La sonda InSight ha permitido determinar que Marte es geológicamente activo. Un hallazgo que resulta muy interesante, con multitud de señales sísmicas detectadas, muy por encima de lo que se esperaba inicialmente. Aunque tampoco han faltado las dificultades…

El trabajo de InSight para determinar si Marte es geológicamente activo

Cabe destacar que, en realidad, la sonda InSight no es la primera que intenta medir la actividad sísmica del planeta rojo. Las sondas Viking también intentaron hacerlo, llevando sus propios sismógrafos. Pero no estaban en las mejores condiciones, eran mucho menos sofisticados y, además, tenían que estar unidos a sus naves, por lo que se veían afectados, en su medición, por el viento y por la propia actividad de la sonda. A eso, por si no fuera suficiente, hay que sumarle que el sismómetro de Viking 1 nunca llegó a funcionar.

InSight muestra que Marte es geológicamente activo
Fotografía de la superficie de Marte tomada por la sonda InSight. Crédito: NASA/JPL-Caltech

Ahora el panorama es completamente diferente. InSight también ha tenido sus propias incidencias, pero su actividad ha sido mucho más productiva. Su objetivo es estudiar el interior de Marte, analizando su flujo de calor, actividad sísmica y el bamboleo del polo norte del planeta, a medida que la gravedad del Sol influye en él. Para esta tarea, cuenta con tres instrumentos. SEIS, con el que mide la actividad interna de Marte (y posibles martemotos); HP3, que analiza la transferencia de calor del interior a la superficie.

RISE, finalmente, analiza el bamboleo del planeta y, a su vez, permite entender el tamaño y densidad del núcleo y manto de Marte. De ellos, el instrumento HP3 es el que más ha dado que hablar en los últimos meses. No ha sido posible colocarlo en la posición necesaria (a unos 50 centímetros bajo la superficie), pero eso no ha impedido que se hayan obtenido resultados muy útiles. Un grupo de investigadores ha publicado seis estudios analizando las observaciones que se han llevado a cabo en estos últimos meses.

Geológicamente, Marte es más activo de lo que se pensaba

En uno de esos estudios, los investigadores describen Marte como un planeta geológicamente activo. InSight ha medido más de 450 señales sísmicas. Muy por encima de lo que se esperaba inicialmente. De ellas, sin embargo, en los primeros 10 meses de misión (que es el período que cubren los estudios), se habían captado 174. Son movimientos más flojos que los terremotos que experimentamos en la Tierra. Aquí son el producto de las placas tectónicas. Allí, sin embargo, su origen es completamente diferente, porque no tiene.

Es el enfriamiento, y la contracción, lo que los provoca. Al contraerse, la superficie se tiene que romper, provocando esos llamados martemotos (o movimientos sísmicos en Marte). Los datos plantean dos grandes tipos de movimientos. 150 de ellos fueron poco profundos y flojos, que se propagaron por la corteza. Otros 24, sin embargo, fueron más profundos y potentes. Se originaron en lugares diferentes de la corteza del planeta. En cualquier caso, todos fueron más flojos que los de la Tierra. No serían una amenaza.

Los más intensos tendrían una valoración de 3 o 4 en la escala de Richter. Para que causen daños en las estructuras, un terremoto tiene que llegar al menos a un 5,5. La frecuencia de los martemotos más débiles parece bastante regular, según explican los investigadores. Los más intensos, sin embargo, fueron aumentando con el paso del tiempo. No está claro por qué, pero se ha planteado que podría deberse a efectos estacionales, bien por temperatura, o bien por la posición del planeta a lo largo de su órbita.

Mucha actividad (sísmica) marciana

Aunque se temía que el instrumento SEIS pudiese captar las vibraciones de los impactos de meteoritos, según el equipo de InSight, todo ha procedido del interior del planeta. El martemoto más potente fue de magnitud 4. No tenía suficiente potencia para profundizar más allá de la corteza, hacia el manto y el núcleo. Los investigadores esperan que haya movimientos más potentes, que se propaguen mejor hacia el interior, para poder entender cómo es Marte más allá de la superficie. Habrá que ver si suceden…

La región de Cerberus Fossae observada por Mars Reconnaissance Orbiter. Crédito: Jim Secosky / WolfmanSF modified NASA / JPL / University of Arizona image

La actividad sísmica más fuerte se detectó en la región de Cerberus Fossae. Allí se produjeron dos de los sismos más intensos. La región es una larga serie de fallas en la corteza marciana. Están asociadas a actividad volcánica reciente y, quizá, actividad tectónica también reciente. Allí también se han observado antiguos canales de agua, que en los últimos tiempos habrían estado llenos de lava. Quizá hace tan solo 10 millones de años. Puede que, hace solo 2 millones de años, algunos de esos canales se fracturasen por martemotos.

Sea como fuere, los investigadores consideran interesante, pero no sorprendente, que en esa región haya actividad sísmica. Que en apenas unos meses de observación, InSight ya haya detectado más de un centenar de martemotos, es muy interesante. La misión todavía tiene un año más por delante para seguir recogiendo datos. Puede que el experimento HP3, además, termine funcionando. Todo ello permitirá, una vez se hayan recogido todos los datos, comprender mucho mejor cómo es el interior de Marte…

Estudios

Los estudios son D. Banfield, A. Spiga, C. Newman et al.; «The atmosphere of Mars as observed by InSight», puede consultarse en este enlace. W. Banerdt, S. Smrekar, M. Wieczorek et al.; «Initial results from the InSight mission on Mars», puede consultarse en este enlace. M. Golombek, N. Warner, W. Banerdt et al.; «Geology of the InSight landing site on Mars», puede consultarse en este enlace. D. Giardini, P. Longnonné, W. Banerdt et al.; «The seismicity of Mars», puede consultarse en este enlace. N. Heavens; «InSight searches high to see below», puede consultarse en este enlace. P. Longnonné, W. Banerdt, W. Pike et al.; «Constraints on the shallow elastic and anelastic structure of Mars from InSight seismic data». Puede consultarse en este enlace.

Publicados en la revista Nature Geoscience el 24 de febrero de 2020.

Referencias: Universe Today