Esta semana, en Astrobitácora 1×34, repasamos la misión Apolo 13 (y su accidentada historia) aprovechando el 50 aniversario de una de las misiones más conocidas de la NASA. En YouTube, además, hablamos en profundidad del Sol, el centro del Sistema Solar…
Astrobitácora 1×34: Una misión que pudo acabar en tragedia
Entre las misiones más recordadas de la NASA, es extraño encontrarse con Apolo 13. Era una misión que debería haber sido rutina. La tercera en posarse en la superficie de la Luna tras las visitas de Apolo 11 y 12. Sin embargo, la explosión de un tanque de oxígeno, cuando la tripulación estaba llegando ya a nuestro satélite, a 330 000 kilómetros de nuestro planeta, provocó que aquella idea quedase rápidamente descartada. No se iba a producir alunizaje alguno. Solo cabía regresar a la Tierra con todos sanos y salvos.
La nave había quedado dañada pero no era insalvable. La tripulación pudo utilizar el módulo lunar para resguardarse, pero no podía ser una solución definitiva. Para regresar a nuestro planeta, deberían enfrentarse a la reentrada. Sin embargo, el módulo lunar no tenía un escudo térmico, porque nunca fue concebido con ese propósito. No solo eso, ni siquiera había sido concebido para albergar a tres personas durante cuatro días. Su objetivo era cobijar a dos personas, en la superficie de la Luna, durante solo dos jornadas.
Eso obligo a tener que prescindir de todo lo que fuese posible. Era necesario ahorrar energía, racionar el agua y los alimentos y cumplir con multitud de pequeños detalles. Las condiciones a las que se enfrentaron fueron muy duras, soportando temperaturas cercanas a los 0º durante muchos momentos de la misión. Pero, al final, algo que parecía condenado al fracaso terminó convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de la NASA. Puedes escuchar Astrobitácora 1×34 en iVoox, tanto en su app como en la propia web, en este enlace.
YouTube: El Sol, el corazón del Sistema Solar
Además, en YouTube, en esta ocasión centramos la atención en nuestra estrella. El Sol es, en el conjunto de la Vía Láctea, una estrella más. No destaca de ninguna manera especial, porque nos encontramos ante una enana amarilla, como miles de millones de estrellas de la galaxia, que se encuentra en plena secuencia principal. Aunque, por otro lado, esa puede ser una buena noticia. Desde la perspectiva de la vida, indica que no hace falta nada especial (en cuanto a la estrella se refiere), para que pueda haber vida a su alrededor.
Esto no quiere decir, sin embargo, que el Sol sea una estrella simple. Ni mucho menos. Hay multitud de datos interesantes y curiosidades que descubrir. Como el tiempo que tarda un fotón en recorrer el interior de la estrella, en oposición a los ocho minutos que necesita para, una vez en la superficie, viajar por el Sistema Solar. O la diferencia de temperatura que podemos encontrar en las diferentes capas de su atmósfera. Así como, por supuesto, sus manchas solares y los ciclos solares, en los que su actividad varía cada 11 años.
En definitiva, nuestra estrella es un objeto muy importante para este pequeño rincón de la galaxia. Todo, aquí, gira a su alrededor. Además, su proceso de fusión nos deja cifras mareantes, que nos permiten entender la magnitud de lo que sucede en su interior. En el vídeo de esta semana, puedes encontrar esos y muchos otros detalles, como cuál es su estructura interna y en qué regiones se divide su atmósfera. O qué mecanismo provoca que veamos manchas solares en su superficie. Puedes ver el vídeo al principio del artículo o en mi canal de YouTube, en este enlace.