Un grupo de investigadores ha determinado que Hygiea, en el cinturón de asteroides, podría ser en realidad el planeta enano más pequeño conocido hasta el momento. Desbancaría de ese puesto a otro vecino de esa misma región del Sistema Solar…

Hygiea es un viejo conocido

En realidad, hay que decir que Hygiea (o Higía) no es un objeto descubierto recientemente. Al contrario, es conocido por ser uno de los asteroides del cinturón de asteroides. No solo eso, da nombre a una de las familias de asteroides más grandes que podemos encontrar allí. Está formada por unos 7000 asteroides. Una familia de asteroides está compuesta por objetos, con características muy similares, que comparten un origen común en un objeto mucho mayor. Se fragmentaron de él, en el pasado, debido a alguna colisión con otro objeto.

Hygiea, un nuevo planeta enano en el Sistema Solar
El Telescopio Muy Grande, en el observatorio de Paranal. Crédito: ESO/G.Hüdepohl (atacamaphoto.com)

Ahora, gracias al instrumento SPHERE, instalado en el Telescopio Muy Grande, se ha podido observar que Hygiea es esférico. Es el cuarto objeto más grande del cinturón de asteroides, solo por detrás de Ceres, Vesta y Palas. Es la primera vez que se puede observar Hygiea con la resolución suficiente para poder determinar su aspecto y tamaño. Las observaciones apuntan a que cumple todos los requisitos para ser considerado un planeta enano. Orbita alrededor del Sol, no es una luna, es esférico por su propia gravedad y no ha limpiado su vecindario.

Su tamaño, 430 kilómetros, está muy por debajo del diámetro de Ceres, 946 kilómetros. Era, hasta ahora, el planeta enano más pequeño conocido en este rincón de la Vía Láctea. Lo más sorprendente, probablemente, es que su hallazgo no se ha producido en las regiones más alejadas del Sistema Solar. No ha sido en la Nube de Oort o el Cinturón de Kuiper, si no mucho más cerca. Algo que permite enfatizar, una vez más, que todavía queda mucho por descubrir y comprender incluso en el interior del Sistema Solar, mucho más cerca de la Tierra.

El dilema sobre su familia de asteroides

A todo esto hay que sumarle, por otro lado, que Hygiea no encaja con lo que se esperaba. Los investigadores han podido observar un 95% de su superficie. No hay ningún cráter que apunte al impacto que debió sufrir, en el pasado, para provocar el nacimiento de su familia de asteroides. Algo que contrasta enormemente si lo comparamos, por ejemplo, con Vesta. En el caso de Hygiea no parece haber señal alguna de una colisión que dio nacimiento a miles de asteroides. Objetos que, por otro lado, tienen un volumen estimado de 100 kilómetros.

Este vídeo muestra cómo podría haber sido la colisión que dio lugar a Hygiea y su familia de asteroides. Crédito: P. Ševeček/Charles University

Esto ha llevado a los investigadores a elucubrar con cuál podría ser su origen y cómo se desarrollaron los acontecimientos. Creen que hace unos 2000 millones de años, Hygiea sufrió una gran colisión, frontal, con un objeto de entre 75 y 150 kilómetros de diámetro. Con el paso del tiempo, los fragmentos se reagruparon, formando el objeto esférico que se ha podido observar ahora. Junto a él, quedaron miles de fragmentos desperdigados que componen su familia. Esta colisión, además, no sería frecuente en el cinturón de asteroides.

Los investigadores calculan que, de media, podría haber sucedido tan solo una vez en los últimos 3000 o 4000 millones de años. Al menos, eso sí, en el cinturón de asteroides. Estaríamos, por tanto, ante las consecuencias de un evento único, del que no quedó cicatriz visible alguna. Porque, en otros casos, sí ha podido observarse las consecuencias de la colisión que dio origen a la respectiva familia de asteroides de un objeto. Es el caso, sin ir más lejos, del ya mencionado Vesta. Aunque se han observado dos cráteres, ninguno encaja con esa colisión.

Los estudios de Hygiea y el cinturón de asteroides seguirán

El hallazgo permite ver, de nuevo, que el avance de la tecnología está posibilitando estudiar el Sistema Solar de una manera que no era posible. Con la llegada de nuevos instrumentos, se puede volver a centrar la mirada en viejos conocidos para obtener nueva información. Así, Hygiea ha pasado de ser un gran asteroide a, muy probablemente, el planeta enano más pequeño conocido. En el futuro, los investigadores ya han anunciado su intención de seguir estudiando el objeto. También mantendrán su atención en el cinturón de asteroides.

Imagen de Vesta, tomada por la sonda Dawn. Crédito: NASA/JPL-Caltech/UCAL/MPS/DLR/IDA

Hay muchos otros objetos, en esta región entre las órbitas de Marte y Júpiter, que ahora podrán ser estudiados con mucho mayor detalle. Algo que permitirá entender mejor la historia del Sistema Solar. Así como, por supuesto, las particularidades del propio cinturón. Un lugar mucho más interesante de lo que podría pensarse. Sus características, por ejemplo, son las que permiten intuir que Saturno y Júpiter, en el pasado, estuvieron mucho más cerca del Sol, y que su presencia sirvió para moldear el interior del Sistema Solar.

Probablemente, en los próximos años, volveremos a oír hablar de Hygiea. ¿Será el planeta enano más pequeño que encontremos? Puede que haya alguno más que esté esperando a la vuelta de la esquina. Pero la única forma de saberlo será observando el Sistema Solar. Este tipo de hallazgos nos recuerdan que queda mucho por descubrir. No solo en los confines de la influencia del Sol, donde aguardan muchos objetos que, ni siquiera, han sido descubiertos todavía. También en nuestro entorno, donde todavía hay desconocidos…

Estudio

El estudio es P. Vernazza, L. Jorda y J. L. Maestre; «A basin-free spherical shape as an outcome of a giant impact on asteroid Hygiea». Publicado en la revista Nature Astronomy el 28 de octubre de 2019. Puede ser consultado en este enlace.

Referencias: Phys