Un grupo de investigadores ha encontrado un nuevo tipo de estrella exótica en la Vía Láctea. Se encuentra en el centro de la galaxia y al que le han dado el apodo de «vieja fumadora». Algo que se debe al extraño comportamiento que muestran, pasando desapercibidas durante mucho tiempo…

Un nuevo tipo de estrella exótica nunca visto

Estas estrellas recién descubiertas son de lo más curiosas. Se trata de astros que están cerca del final de su vida y que pasan largos períodos de tiempo en tranquilidad. Son apenas perceptibles, antes de que, de manera completamente repentina, expulsen una nube de material. Ese extraño comportamiento se ha observado en un tipo de estrella que es bien conocido, las gigantes rojas, pero nunca se había detectado. Lo más curioso es que, en realidad, los investigadores ni siquiera estaban centrándose en estudiar este tipo de estrellas.

Descubren un nuevo tipo de estrella exótica en la Vía Láctea
Imagen en infrarrojo, del telescopio espacial Spitzer, que muestra las estrellas del centro de la Vía Láctea. Crédito: NASA/JPL-Caltech/S. Stolovy (SSC/Caltech)

Realizaron una encuesta astronómica (una campaña de observación) durante 10 años, en la que captaron cientos de millones de estrellas, repartidas por todo el firmamento. Utilizaron el telescopio VISTA, en los Andes de Chile, para buscar estrellas recién nacidas (a las que conocemos como protoestrellas). Este tipo de estrellas son muy propensas a experimentar erupciones muy espectaculares y frecuentes. En su estudio, descubrieron 32 protoestrellas. Es la mayor cantidad de astros, de este tipo, descubiertos de una tacada.

Fue en ese trabajo en el que, además, se encontraron con una sorpresa inesperada. Este nuevo tipo de estrella exótica también había quedado registrado en los datos. Esas viejas fumadoras estaban expulsando material en el centro de la Vía Láctea. Concretamente, en una región muy densa, repleta de metales. En astronomía, un metal es todo aquello más allá del hidrógeno y el helio. A esta región se la conoce como el disco estelar nuclear. Lo sorprendente, dicen los investigadores, es que son estrellas que, durante mucho tiempo, no parecen hacer nada.

La actividad inesperada de estas viejas estrellas

Después, de repente, estas estrellas pierden su brillo de una manera muy pronunciada. Se oscurecen entre 40 y 100 veces respecto a su brillo habitual. En ocasiones, se vuelven tan tenues que la visión infrarroja del telescopio es apenas capaz de detectarlas. Después, unos años más tarde, sin aviso aparente, estas estrellas recuperaban su brillo anterior. Todo lo que se ha podido aprender, añaden, sobre este nuevo tipo de estrella exótica, sugiere que se trata de astros que están lanzando nubes de gas, por motivos todavía desconocidos.

Estas nubes, en consecuencia, oscurecen temporalmente el brillo de las estrellas desde nuestra perspectiva. Esa abundancia de elementos pesados, en esta región de la galaxia, podría crear más polvo en la atmósfera de una estrella. Sin embargo, no está claro qué es lo que provoca que se expulse ese material. Sin embargo, si la teoría de los investigadores es correcta, la cantidad de material expulsado por estas estrellas podría tener un papel muy importante. Podría ser un agente principal en la dispersión de elementos pesados por la galaxia, y más allá.

Sin embargo, los investigadores también inciden en que se trata, simplemente, de las primeras suposiciones. Por ahora solo se está intentando comprender qué sucede y ver qué explicación es la que tiene más sentido. Los investigadores han descubierto 21 estrellas de este tipo. Sin embargo, sospechan que hay muchas más en la galaxia. Será interesante ver cómo se avanza en el estudio de este nuevo tipo de astro, en los próximos meses y años. También en cómo ayuda a comprender mejor la dinámica y formación de las estrellas.

Este nuevo tipo de estrella exótica puede ayudar a entender cómo se esparcen los elementos pesados

Un aspecto importante a tener en cuenta es el papel de los elementos pesados. Los elementos más allá del hidrógeno y el helio, presentes en el Big Bang, fueron forjados en el interior de estrellas que, posteriormente, los esparcieron por sus galaxias al llegar al final de su vida. Esos elementos, posteriormente, se incorporaron a las nubes de gas y polvo de las que surgieron las nuevas estrellas de la galaxia. Lo mismo sucedió, naturalmente, con el Sol y el Sistema Solar. Sus elementos pesados llegaron a través de la muerte de muchas estrellas anteriores.

Imagen de una protoestrella. Crédito: NASA/CXC/SAO

La idea, a nivel general, es fácil de entender, cada generación de estrellas que llega al final de su vida siembra su galaxia con los elementos pesados que ha forjado en su interior. Sin embargo, las particularidades de cómo funciona ese mecanismo es algo que no está bien entendido. Por ello, el descubrimiento de este tipo de estrella puede resultar muy interesante, porque puede ser una oportunidad para entender mejor cómo funciona este mecanismo. Ahora que se sabe de su existencia, es cuestión de tiempo que se detecten más.

El centro de la galaxia sigue siendo una fuente de descubrimientos inagotable. Veremos qué nuevos descubrimientos nos esperan a medida que se recogen más datos con nuevas campañas de observación y tecnología cada vez mejor. De estas «viejas fumadoras», como las han apodado los investigadores, sin duda, tendremos mucha más información una vez comience su estudio a nivel más profundo. Del mismo modo, también se seguirá profundizando en el campo de las protoestrellas, el objetivo original de la investigación de este equipo…

Estudios

El hallazgo está cubierto en cuatro estudios:

P. Lucas, L. Smith, Z. Guo et al.; «The most variable VVV sources: eruptive protostars, dipping giants in the nuclear disc and others», en este enlace.

Z. Guo, P. Lucas, R. Kurtev et al.; «Spectroscopic confirmation of high-amplitude eruptive YSOs and dipping giants from the VVV survey», en este enlace.

C. Contreras, P. Lucas, Z. Guo y L. Smith.; «On the incidence of episodic accretion in Class I YSOs from VVV», en este enlace.

Z. Guo, P. Lucas, R. Kurtev et al.; «Multiwavelength detection of an ongoing FUOr-type outburst on a low-mass YSO», en este enlace.

Todos ellos fueron publicados el 26 de enero de 2024 en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Referencias: Phys