Esta semana, en Astrobitácora 5×24, hablamos del estudio de la zona habitable y de cómo ha cambiado últimamente. En YouTube, además, del descubrimiento de una roca que contiene evidencias de lo que, quizá, podría ser posible vida microbiana que vivió en el pasado de Marte, hace miles de millones de años…

Astrobitácora 5×24: el estudio de la zona habitable

A lo largo de los años, el concepto de zona habitable ha evolucionado de una manera muy considerable. Ya no solo se habla de la zona habitable clásica. Es decir, aquella que indica la distancia a la que debe encontrarse un planeta para tener agua en estado líquido en su superficie. También se plantean otras zonas habitables, como la ultravioleta. Este concepto, más reciente, indica la zona en la que debe encontrarse un planeta para que la cantidad de radiación ultravioleta que llegue sea adecuada para poder favorecer la formación de ARN.

Esta imagen compara la órbita de Próxima b alrededor de su estrella con la región equivalente del Sistema Solar. La franja verde indica la zona habitable. Crédito: ESO/M. Kornmesser/G. Coleman

Naturalmente, algunos investigadores incluso sugieren que esas diferentes zonas habitables permiten acotar mejor qué planetas podrían, realmente, tener la posibilidad de ser habitables. Imaginemos, por ejemplo, un planeta que sí esté en la zona habitable clásica, pero fuera de la zona habitable ultravioleta. Esto provocaría que no pueda recibir la energía necesaria para favorecer la aparición de la vida. También puede suceder en sentido opuesto y, naturalmente, esto permite reducir la lista de planetas realmente habitables a un puñado.

Este planteamiento resulta interesante porque, poco a poco, se está perfeccionando el camino para entender dónde, la vida, podría tenerlo más fácil para aparecer. Poco a poco, la astronomía está entrando en la fase de poder estudiar las propiedades de los planetas. Cosas como la composición de su atmósfera, que es un factor importante para que la vida pueda llegar a tener la oportunidad de aparecer. De esto, y mucho más, hablamos en Astrobitácora 5×24. Puedes escuchar el programa en este enlace, en la aplicación de iVoox (en Android e iOS o aquí mismo):

YouTube: Una roca con posibles señales de vida microbiana

Además, en YouTube, hablamos del descubrimiento de una roca, con el róver Perseverance, que contiene evidencias de lo que podría ser posible vida microbiana. Si realmente lo es, existió hace miles de millones de años, cuando Marte todavía tenía condiciones habitables. El inconveniente, como suele suceder en estos casos, es que es necesario descartar las posibilidades de origen no biológico. De ahí que no se pueda afirmar, directamente, que sea la prueba de que el planeta rojo tuvo vida en el pasado. Lo más interesante es que el róver ya ha recogido una muestra de esta roca.

El cráter Jezero, observado por el róver Perseverance. Crédito: NASA

Si no hay sobresaltos, ese material se traerá dentro de unos años para su estudio en La Tierra, por lo que podría ofrecer una de las mejores oportunidades para estudiar las pistas de vida lejos de nuestro planeta. En cualquier caso, hay que recordar que el cráter Jezero, el lugar de estudio de Perseverance, se escogió precisamente por este motivo. En el pasado, varios ríos desembocaban allí y las condiciones tuvieron que ser las propicias para que hubiera vida microbiana, si en algún momento llegó a aparecer en el planeta rojo.

El descubrimiento de vida, en otro lugar del Sistema Solar, aunque existiese hace miles de millones de años, sería un paso importantísimo para entender mejor la posibilidad de que haya vida en otros lugares. A fin de cuentas, tendríamos un planeta, con unas condiciones diferentes, donde sucedió lo mismo que en la Tierra. Por ahora, sin embargo, habrá que ver qué determina el equipo de Perseverance. Es posible que se determine que, por desgracia, lo más probable es que el aspecto de esa roca se deba a la actividad no biológica. Puedes ver el vídeo al principio de este artículo o en este enlace.