La misión Artemisa I por fin se ha convertido en realidad, tras su lanzamiento en la madrugada del 16 de noviembre. Pese a un pequeño problema, que obligó a retrasar el lanzamiento durante unos minutos, la capsula Orión ya está rumbo a la Luna, en una misión de algo más de veinte días.

El lanzamiento de Artemisa I se retrasó debido a algunos problemas

Tras dos intentos de lanzamiento, la NASA ha logrado poner en marcha la misión Artemisa I. Los problemas técnicos provocaron que la misión se tuviese que posponer en las ocasiones anteriores y, en esta tercera ocasión, por un momento pareció que podían ser, de nuevo, el motivo para provocar un nuevo aplazamiento. El lanzamiento estaba previsto para la 1:04 en horario local, (07:04 en horario peninsular español) pero terminó produciéndose a la 1:47 (07:47 en horario peninsular español). Hubo que superar dos pequeños sobresaltos en el proceso.

El lanzamiento de Artemisa I es un éxito
Concepto artístico de la cápsula Orión. Crédito: NASA

El primero se produjo durante la fase de carga de combustible. Hubo que detener la carga de hidrógeno líquido en la fase central debido a una fuga en una válvula. Un equipo, desplegado en la plataforma, resolvió el problema tras una hora de reparaciones. El trabajo consistió, en esencia, en apretar tuercas que estaban ligeramente sueltas. El segundo sobresalto, curiosamente, no tuvo nada que ver con el cohete en sí. La agencia espacial informó de que una de las instalaciones, que monitorizaría el vuelo del cohete, estaba teniendo problemas de conexión.

Hubo que reemplazar el componente de conexión pero, finalmente, a la tercera fue la vencida. El lanzamiento de Artemisa I en sí, desde el encendido de motores, transcurrió sin sobresaltos. El potente cohete envió a la cápsula Orión (y 10 pequeños satélites) a la órbita de la Tierra. La nave ya está en su trayectoria rumbo a la Luna. Es una misión de prueba, sin tripulación, pero supone dar el paso imprescindible para poder llevar a cabo las misiones Artemisa II y III. Estas, en 2024 y 2025 (respectivamente) sí enviarán seres humanos al satélite.

Un evento histórico con mucha expectación

Algunos medios, desplegados en las inmediaciones del Centro Espacial Kennedy, hablan de una previsión de hasta 100 000 personas que presenciasen el lanzamiento a lo largo de la costa. Las reacciones que han recogido algunas agencias de prensa son las que podríamos esperar. Es la primera vez, desde 1972, que vemos una misión rumbo a la Luna con la intención de volver a enviar seres humanos. Es algo que muchos de nosotros no hemos vivido. El primer paso, aunque sea una misión tripulada, no deja de ser importante.

Para la NASA también supone un paso importante. Uno de los objetivos del Programa Artemisa es que, tras establecer presencia en la Luna, se trabaje en conseguir viajar todavía más lejos. Marte es el gran objetivo de la década de 2030. La intención sigue siendo enviar la primera misión tripulada al planeta rojo en esa década. Una fecha que se baraja, en estos momentos, es 2035. Pero, para ello, el programa Artemisa tendrá que convertirse en un éxito. Para ello, habrá que establecer una presencia permanente en el satélite.

A partir de la misión Artemisa II, las siguientes serán tripuladas, con distintos perfiles. Artemisa II, por ejemplo, solo orbitará alrededor de la Luna, mientras que Artemisa III enviará a dos personas a la superficie del satélite. Después llegará Artemisa IV, que, de nuevo, aterrizará en la Luna. Mientras todo esto se desarrolla, también, comenzará la construcción de la Plataforma Lunar Orbital. Se trata de una estación espacial, sucesora de la Estación Espacial Internacional en muchos sentidos, que estará en órbita de la Luna, en lugar de la Tierra.

Una misión de 25 días

Así que en esta ocasión, la cápsula Orión no lleva seres humanos a bordo. Eso no quiere decir que viaje vacía. A bordo viajan diferentes experimentos y tres maniquíes, equipados con sensores que recogerán datos sobre la seguridad de la tripulación. Tras su lanzamiento, la misión regresará a la tierra en 25 días. Amerizará en el Océano Pacífico el 11 de diciembre. Antes de eso, la cápsula alcanzará la Luna y llegará a alejarse a 64 000 kilómetros de la cara oculta. Es un récord para una cápsula que pueda albergar una tripulación.

Las colinas Marius, en la Luna. Crédito: NASA

Tras alcanzar esa distancia máxima, emprenderá el viaje de regreso a la Tierra. En la reentrada en la atmósfera, el escudo térmico soportará una temperatura muy elevada, de miles de grados, mientras reduce su velocidad para poder amerizar con seguridad. Artemisa II tendrá lugar en 2024 y Artemisa III en 2025. Tras eso, la NASA espera realizar lanzamientos de manera anual, contando con la colaboración de Japón, Canadá y Europa. Si se cumplen los plazos, el panorama de la exploración espacial tripulada será muy diferente en la segunda mitad de la década.

Lo más importante es que, por fin, el programa Artemisa ha comenzado su andadura. Para muchos de nosotros, la historia de la exploración espacial comienza una nueva etapa. Algo que nunca hemos vivido hasta ahora. En las próximas semanas, habrá que prestar atención al desarrollo de Artemisa I. Esperemos que no haya sobresaltos y que se determine que la cápsula está lista para poder albergar seres humanos. La espera hasta Artemisa III todavía es larga, pero el camino ya no parece tan largo como hace solo unas semanas…

Referencias: Phys