Un grupo de investigadores ha anunciado la detección de una ráfaga rápida de radio que resulta sorprendente por sus características. Es algo que provoca que sea necesario replantearse qué es lo que se conoce sobre estas breves señales captadas desde otras galaxias…

Una ráfaga rápida de radio procedente de un entorno sorprendente

Los investigadores han utilizado un telescopio propiedad del CSIRO, la agencia científica nacional de Australia. Han detectado una ráfaga rápida de radio en una galaxia cercana a la Vía Láctea. Lo más intrigante es que la ráfaga rápida de radio resulta sorprendente porque procede de un entorno galáctico mucho más calmado que el de otras ráfagas detectadas anteriormente. Las observaciones han sido realizadas con el telescopio ASKAP, del CSIRO, ubicado en Australia Occidental. En estudios anteriores se había sugerido una posible causa para esas ráfagas.

Captan una ráfaga rápida de radio sorprendente
Una de las antenas del radiotelescopio ASKAP. Crédito: Alex Cherney

Se apuntaba a que, en galaxias en proceso de colisión, se podrían crear estrellas masivas que, tarde o temprano, provocarían la emisión de ráfagas rápidas de radio. Ahora, el estudio pone en duda que esa idea pueda ser correcta. Porque, explican, en las ráfagas estudiadas hasta ahora, sus galaxias estaban colisionado o fusionándose. En la investigación, sin embargo, no se están viendo esas señales claras de una galaxia turbulenta. La galaxia en sí, según cuenta el estudio, parece no verse perturbada. Es decir, está tranquila.

Esto sugiere, prosiguen, que una estrella masiva pudo ser la causa de la ráfaga o que pudo surgir de otra manera. Es posible que esa potente ráfaga fuese creada por algo diferente. Es importante tener presente, sin embargo, que el estudio del entorno de las ráfagas rápidas de radio es limitado. Hasta ahora, solo se han estudiado las galaxias anfitrionas de solo un puñado de ráfagas rápidas de radio. El estudio, de hecho, permite poner de relieve la importancia de conseguir detectar más ráfagas rápidas de radio para estudiar sus orígenes.

En busca de entender el entorno de las ráfagas rápidas de radio

Este tipo de estudios, explican los investigadores, son esenciales para poder estudiar los entornos de las ráfagas rápidas de radio. A fin de cuentas, las galaxias están compuestas por más cosas que estrellas. De ahí el interés por estudiar las ráfagas rápidas de radio, y las galaxias en las que suceden, con tanto detalle como sea posible. No solo se busca resolver un misterio intergaláctico, también se quiere comprender mejor la estructura y evolución de los sistemas galácticos. El telescopio ASKAP se seguirá utilizando para profundizar en este terreno.

Dos equipos de investigadores planean seguir usándolo, aprovechando sus capacidades, para investigar tanto los fenómenos como las galaxias de manera simultánea. Un aspecto clave de este trabajo es que ASKAP tiene la capacidad única de analizar la distribución del gas en las galaxias, incluyendo la búsqueda de firmas que puedan ayudar a entender mejor estos destellos cósmicos. La mayor ventaja de ASKAP es que es capaz de analizar rápidamente una gran región del firmamento. Está compuesto por 36 antenas.

Cada una está equipada con un receptor especializado. Los radioastrónomos pueden mover cada una de esas antenas para poder analizar el cielo de manera eficiente. Esto ayudará, explican desde el CSIRO, a recoger algunos de los mejores datos, a nivel mundial, que la radioastronomía puede utilizar para entender mejor el universo. Hay que recordar, de hecho, que las ráfagas rápidas de radio se descubrieron en 2007 utilizando un radiotelescopio. Estas ráfagas rápidas de radio son fenómenos tremendamente breves e intensos.

Una ráfaga rápida de radio sorprendente, pero hacen falta muchas más

Hay que recordar que las ráfagas rápidas de radio, también llamadas FRBs (por las siglas en inglés de fast radio bursts) son fenómenos breves, de apenas unos pocos milisegundos de duración. Sin embargo, son tremendamente intensos porque, en ese espacio de tiempo, pueden liberar tanta energía como el Sol en 80 años. Además, las ráfagas rápidas de radio están presentes en todas las direcciones en el firmamento. Se pueden detectar constantemente, en todas las direcciones, y su origen se encuentra más allá de la Vía Láctea.

Imagen de la región de la que procede la ráfaga FRB121102. La galaxia enana en la que se origina aparece rodeada en un círculo. Crédito: Gemini Observatory/AURA/NSF/NRC.

Esto permite realizar algunas suposiciones. Por ejemplo, el mecanismo que provoca la emisión de ráfagas rápidas de radio debe de ser relativamente frecuente. Si no fuese así, no se detectarían con tanta frecuencia. Por otro lado, son tremendamente breves y muy energéticas, por lo que se puede deducir, del mismo modo, que el mecanismo que los genera tiene que ser muy potente. De ahí que se haya sugerido la interacción de estrellas masivas o que tengan lugar en entornos tumultuosos, como el de una colisión entre galaxias.

Desde la detección de la primera señal, la comunidad científica ha avanzado, y profundizado, en el estudio de estas ráfagas. Por ahora no se ha logrado determinar un mecanismo convincente. Seguirá siendo un campo de estudio intenso en los próximos años y, sin ninguna duda, oiremos hablar más de este fenómeno. Además, la llegada de nuevos telescopios, sumados a los que ya están en funcionamiento, permitirán tener mucha más información. Poco a poco, estamos más cerca de resolver uno de los misterios más interesantes de los últimos años.

Estudio

El estudio es M. Glowacki, K. Lee-Waddell, A. Deller et al.; «WALLABY Pilot Survey: H i in the Host Galaxy of a Fast Radio Burst». Publicado en la revista The Astrophysical Journal el 24 de mayo de 2023. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys