El cometa ATLAS se ha fragmentado y está perdiendo brillo en los últimos días. Es la señal de que nos quedaremos sin el gran espectáculo que se esperaba poder observar a finales del mes de mayo. Pero se ha observado un posible sustituto, el cometa SWAN está llamando mucho la atención…

El adiós del cometa ATLAS

En las últimas semanas, el cometa ATLAS había adquirido mucho protagonismo tras mostrar un brillo mucho mayor de lo que se pensaba. Si su progresión se mantenía intacta, según las mejores previsiones, podría haber llegado a ser visible a plena luz del día. Sin embargo, en las últimas jornadas, su brillo ha ido cayendo de manera acusada. La explicación es tan sencilla como deprimente. El cometa ATLAS se ha desintegrado en varios fragmentos. Era una posibilidad que no resulta sorprendente en el mundo de los cometas.

El cometa SWAN... ¿el sustituto del cometa ATLAS?
El cometa ATLAS, desintegrado en varios fragmentos. Crédito: Virtual Telescope Project

Porque hay que recordar que estos objetos son impredecibles. Más allá de qué orbita describirán, no es fácil saber si llegarán a alcanzar un brillo u otro. Todo depende de sus características y de si, cuando se acercan al Sol, no son destruidos por nuestra estrella. En el caso de ATLAS, no eran pocas las voces que avisaban de que era posible que las expectativas más optimistas no llegasen a convertirse en realidad. La caída del cometa, en ese sentido, no es ni mucho menos nueva ni destacable. No es la primera vez que pasa.

Así que ATLAS, ahora ya fragmentado (pero con todos sus fragmentos siguiendo la misma órbita que el anterior, es decir, no suponen ningún peligro para la Tierra), ha pasado a engrosar una larga lista de cometas que pudieron ser y no fueron. En estos momentos parece haber recuperado algo de brillo, pero se espera que sea, simplemente, el producto de la fragmentación y que, en cuestión de días, vuelva a caer. Sigue siendo un objeto visible con prismáticos astronómicos, y seguirá así durante unas jornadas.

La llegada del cometa SWAN

Curiosamente, casi al mismo tiempo que el cometa ATLAS ha salido de escena, otro ha ocupado su lugar. El cometa ATLAS se ha desintegrado a 1,4 UAs (unidades astronómicas, la distancia media entre la Tierra y el Sol), y no hay nada que haga pensar que pudiese llegar a ser visible, a simple vista, hacia finales de mayo. Sin embargo, esas fechas siguen siendo importantes en el calendario. Pero ahora por el cometa SWAN, del que se comenzó a hablar en las últimas jornadas. Un cometa brillante, observado acercándose desde el lado del Sol.

Órbita del cometa SWAN. Crédito: astro.vanbuitenen.nl

Es algo relativamente habitual. El caso más sonado, probablemente, es el del cometa del eclipse, o C/1948 V1. Fue descubierto durante el eclipse solar del 1 de noviembre de 1948, por los observadores en nuestro planeta, cuando ya estaba en una magnitud aparente de -2, cerca del astro. El cometa SWAN (nombre completo: C/2020 F8 SWAN), se descubrió el 25 de marzo en las imágenes de la cámara SWAN (abreviatura de Solar Wind ANisotropies) instalada en la sonda espacial SOHO (por Solar Heliospheric Observer).

El cometa fue observado cuando estaba en el cielo del hemisferio sur, a 1,77 UAs. En la actualidad, tiene una magnitud aparente de +8, y se encuentra en la constelación Grus (la grulla). Su máxima aproximación a la Tierra, el 13 de mayo, se producirá a algo más de 83 millones de kilómetros. El cometa alcanzará su perihelio, el punto más cercano de su órbita alrededor del Sol, el 27 de mayo. Por delante queda la incógnita, por supuesto, de qué es lo que se está observando exactamente en el caso de SWAN.

¿Qué podemos esperar del cometa SWAN?

Es posible que el cometa haya sido observado, por primera vez, en medio de un capítulo de aumento pronunciado de brillo. Aunque también podría tratarse de un objeto brillante por sí mismo. La órbita del cometa SWAN es superior a los 10 000 años. Por lo que podríamos estar ante un objeto que visita el interior del Sistema Solar por primera vez. En ese caso, podríamos esperar muchos capítulos de brillo aumentado, a medida que se acerca al Sol. El mejor momento para su observación, en el hemisferio norte, se producirá hacia mediados y finales de mayo.

El cometa SWAN, observado desde Australia. Crédito: Remanzacco Observatory

Será visible cerca del horizonte en las horas previas al amanecer. Curiosamente, estará en la misma región del cielo en el que, el 22 de mayo, se encontrarán los restos del cometa ATLAS. Si las previsiones se cumplen, no nos encontraremos ante un cometa exageradamente brillante, ni mucho menos, pero valdrá la pena observarlo. El 1 de mayo podría verse a simple vista, desde cielos con poca contaminación lumínica. El 17 de mayo podría alcanzar su brillo máximo, rondando la magnitud aparente +4.

En cuyo caso, sería visible a simple vista desde gran parte del mundo, si bien sería difícil de observar en lugares con mucha contaminación lumínica. En los últimos días de mayo, hacia el 27, se producirían las mejores fechas para su observación. Hasta el 15 de junio, lo podríamos ver a simple vista. Habrá que ver si estas previsiones se mantienen. Si se cumplen, no estaremos ante un cometa tan brillante como lo que pudiese haber sido ATLAS (en los casos más optimistas), pero sería una buena excusa para observar el firmamento…

Referencias: Universe Today