Desde 2002, Estados Unidos publica el Informe Decenal de Ciencia Planetaria. Se trata una serie de informes que permiten determinar algunas misiones que llevar a cabo en el futuro, por parte de NASA, para responder a diferentes preguntas. Urano parece que será un gran protagonista…

El nuevo Informe Decenal de Ciencia Planetaria 2023-2032

El último Informe Decenal de Ciencia Planetaria publicado cubre el período entre 2023 y 2032. Ha recibido el título de «Orígenes, mundos y vida». Está formado por 522 documentos enviados por científicos de universidades e instituciones afiliadas a la NASA. Las propuestas presentadas están divididas en seis grandes categorías, que reflejan los diferentes paneles que componen el Informe Decenal. Concretamente son Objetos pequeños del Sistema Solar, Sistemas de planetas gigantes, Venus, Planetas enanos y mundos oceánicos, Marte, y Mercurio y la Luna.

El Informe Decenal de Ciencia Planetaria apunta a Urano
Europa, satélite de Júpiter. Crédito: NASA

Cada uno de los paneles (de cada categoría) revisó los documentos enviados, identificando tres preguntas prioritarias. Posteriormente, recomendaron las propuestas de misiones que permitirían responder a esas preguntas. El Informe Decenal de Ciencia Planetaria define una visión ambiciosa, pero realizable, en palabras de la Academia de Ciencias de EE. UU., para avanzar en las fronteras de la ciencia planetaria, astrobiología y defensa planetaria en la próxima década. En el informe recomiendan misiones, actividades de investigación prioritarias o desarrollo de tecnología…

Todos ellos producirán transformaciones, añaden, en el conocimiento del ser humano y la comprensión del origen y la evolución del Sistema Solar, de la vida y la habitabilidad de otros objetos, más allá de la Tierra. En resumen, el comité ha identificado doce preguntas científicas de gran prioridad, divididas en tres categorías: orígenes, mundos y procesos, y vida y habitabilidad. Cada categoría contiene una serie de grandes campos de investigación (en total son 12), con preguntas concretas. El siguiente paso fue examinar las propuestas de misiones.

Visitando otros lugares del Sistema Solar

El comité formado por la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina (NASEM, por sus siglas en inglés) examina las propuestas de misiones robóticas y tripuladas que deberían tener lugar en la próxima década. A lugares como la Luna, Marte, Venus y el sistema solar exterior. Sus recomendaciones están recopiladas en el informe, que designa la prioridad a las misiones que consideran que mejor encajan con los objetivos identificados. En primer lugar, se identifican los conceptos que la NASA debería perseguir en la próxima década.

Concepto artístico del róver Perseverance. Crédito: NASA/JPL-Caltech

Esos conceptos reciben el nombre de Grandes Misiones Estratégicas de Ciencia (LSSM, por sus siglas en inglés). La mayor prioridad, para estas misiones, fue otorgada a una misión robótica que explore Urano. Esta misión enviaría una sonda atmosférica a Urano, y también realizaría un estudio, a lo largo de varios años, desde la órbita, estudiando el gigante helado y su sistema. Esta misión es conocida como la Sonda y Orbitador de Urano (UOP). Sus objetivos científicos incluirían el estudio del interior de Urano, su atmósfera, magnetosfera, satélites y anillos.

La misión fue recomendada, por primera vez, en 2011, como parte del Informe Decenal de Ciencia Planetaria de la década pasada, y planteaba un lanzamiento a Urano entre 2020 y 2023. El trayecto duraría 13 años. Sin embargo, se consideró que la misión era de menor prioridad que las misiones a Marte (el róver Perseverance) y el sistema joviano (la misión Europa Clipper). Si la NASA decide financiar esta misión, la sonda se lanzaría a principios de la década de 2030, aprovechado una alineación favorable de los planetas del Sistema Solar.

Otras propuestas del Informe Decenal de Ciencia Planetaria

Otra propuesta seleccionada como gran misión es la del Enceladus Orbilander. Se trataría de un orbitador y un aterrizador que estudiará las columnas activas de gas y partículas que proceden del polo sur de Encélado. La misión estudiará estas columnas (que proceden del océano bajo la superficie de Encélado) desde la órbita, así como desde la superficie, durante dos años. Los objetivos serán la búsqueda de indicios de vida (biofirmas) en las columnas y obtener un contexto geofísico y geoquímico para llevar a cabo experimentos de detección de vida.

Más allá de esas misiones de alta prioridad, el informe también plantea diferentes misiones de prioridad media. En este programa se identifican diferentes misiones para explorar los mundos oceánicos del Sistema Solar. Entre ellos hay conceptos como el de una misión de retorno de muestras de Ceres. Algo que permitiría responder a algunas observaciones previas, incluyendo las que se lograron con la misión Dawn. La misión estaría formada por un orbitador y aterrizador para estudiar el planeta enano. Sus hallazgos ayudarán a definir la composición del objeto principal del Cinturón de asteroides.

También se han recomendado los conceptos de Europa Clipper y Europa Lander, que viajarían al sistema joviano en la próxima década para estudiar la superficie del satélite. La misión Europa Clipper ha recibido una prioridad más baja, en favor de una misión a Encélado (junto a la misión a Urano). Según el comité, el entorno de radiación alrededor de Júpiter es mucho más favorable para una misión de astrobiología. También se ha dado prioridad a otras misiones, para cumplir con diferentes objetivos, encontrando mucha variedad…

Sobrevuelos, visitas a asteroides y cometas…

Entre esas propuestas hay un aterrizador y orbitador a un centauro (un objeto a medio camino entre asteroide y cometa). Así como una misión de retorno de muestras de un cometa. O un orbitador de Encélado, que llevaría a cabo múltiples sobrevuelos, una Red Geofísica Lunar, una sonda a Saturno, un orbitador a Titán, un explorador de Venus… En cuanto a la exploración futura de Marte, el comité destaca que la prioridad científica más alta es la misión de retorno de muestras. Se trata de un proyecto conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Europea.

El Informe Decenal de Ciencia Planetaria también centra su atención en Marte
Esta imagen de la atmósfera de Marte fue tomada por la sonda Viking 1 en junio de 1976. Crédito: NASA/Viking 1

Esta misión estaría formada por un orbitador, aterrizador, róver y vehículo de lanzamiento para recuperar las muestras que ha obtenido el róver Perseverance, y las devolvería a la Tierra para su análisis. La misión de retorno de muestras proporcionará material geológico que no se ve representado en los meteoritos de Marte. En esas muestras su composición volátil, orgánica y secundaria no se ha visto alterada por impacto alguno. Además, la misión de retorno de muestras permitirá llevar a cabo análisis con instrumentos y técnicas que todavía no existen.

Es algo que ya hemos visto con el programa Apolo. Hay muestras de la Luna que no se han abierto hasta recientemente, ahora que se dispone de tecnología que no existía en el momento en el que se recogieron. También se da prioridad a una misión Mars Life Explorer (MLE) que se apoya en el Programa de Exploración de Marte (MEP) de la NASA. El MEP ha enviado orbitadores, aterrizadores y róvers para buscar indicios de vida pasada en el planeta rojo. También para proporcionar la información necesaria para la exploración tripulada de Marte, que debería comenzar en 2033. Otra de las grandes prioridades tiene que ver con las misiones tripuladas a la Luna…

El Informe Decenal de Ciencia Planetaria también habla de misiones tripuladas

En el informe se explica que, teniendo en cuenta los ambiciosos objetivos, que incluyen establecer un programa sostenido de exploración lunar, será necesaria una inversión considerable en investigación y desarrollo, ahora, para permitir llevar a cabo actividades científicas, en la Luna, con seres humanos. Con este propósito, se identifica como esencial el Programa de Exploración y Descubrimiento Lunar (LDEP). También se habla de cómo un programa de exploración lunar sostenido permitirá fortalecer las colaboraciones en la industria y la innovación.

La luna llena sobre las montañas. Crédito: Eberhard Grossgasteiger/Pexels

Además, el comité destaca que la misión de retorno de muestras, Endurance-A, debería ser la que tenga mayor prioridad en este programa. Es similar a la de retorno de muestras de Marte. Un róver lunar, enviado al polo sur de la Luna, recogería las muestras. Posteriormente, los astronautas del programa Artemisa las recuperarán y las enviarán de vuelta a la Tierra para su análisis. Además, el informe pone de relieve que el LDEP mostrará la capacidad de cohesión entre misiones robóticas y tripuladas. La exploración tripulada también recibe mucha atención.

La exploración tripulada es una de las grandes prioridades por los beneficios comerciales, tecnológicos y científicos que permitirá. Además, es una fuente de inspiración para la población mundial. Animará a las generaciones más jóvenes a trabajar en la exploración espacial y en los campos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Con este propósito, el comité habla de las oportunidades científicas en el contexto actual de exploración de la Luna y Marte en la próxima década. Es decir, cosas como las misiones del programa Artemisa y actividades asociadas.

El Programa Artemisa seguirá creciendo

Cabe recordar que el objetivo es establecer la infraestructura para permitir una presencia a largo plazo en la Luna, incluyendo la plataforma Lunar Orbital y el Campamento Base de Artemisa. Algo que se espera que esté completado para 2028. Estos elementos son parte, también, de los planes a largo plazo de NASA para enviar misiones tripuladas a Marte durante la década de 2030. En el Capítulo 19 del Informe Decenal de Ciencias Planetarias, se indica que las actividades científicas deberían ser seleccionadas para apoyar las misiones tripuladas.

Concepto artístico de una misión del programa Artemisa. Crédito: NASA

También se pone mucho énfasis en la cooperación internacional para desarrollar medidas para garantizar la defensa planetaria. Es decir, para protegernos de asteroides que puedan resultar peligrosos para la Tierra. El comité recomienda desarrollar un programa robusto, que permita crear una comunidad de defensa planetaria de EE. UU. en la próxima década, que permita garantizar la detección, advertencia y capacidad de mitigación de posibles impactos. Con este fin, se da prioridad a dos misiones: NEO Surveyor y DART.

La misión NEO Surveyor está pendiente de aprobación por parte del Congreso de EE. UU. y consistirá en un telescopio espacial, de infrarrojo medio, para descubrir y analizar la mayoría de objetos potencialmente peligrosos. La misión DART, lanzada en noviembre de 2021, se encontrará con el asteroide binario Didymos en 2022 y permitirá probar el sistema de desvío de asteroides. Será seguida por la misión Hera, de la Agencia Espacial Europea, que partirá en 2024 y llegará a Didymos en 2027. Analizará Dimorphos (su satélite) en busca de cambios en su órbita.

El estado de la profesión

Por último, el comité también realiza una serie de recomendaciones sobre el Estado de la Profesión (SoP), abarcando la diversidad, igualdad, inclusividad y accesibilidad. También se reconoce el progreso hecho en las últimas décadas y los esfuerzos necesarios para seguir avanzando en la próxima década. Por ello, el comité realiza una serie de recomendaciones. Cosas como una recopilación completa, y precisa, de datos sobre el tamaño, identidad y demografía de la comunidad, así como el clima en los entornos de trabajo.

También se menciona la identificación de sesgos no intencionados y generalizados, proporcionado los pasos a seguir para ayudar a la NASA a identificar dónde existen y eliminarlos de sus procesos. Interactuar con las comunidades menos representadas, a niveles de educación secundaria y de institutos. Garantizar que todos los miembros de la comunidad son tratados con respeto, desarrollando y haciendo cumplir los códigos de conducta. Estas medidas son esenciales, explican, para poder reclutar, retener y nutrir al mejor talento.

Algo imprescindible para seguir apoyando al liderazgo estadounidense en el campo de la Ciencia Planetaria y la Astrobiología. Todo esto son solo algunas de las observaciones y pasos que se contemplan en el Informe Decenal de Ciencias Planetarias. En la próxima década hay misiones muy interesantes que nos llevarán a zonas muy diferentes del mundo de la astronomía. El estudio de lugares como Urano o Europa va a resultar muy interesante. Las misiones tripuladas también serán algo que dará mucho que hablar. ¡Veremos qué nos espera!

Referencias: Universe Today