La clave para encontrar vida en otros lugares de la galaxia podría estar en los planetas gigantes. Al menos eso es lo que han concluido un grupo de investigadores en un estudio publicado recientemente. No podemos despreciar su influencia…

Los planetas gigantes son clave para encontrar vida

Los planetas gigantes, clave para encontrar vida

Concepto artístico de un Júpiter caliente.
Crédito: ESA/C. Carreau

Es posible que los mundos que sean entre 10 y 1.000 veces más grandes que la Tierra sean clave para encontrar vida. Su presencia puede afectar a la habitabilidad de otros planetas más pequeños en el sistema planetario. Es más, pueden determinar si un planeta podría ser similar a la Tierra (no solo por masa y dimensión). Al menos, esa es la conclusión a la que han llegado los científicos tras analizar 147 sistemas planetarios con planetas gigantes.

En la mayor parte de los casos, vieron que la presencia de un planeta gigante reducía la posibilidad de que fuese habitable. Porque su atracción gravitatoria puede desestabilizar las órbitas de otros planetas cercanos. Eso provocaría que tengan una órbita poco estable y, en consecuencia, un clima que no pueda tener agua líquida. Sin esos ingredientes no podemos tener vida tal y como la conocemos.

Cuanto más cerca esté ese planeta del gigante, más pronunciado será el efecto. Además, la influencia gravitatoria de los planetas gigantes va más allá de sus vecinos cercanos. Pueden alterar la órbita de asteroides y cometas, provocando que choquen contra esos otros mundos. Es decir, la clave para encontrar vida quizá no sea solo dónde esté el posible planeta que pueda tener vida. También dónde estén los planetas gigantes y cómo influyen.

Los planetas gigantes pueden ser perjudiciales… o beneficiosos

Saturno, observado por la sonda Voyager 2.
Crédito: NASA

Sin embargo, los investigadores también han visto que en ciertos escenarios, los planetas gigantes pueden ser beneficiosos. Su presencia puede aumentar el tamaño de la zona habitable de un sistema planetario. Así que dan más oportunidades para que la vida pueda desarrollarse. Sin ir más lejos, el Sistema Solar es un buen ejemplo. Nuestro planeta convive con Júpiter y Saturno… y aquí estamos.

Además, parece que en muchos de los sistemas investigados, no todo era negativo. Incluso en aquellos en los que la zona habitable era más pequeña por la presencia de los planetas gigantes, seguía habiendo espacio suficiente para que se forme un planeta similar a la Tierra. Es importante comprender qué efecto juegan los planetas gigantes. Si son clave para encontrar vida, no tiene sentido buscar un planeta como la Tierra  en ciertos lugares.

Por ejemplo, si un planeta gigante altera la órbita de un planeta rocoso en exceso, podemos descartarlo. Porque, seguramente, quiere decir que su clima es muy extremo e incompatible con la vida tal y como la conocemos. Todo esto va en la misma dirección de muchos otros estudios. El objetivo no es otro que ayudar a refinar la búsqueda y estudio de exoplanetas con la esperanza de encontrar mundos que puedan estar habitados.

El papel de los júpiteres calientes

Concepto artístico del júpiter caliente NGTS-1b.
Crédito: University of Warwick/Mark Garlick.

Un aspecto positivo de este estudio es el de los júpiteres calientes. Como quizá sepas, se trata de planetas gigantes (de un tamaño similar al de Júpiter) pero en una órbita muy pequeña. En muchas ocasiones, mucho más pequeña que la de Mercurio. Puede tardar solo unos días en completar alrededor de su astro. Es uno de los tipos de planeta que se ha descubierto con más frecuencia. Todo apunta, según los investigadores, a que son beneficiosos, igual que los planetas gigantes en órbitas lejanas (como Júpiter).

Así que muchos de los sistemas descubiertos, que tienen un júpiter caliente, podrían ser el mejor lugar para descubrir un planeta muy parecido al nuestro. Los júpiteres calientes, por su proximidad a su estrella, tienen una órbita casi circular. Es decir, seguramente no perturban a los mundos rocosos que se puedan haber formado a mayor distancia. Así que, suponiendo que hubiese planetas rocosos en esos sistemas, podrían tener las condiciones apropiadas.

De momento, los investigadores no han indicado sistemas específicos que estudiar. Pero si su estudio está en lo cierto, seguramente veremos cómo se trabaja en esa dirección en un futuro próximo. En ocasiones nos hemos preguntado si es necesario que exista un planeta gigante en un sistema planetario para que haya mundos que puedan desarrollar vida. Parece que sí, pero todavía queda mucho por descubrir…

El estudio es N. Georgakarakos, S. Eggl, y I. Dobbs-Dixon; «Giant Planets: Good Neighbors for Habitable Worlds?». Publicado el 4 de abril en la revista The Astrophysical Journal. Puede ser consultado en arXiv.

Referencias: IFLScience