Un grupo de astrónomos ha detectado la galaxia más tenue (y distante) que hayamos podido observar hasta el momento. Calculan que se debió formar cuando el Universo sólo tenia 400 millones de años de existencia. Es decir, estamos viendo una galaxia en sus primeras etapas…
Una recién nacida cósmica
Tayna, «recién nacido» en el idioma aimara de los Andes, es el sobrenombre con el que los científicos están hablando de esta pequeña galaxia. Tiene un tamaño muy similar al de la Gran Nube de Magallanes, pero está creando estrellas diez veces más rápido… Al menos desde nuestra perspectiva, claro. No se puede observar el universo sin observar, al mismo tiempo, el pasado.
En su juventud, creemos que el Universo debió estar repleto de galaxias como ésta. Sin embargo, debido a la distancia que las separa de nuestro planeta (y al hecho de que se alejan de nosotros a una velocidad superior a la de la luz, por la expansión del Universo), su luz nos llega muy debilitada y es extremadamente difícil captarla. De hecho, Tayna no es la única galaxia que han detectado, hay otras 21 galaxias jóvenes que han sido observadas junto a ésta. Pero, de todas ellas, es la más tenue (cuanto más tenue, más cercano es su nacimiento al Big Bang).
Su hallazgo hubiera sido imposible sin la ayuda de un fenómeno natural: el de la lente gravitacional. En pocas palabras, es una especie de lupa cósmica que magnifica la luz de un objeto muy distante. Cuando esa luz pasa a través de un objeto muy masivo que está a medio camino entre nuestro planeta y el lugar que estamos observando, la gravedad la curva hacia un mismo punto (el ejemplo de la lupa no es casualidad, es una buena forma de imaginar su funcionamiento). En este caso, nuestra lupa es un cúmulo de galaxias a unos 4.000 millones de años-luz de distancia (que se llama MACS0416.1-2403 y tiene una masa de un billón de veces la del Sol) y su efecto ha servido para que la luz de la galaxia sea 20 veces más brillante de lo que realmente es.
Vestigios de un universo joven
Determinar la edad exacta de Tayna (y otras galaxias tan jóvenes, o viejas, según qué perspectiva quieras utilizar) no es nada sencillo. Los investigadores han combinado imágenes de los telescopios Hubble y Spitzer para poder determinar qué color tiene, exactamente, en el espectro infrarrojo. Las galaxias de esta época tan temprana del universo aparecen con un tono muy rojizo por la velocidad a la que se alejan de nosotros. En realidad, originalmente, la luz de Tayna debería ser azul o blanca (ese es el color que emiten la mayor parte de nuevas estrellas de una galaxia), pero por su enorme distancia (y edad) se aleja de nosotros tan rápido que su luz se estira.
Cuanto más estirada es la longitud de la onda de luz, más roja aparece (y cuanto más corta, más azul). Eventualmente, en un futuro lejano, no nos llegará más luz de esta galaxia (ni de muchas otras de aquella misma época) porque el universo se expande más rápido de lo que la luz puede viajar, de tal manera que su luz dejará de alcanzarnos. No es algo que deba preocuparnos por ahora (ni en muchísimas generaciones venideras). Es más, esperamos que con la ayuda del telescopio espacial James Webb, que será lanzado en octubre de 2018, podamos captar la luz de objetos aun más tenues que Tayna.
Si lo conseguimos, tendremos una oportunidad única de poder ver cómo fueron los primeros pasos del Universo y poder comprender mejor cómo eran las primeras galaxias. En cuanto a Tayna, los astrónomos creen que lo que estamos viendo es la formación de lo que será el núcleo de una nueva galaxia.
Los resultados de este estudio fueron publicados en la edición del 3 de diciembre del Astrophysical Journal.
Y cómo se diferencia algo que es «del inicio de los tiempos» a algo que no es tan antiguo pero que simplemente está en la punta opuesta del universo y se está alejando más?