Un grupo de investigadores ha intentado determinar cuántos exoplanetas como la Tierra hay en la Vía Láctea. Una pregunta que podría ayudar a determinar mejor la posibilidad de que la vida aparezca en otros lugares de la galaxia. Aunque no es fácil determinarlo con exactitud…
¿Qué necesitan los exoplanetas para ser como la Tierra?
Para que se pueda dar la consideración de exoplaneta como la Tierra, a un mundo descubierto en otro lugar de la Vía Láctea, es necesario que cumpla ciertos requisitos. Debe ser rocoso, estar en la zona habitable de su estrella y, además, que sea una estrella de tipo G, como el Sol. Es, precisamente, esta combinación de factores lo que ha provocado que se haya hablado mucho del posible descubrimiento de un exoplaneta en el sistema Kepler-160. A pesar de lo que podría parecer, no es fácil determinar hasta qué punto son abundantes estos mundos.
Un grupo de investigadores ha publicado un estudio en el que intentan determinar cuántos exoplanetas rocosos, como la Tierra, podríamos esperar encontrar en la Vía Láctea. Según ha explicado Michelle Kunimoto, coautora del estudio, el límite superior es de 0,18 planetas como la Tierra por estrella de tipo G. Es decir, por cada estrella del mismo tipo que el Sol, podemos esperar encontrar 0,18 exoplanetas como la Tierra a su alrededor. Realizar este tipo de estimaciones es más útil de lo que puede parecer, permite poner muchos límites.
Así, se puede delimitar, por ejemplo, las posibilidades a considerar en un modelo de formación y evolución de los planetas. También ayudará a las misiones de búsqueda de exoplanetas. Con esta información, a fin de cuentas, se podrá determinar mucho mejor qué objetivos vale la pena observar. En la Vía Láctea se calcula que hay entre 100 000 y 400 000 millones de estrellas. Aproximadamente el 7% son estrellas similares al Sol. Si se usa el cálculo más optimista, indicaría que deberíamos esperar encontrar unos 6000 millones de exoplanetas como la Tierra.
Una estimación que siempre es complicada
No es la primera vez que se intenta determinar cuántos planetas como el nuestro podría haber en la galaxia. En algunos casos se han sugerido cifras tan bajas como 0,02 planetas como el nuestro, por cada estrella como el Sol. En otros, se ha sugerido que debería haber más de un planeta por cada estrella de tipo G. Es decir, desde estimaciones que indican que un planeta como la Tierra podría ser más bien raro, hasta las que hacen pensar que podría ser muy abundante. Este estudio va en la dirección más conservadora (¿y pesimista?).
Uno de los grandes desafíos, a la hora de detectar este tipo de mundos, es que suelen pasar inadvertidos en las búsquedas de exoplanetas. Son mundos pequeños y orbitan lejos de sus estrellas. Eso provoca que sean más difíciles de detectar y también distorsiona la exactitud de un catálogo de planetas. Porque, junto a otros planetas que pasen inadvertidos, terminamos encontrándonos con un catálogo imperfecto. Solo contiene una pequeña parte de los planetas que las estrellas observadas podrían tener a su alrededor.
Así, Kunimoto explica que ha usado una técnica conocida como forward modeling para superar esas dificultades. En primer lugar, simuló la población de exoplanetas alrededor de las estrellas analizadas por el telescopio Kepler. Después, marcó cada planeta como detectado o fallado, según la posibilidad de que su algoritmo de búsqueda lo hubiese encontrado. Después, comparó los planetas detectados con su catálogo. Si la simulación daba resultados similares, indicaría una buena representación del tipo de planetas que orbitan a esas estrellas.
La búsqueda de exoplanetas como la Tierra también da otras respuestas
En la investigación, también se han obtenido más detalles de una curiosidad de la búsqueda de exoplanetas. El hueco de radios de los planetas. Es algo que indica que es poco frecuente encontrar planetas, con períodos orbitales de menos de 100 días, con un tamaño de entre 1,5 y 2 veces el de la Tierra. Según la investigación, este hueco existe en un rango de períodos orbitales más pequeño de lo que se pensaba anteriormente. Algo que podría ayudar a explicar por qué sucede. Así, poco a poco, se podrá tener una imagen más completa.
Pero todavía queda muchísima información por procesar y descubrir. Sin ir más lejos, la propia Michelle Kunimoto analizó, hace algún tiempo, los datos de 200 000 estrellas que fueron observadas por el telescopio Kepler. La campaña le permitió encontrar 17 nuevos exoplanetas. También descubrió miles de exoplanetas que ya habían sido descubiertos. En ese sentido, los datos recogidos por Kepler siguen siendo una fuente de información muy útil. A pesar de haber llegado al final de su funcionamiento, sus datos siguen produciendo resultados.
Su sucesor, TESS, ya lleva una buena temporada en funcionamiento. Debería permitir descubrir incluso más exoplanetas de los que ya detectó Kepler. Si la estimación de los investigadores es correcta, seguramente no debamos esperar muchos descubrimientos de exoplanetas similares como la Tierra. Aunque la tecnología sea mejor, si se piensa fríamente, 6000 millones de exoplanetas, como la Tierra no es mucho. No en una galaxia que, en esa suposición, tendría 400 000 millones de estrellas. Quizá nuestro mundo no sea tan abundante como nos gustaría imaginar…
Estudio
El estudio es M. Kunimoto y J. Matthews; «Searching the Entirety of Kepler Data. II. Occurrence Rate Estimates for FGK Stars». Publicado en la revista The Astronomical Journal el 4 de mayo de 2020. Puede consultarse en arXiv.
Referencias: Phys