Buenas noticias desde JAXA, la Agencia Espacial Japonesa, porque la sonda SLIM se ha reactivado después de superar la segunda noche lunar. Algo que resulta toda una sorpresa por una combinación de factores. Por un lado, porque no había sido diseñada para ello y por otro, por su aterrizaje…

La sonda SLIM se ha reactivado pese a los problemas en su aterrizaje

En su llegada a la Luna, la sonda SLIM, lanzada por la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), sufrió un pequeño imprevisto. Al posarse en la superficie, volcó hacia un lateral. Esto supone un problema porque sus paneles solares quedaron orientados en una dirección diferente a la prevista inicialmente. Afortunadamente, sí recibía algo de energía en cada día lunar. Por lo que se esperaba que pudiese funcionar durante unos días y cumplir con su misión original. La sonda SLIM fue diseñada para funcionar, únicamente, durante un día lunar.

Concepto artístico de la sonda SLIM posada en la superficie de la Luna en la orientación incorrecta. Crédito: JAXA

La agencia japonesa no esperaba que la sonda, al estar apoyada en el lado incorrecto, se pudiese activar de nuevo tras apagarse para la llegada de la noche lunar, que sucedió el 1 de febrero. Sin embargo, el pasado lunes, 26 de febrero, anunciaban que habían enviado un comando a la nave y habían recibido una respuesta. Es decir, la nave había logrado sobrevivir a la noche lunar y mantenía su capacidad de comunicación. No solo eso, no es la primera vez que SLIM se ha reactivado, ya que hubo que apagarla tras el aterrizaje.

En aquel entonces, se tomó la decisión de poner la sonda en hibernación y esperar hasta que los rayos del Sol llegasen a los paneles desde un ángulo más favorable. El equipo logró activar la sonda y trabajar durante unos días, recogiendo datos científicos, antes de volver a dejarla en hibernación. Supusieron que ese sería el final de la misión. Durante la noche lunar, que dura unos 14 días, la temperatura en superficie cae hasta los -130ºC. La sonda SLIM fue diseñada para soportar solo temperaturas mucho más elevadas, no era la intención que superase la noche lunar.

Una nueva oportunidad de recoger más datos

La noche lunar terminó hace unos días y, tras dar suficiente tiempo a los paneles solares de SLIM para cargar sus baterías, el equipo de JAXA decidió probar si había respuesta, y se produjeron las buenas noticias. El circuito de la sonda vuelve a estar caliente. O, a decir verdad, demasiado caliente. Según han explicado, algunos de sus componentes estaban por encima de los 100ºC. Demasiado alto como para mantener las operaciones. Por ello, tras comprobar que la sonda sigue funcionando, decidieron cortar las comunicaciones.

En el momento de la prueba, la región en la que está la sonda se encontraba en pleno mediodía lunar. La temperatura del equipo es demasiado alta y han optado por esperar un poco. Están realizando las preparaciones necesarias para reanudar las operaciones cuando la temperatura haya disminuido lo suficiente. El panorama no es el adecuado si lo comparamos con lo que se había previsto inicialmente. Aunque SLIM está funcionando mucho más allá de lo que se había planteado en un principio, lo está haciendo de manera limitada.

Teniendo en cuenta la información recogida hasta el momento, parece que SLIM (el nombre procede de las siglas de Smart Lander for Investigating Moon, Aterrizador Inteligente para investigar la Luna) solo podrá trabajar y recoger datos durante unos días antes de que tengan que ponerla en hibernación para la llegada de la siguiente noche lunar. Por otro lado, sigue siendo mejor que no poder utilizar la sonda en absoluto. De hecho, en su fase anterior, la sonda logró recoger datos científicos en la zona en la que se encuentra (en el cráter Shioli).

Los aterrizajes en la Luna son complicados

Específicamente, realizaron observaciones en diferentes partes del espectro electromagnético, observando diferentes rocas que han recibido apodos de diferentes razas de perros. Será interesante ver qué otras pruebas pueden realizar en este nuevo período de funcionamiento. Lo que sí ha quedado claro, sin ninguna duda, es que aterrizar en la Luna es mucho más complicado de lo que se pudiera pensar. En los últimos meses hemos visto diferentes aterrizajes que han terminado, directamente, en fracaso. Solo hemos visto dos aterrizajes exitosos.

En este tweet, de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), explican que han podido tomar una nueva imagen con la cámara de la sonda SLIM.

Al de la sonda SLIM, recientemente, se ha sumado el de la sonda Odysseus, de la compañía estadounidense Intuitive Machines. En el caso de Estados Unidos, la situación ha sido muy parecida. La nave aterrizó en una pendiente en un pequeño cráter, provocando que terminase volcando y quedase apoyada sobre una pequeña roca. En un primer momento, la compañía esperaba que no fuese un obstáculo demasiado grande. Esperaban que la sonda pudiese mantenerse en funcionamiento durante los próximos días, quizá llegando a una semana.

Sin embargo, la situación ha resultado ser peor de lo que se pensaba en un principio. La compañía ha anunciado que la sonda debería haber dejado de funcionar este pasado martes, 27 de febrero. Lo interesante es que, como SLIM, la nave no fue diseñada para sobrevivir a la noche lunar. Es posible que resulte ser más resistente de lo que se pensaba. Sea como fuere, en los próximos meses, y años, veremos muchos más vuelos de naves robóticas a la Luna. Esperemos que el porcentaje de aterrizajes con éxito (en todos los sentidos) suba lo más rápido posible…

Referencias: Universe Today