Encélado tiene una mancha oscura que está desapareciendo. Es de lo más intrigante porque nadie tiene muy claro cuál es su origen. Sin embargo, entender su naturaleza podría ayudar a entender mejor qué sucede con las columnas de material que expulsa desde su superficie, así como pistas sobre posibles bloques de la vida…

La mancha oscura de Encélado

De todos los planetas del Sistema Solar, Saturno es el que tiene más satélites, con un total de 146. El que más miradas acapara, sin duda, es Encélado. Es un mundo muy especial porque hay muchos motivos para creer que podría tener condiciones propicias para la aparición de vida microbiana en su interior. Los hallazgos realizados en los últimos años dan fuerza a ese escenario. Hay muchos indicios de que oculta un océano bajo su superficie. Además, se han observado columnas gigantes de agua congelada (como si fuesen géiseres congelados) que están conectados a ese océano.

La intrigante mancha oscura de Encélado
Imagen de una columna de vapor de un géiser en el polo sur de Encélado. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute

Por lo que, en teoría, una nave que orbite a su alrededor podría captar moléculas de esas columnas y determinar si contiene bloques de la vida. Por ello, todos los detalles sobre el satélite son importantes. Incluyendo una mancha oscura presente en la superficie de Encélado. Su naturaleza es todo un misterio, pero fue descubierto por parte de un equipo de investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de NASA. El descubrimiento se produjo al revisar datos de las sondas Voyager y Cassini. El objetivo, en realidad, era buscar cambios en la superficie.

Los cambios permitirían entender cosas como la actividad geológica del satélite. Tras observar docenas de imágenes, descubrieron una pequeña mancha oscura, de no más de un kilómetro. Estaba presente en una imagen de 2009, pero en la de 2012 parecía haberse desvanecido. Estaba desapareciendo y encogiendo con el paso de los años. Nunca volvió a hacerse más pronunciada. ¿Por qué es llamativa? Encélado tiene un albedo muy alto. Es decir, refleja mucha de la luz que llega del Sol. Así que la presencia de una mancha oscura es sorprendente.

Posibles explicaciones

El primer paso, naturalmente, es asegurarse de que lo que se observa es lo que parece. ¿Cabe la posibilidad de que en algunas imágenes de baja resolución la mancha pareciese no estar y, sin embargo, seguir ahí? La respuesta es que, en principio no. Una comparación directa entre imágenes de 2010 y 2011 muestra que la mancha es más pequeña en la de 2011, a pesar de que esta tenía una resolución mayor. Por otro lado, ¿es posible que sea algún tipo de sombra? Los investigadores explican que tampoco parece un escenario probable.

Recurrieron a imágenes con varias condiciones de iluminación, procedente de diferentes direcciones. En ellas, el lugar de la mancha parece consistente. Los investigadores han llegado a descubrir una secuencia de imágenes, con la mancha oscura, donde el ángulo de incidencia de la luz (el ángulo en el que llega a la superficie) es cada vez más alto. Si la mancha fuese una sombra, cada vez sería más grande, pero no es lo que sucedía. Así que no parece tratarse ni de un rasgo de la superficie de Encélado (una pequeña depresión, por ejemplo) ni una sombra.

El equipo también analizó imágenes en color y en ultravioleta. Las primeras apuntan a que la mancha podría tener un tono marrón rojizo, diferente a otras zonas más oscuras del satélite, que son de un tono azulado. Así que tampoco había una explicación sencilla para qué podía provocar su aparición. Al final, lo que plantean es que podría tratarse de un cráter. Su aspecto podría deberse a que el material que se estrelló con el satélite era, precisamente, oscuro. Así que podría explicarse con que, simplemente, son los restos del objeto de la colisión.

Una mancha oscura que ofrece otros escenarios

Pero hay otro escenario que resulta de lo más intrigante. ¿Y si ese color rojizo se debiese a una señal de la composición interna de Encélado? Es poco probable, pero sería algo muy interesante. Aunque no esté claro qué es la mancha oscura, no deja de ser algo que puede tener mucha utilidad. El equipo explica que la mancha oscura parecía desvanecerse progresivamente porque el depósito del material expulsado por esas columnas lo terminó cubriendo. Se sabe que la superficie de Encélado está cubierta por depósitos de ese material.

En esta imagen puedes ver Encélado dentro del anillo E, a la izquierda, a unos 1000 kilómetros de distancia, también aparece el satélite Tetis. Crédito: NASA/JPL/Space Science Institute

No es diferente a capas de hielo que se van acumulando poco a poco. Sin embargo, este escenario también tiene sus puntos débiles. El proceso de desvanecimiento apenas duró unos años. Esto implicaría que ese tiempo es suficiente para que los depósitos de material expulsado por esos géiseres helados son suficiente para crear una capa de hielo tan espesa como para ocultar una mancha que era destacada. No encaja con diferentes cálculos que apuntan a que, en principio, deberían ser necesarios unos cien años para poder ocultar una mancha oscura como la observada.

Otra posibilidad es que se deba a la caída de partículas del anillo E. Son pequeñas partículas de hielo de los anillos de Saturno. Es posible que, al colisionar con Encélado, ayuden a acumular la capa de material que cubre la mancha oscura. De momento, en cualquier caso, hay demasiadas preguntas sin respuesta sobre la mancha oscura de Encélado. Algo que resume, perfectamente, la situación con el satélite en sí. En cualquier caso, en los próximos meses y años, sin duda, habrá mucha más información sobre esta mancha oscura y su desaparición.

Referencias: Space