramos con este escenario…

Una zona de habitabilidad demasiado cercana

Las enanas rojas son las únicas cuya zona de habitabilidad está tan cerca como para que estas fuerzas de marea tengan un efecto importante. Los datos utilizados en el estudio proceden del telescopio espacial Kepler, que se dedicó a capturar información sobre exoplanetas al pasar por delante de sus respectivas estrellas. Para medir sus órbitas, los investigadores se han centrado especialmente en cuánto tardaban en cruzar la cara de sus estrellas. El estudio también se ha apoyado en nuevos datos obtenidos por el satélite Gaia.

Recreación de un atardecer en el exoplaneta Gliese 667Cc. La estrella más cercana es la enana roja Gliese 667 C, en la derecha aparecen Gliese 667 A y Gliese 667 B, las tres forman parte de un sistema solar triple. Crédito: ESO/L. Calçada

Hay que recordar que Gaia ha realizado mediciones de distancia a miles de millones de estrellas de la galaxia. La distancia es un aspecto clave que, hasta ahora, no era fácil de obtener y que permite a los investigadores realizar este análisis. Así, han observado que las estrellas con varios planetas son las que mayor probabilidad tienen de que sus mundos tengan órbitas circulares que les permitan tener agua en estado líquido. Las estrellas que solo tengan un planeta a su alrededor, sin embargo, es más probable que tengan mareas extremas y su superficie haya sido esterilizada.

Dado que una tercera parte de los planetas, en esta pequeña muestra, podrían ser habitables, es posible extrapolar eso al conjunto de la Vía Láctea. En el conjunto de la galaxia, podría haber cientos de millones de posibles planetas que tengan órbitas lo suficientemente amables como para que puedan tener agua en estado líquido en su superficie. Así que hay multitud de objetivos, en algunos casos esperando ser descubiertos, para poder buscar posibles señales de vida más allá del Sistema Solar. ¿Cuándo se encontrará un mundo que sea prometedor?

Estudio

El estudio es S. Sagear et al.; «The orbital eccentricity distribution of planets orbiting M dwarfs». Será publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y podrá consultarse en este enlace.

Referencias: Phys